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“Antes pensábamos en rehabilitar a las personas con discapacidad y ahora en preparar a la sociedad para que todos podamos vivir en ella”

Tomás Castillo, gerente de AMICA.

Rubén Alonso

Tomás Castillo, el gerente de AMICA, la asociación en defensa de las personas con discapacidad, hace un balance positivo de los 35 años que lleva la entidad en activo. Mediante el trabajo, la experiencia y la innovación, AMICA ha ido adaptando su forma de entender la discapacidad y la manera de afrontarla. “Antes pensábamos en rehabilitar a las personas con discapacidad y ahora en preparar a la sociedad para que todos podamos vivir en ella”, asegura Castillo, subrayando que estas personas tienen que convivir con los demás y “no quedarse en centros para personas diferentes”.

La pasada semana, el vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, visitó la lavandería industrial que gestiona esta entidad en Maliaño e intercambió impresiones con Castillo. Precisamente sobre las relaciones con la Administración, el gerente pide al Gobierno que se “comprometa de manera mucho más clara” para que las entidades sociales “sean sostenibles” y no mantengan “la dinámica de carencia y de insuficiencia económica” tradicional.

AMICA celebra este año su 35 aniversario, ¿cuál ha sido su evolución durante este tiempo?

AMICA ha ido creciendo permanentemente y se ha ido construyendo sobre ideas que hemos querido implementar para cambiar la vida de muchas personas con discapacidad, pero también para cambiar la idea que tenemos sobre la discapacidad, en el sentido de que ha tratado de demostrar que es algo universal. La discapacidad no la va a conocer solamente un grupo de personas, sino que todos lo vamos a hacer a lo largo de nuestra vida. En el siglo XX pensábamos que había que rehabilitar a las personas, que había que normalizarlas, y en el siglo XXI proponemos que tenemos que preparar a la sociedad para que todos podamos vivir en ella. Sobre esta idea hemos construido muchos proyectos y la Unión Europea nos premió en el año 1990, porque demostramos que las personas con grandes discapacidades pueden aprender, adquirir autonomía propia y habilidades básicas. No hay discapacidad en la que no se pueda hacer prácticamente nada como antes se pensaba. La idea es romper esos moldes, crear una especie de laboratorio de ideas y ponerlas en la práctica. Hemos ido innovando permanentemente. El objetivo es que afloren las capacidades de esas personas, de ahí el lema y la misión de AMICA: 'No atender a personas con discapacidad, sino descubrir las capacidades que hay en cada persona'.

¿Cuántas personas han pasado por la asociación?

Miles de personas, más de 7.500 a lo largo de su historia. Personas con todo tipo de discapacidades y también con todo tipo de capacidades, lo cual nos ha permitido tener una panorámica amplísima de casuística y de que efectivamente cada persona es singular. Hemos presentado recientemente en el Parlamento Europeo datos de resultados de AMICA en su trayectoria que han sorprendido, como por ejemplo que hemos formado a casi 4.000 personas y que hemos conseguido que más de 2.000 estén trabajando. Esto es muy significativo por el éxito conseguido vinculando formación y empleo con modelos duales. AMICA viene aplicándolos desde hace casi tres décadas para que las personas aprendan un oficio, adquieran habilidades sociales y se inicien en el mundo del trabajo en los centros especiales de empleo de la asociación, para que luego pasen a trabajar a otras empresas. Los mecanismos que hemos propuesto en Europa tienen como finalidad que las personas puedan trabajar con los demás. Hemos logrado que la mayoría hayan pasado a trabajar a otras personas. En AMICA están trabajando permanentemente 200 personas con discapacidad y en este momento casi 800 lo están haciendo en otras empresas, previo paso por los centros especiales de nuestra entidad. Esto demuestra que los centros especiales de empleo pueden servir de promoción para trabajar en otras empresas. Pensamos que el futuro de las personas está en convivir con los demás, no en quedarse en centros para personas diferentes como pensábamos en el s.XX. Empezamos desde la infancia apoyando a la familia para que entienda que el niño o la niña que ha nacido con alguna discapacidad tiene derecho a disfrutar de los mismos entornos que los demás, a ser feliz, y a que ese hecho no le condicione toda su vida. Va a condicionar, pero vamos a hacerlo en positivo, vamos a buscar las capacidades de cada niño y sus distintas posibilidades de aprendizaje. En AMICA hemos visto crecer a los niños y muchos de los resultados que se consiguen no nos los podríamos haber imaginado. Esto nos da la fortaleza de que la innovación que hemos introducido no eran meras ideas, sino que de verdad cambia la vida de las personas.

