El Ayuntamiento de Santander privatizó la gestión del Mercado de Puertochico en 2017 para convertirlo en un mercado al estilo del madrileño siguiendo el 'modelo San Antón' combinando puestos de venta de alimentos y locales de restauración con la misma filosofía de potenciar el comercio local y los productos autóctonos.
La realidad es que ocho años más tarde el proyecto hace aguas. Un tercio