¿Cuál es la situación de Cantabria a nivel de participación e integración social de las personas con discapacidad?

En Cantabria tenemos iniciativas potentes, sobre todo a nivel de empleo. Tenemos centros especiales de empleo muy arraigados, con la capacidad de generar oportunidades de trabajo para personas con todo tipo de discapacidades. Es una Comunidad Autónoma que por ser pequeña nos permite tener un trabajo de campo más coordinado, y en ese sentido el CERMI (El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) es un ejemplo modélico en España de cómo las entidades sociales estamos trabajando conjuntamente. Tenemos una comisión en el Parlamento de Cantabria dedicada a la discapacidad a la que se ha trasladado la propia Ley de derechos de las personas con discapacidad en la legislatura pasada. En definitiva, la valoración es muy positiva en cuanto al movimiento social organizado.

¿Entonces valora positivamente la implicación de las diferentes administraciones con su colectivo y con el trabajo que desempeñan?

Siempre tenemos muchas cosas que mejorar. Se cerró la legislatura un poco en falso con el decreto de acreditación de centros, que ha sido muy polémico y se ha llegado incluso a impugnar. Ahora el nuevo Gobierno debe revisar la normativa para que sea mucho más abierta y que nos permita más flexibilidad en el funcionamiento de los servicios para que podamos innovar. También pedimos que los requisitos materiales que se exigen sean compatibles con los precios que el Gobierno está dispuesto a pagar. Llevamos muchos años con una mejora de precios insuficiente para cubrir las necesidades y los costes que tenemos. Así pues, empezamos la legislatura con una reivindicación importante de cara a la sostenibilidad de las entidades. El Gobierno tiene que comprometerse de manera mucho más clara para que las entidades sociales seamos sostenibles y que no mantengamos la dinámica de carencia y de insuficiencia económica que ha sido tradicional en España y que en Cantabria se ha convertido en algo endémico. Para las organizaciones sociales que nos hemos consolidado y que jugamos un papel muy importante no puede ser el tema económico el quebradero de cabeza permanente. Tiene que haber una política de precios diferente.

Esta semana se ha reunido con el vicepresidente, Pablo Zuloaga, y le ha hablado del concepto “innovación social”. ¿Podría profundizar en él?

Cuando hablamos de innovación parece que solo hablamos de innovación tecnológica, y nosotros hemos trabajado la innovación social permanentemente en AMICA introduciendo nuevas formas de entender la discapacidad y de trabajar, ayudando a estas personas a que puedan participar en la sociedad como los demás, con los mismos derechos y obligaciones, rompiendo la idea de que son personas diferentes. Todos somos diferentes dentro de la diversidad. AMICA ha desplegado un conjunto de innovaciones que en Europa, dentro de la estrategia 2030, son necesarias. Así nos lo han manifestado desde la UE, que somos un ejemplo de innovación social. Por eso, al vicepresidente le hemos trasladado la idea de que tenemos en Cantabria la oportunidad de aprovechar toda la experiencia de AMICA de estos 35 años para que la Comunidad sea también un referente a nivel europeo y que lo que estamos haciendo aquí se pueda replicar en otros lugares. La innovación social es el cambio que tenemos que producir en el conjunto de la sociedad. Esto conlleva que tenemos que aplicar políticas sociales que no solamente sirven para proteger a un grupo de personas vulnerables, sino que sirven de prevención y de modificación del entorno para que cuando el resto de la población tenga alguna discapacidad no se encuentre con estas dificultades. Se trata de hacer sostenible el Estado de Bienestar. En la medida que propiciamos la participación de las personas, además de tener una vida activa, repercute en una buena salud y en que la calidad de vida sea mejor.

¿Diría que todavía no tenemos del todo asimilado que las personas con discapacidad pueden desempeñar un papel relevante en la sociedad y gozar de las mismas oportunidades que los demás?

Esto también lo hablamos con el vicepresidente. Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el concepto que se quiere trabajar es precisamente ese, incorporar a todos los sectores de la sociedad a la vida de la Comunidad. Que nadie se quede fuera. Tenemos muchísimo que trabajar todavía para que haya oportunidades para todos. Eso enriquece a la sociedad. Una persona que pase de depender de los presupuestos púbicos a trabajar, cotizar, generar riqueza y tener poder adquisitivo es un cambio sustancial.

En la reunión le pidió al Gobierno apoyo para impulsar el Parque de la Prehistoria en el Besaya. ¿En qué consiste el proyecto?

Es una de las propuestas que estamos haciendo para entender que en el siglo XXI no tenemos tanto que crear centros para personas con discapacidad, sino realizar actuaciones para toda la sociedad en las que estas personas sean partícipes y protagonistas. Es decir, no crear centros exclusivos para ellos. Estamos trabajando ahora en Valencia en un proyecto en una finca de 402 hectáreas en el que tratamos de llamar la atención sobre este modelo que proponemos. Es un lugar muy abierto a la sociedad en el que las personas con discapacidad trabajan y mantienen el lugar. De la misma forma, en AMICA lavamos la ropa para todos los hospitales, los centros de salud de Cantabria y a más de 230 clientes de hostelería, o reciclamos los envases de los contenedores amarillos para que se puedan convertir en materia prima. Se trata de prestar servicios a la sociedad que aportan un valor al trabajo que hacemos. Aquí estamos proponiendo recuperar una antigua explotación minera de zinc, un espacio de más de 200 hecatáreas en el centro de la comarca del Besaya, muy cerca de Altamira, a dos kilómetros en línea recta. Pretendemos recuperar paisajísticamente ese lugar. Haríamos una reproducción de la vegetación que había en Cantabria hace 15.000 años. La idea es tener un espacio enorme dedicado a reproducir la Cantabria del Paleolítico dejando también espacios para que podamos tener animales en semilibertad. Los bisontes por ejemplo, representados magníficamente en la cueva de Altamira, los caballos o los ciervos, de forma que el visitante que venga a conocer las cuevas pueda tener la oportunidad de pasar un día con su familia en un parque dedicado al Paleolítico.

¿Hay algún otro proyecto que tengan en mente y que nos pueda adelantar?

Le trasladamos al vicepresidente un proyecto que quizá es el que tiene más calado a nivel mundial. Queremos promover que las agencias internacionales tomen como tarea que se identifiquen a las personas con discapacidad que hay en el mundo. Hay más de mil millones de personas, según la OMS. Es el fenómeno más frecuente de la humanidad y solamente conocemos los nombres y apellidos en los países desarrollados. No llegamos a los 300 millones censado, el resto son personas anónimas. AMICA trabaja con este proyecto desde hace 14 años. Ya hemos logrado un acuerdo con el Gobierno de Colombia y hemos empezado los trabajos de asesoramiento para conseguir que en ese país haya un censo de las personas con discapacidad, un país de población parecida a la de España, pero dos veces más grande en extensión. Se trata de llevar a cabo una primera experiencia para que luego se pueda replicar en otros países. Hemos pedido al vicepresidente que desde Cantabria promovamos que la cooperación española y sobre todo la europea se impliquen en esta tarea. Dentro de los ODS se habla de las personas con discapacidad y Naciones Unidas, en la convención de los derechos de las personas con discapacidad de 2006, reconoce este derecho tener un reconocimiento y un certificado de discapacidad. Esto no lo puede hacer AMICA sola, necesitamos implicar a los gobiernos y a las diferentes organizaciones internacionales. La idea es conseguir una primera fase dentro de la Agenda 2030 de llegar a los 500 millones, al 50%. Y en el siglo XXI deberíamos lograr el 100%.

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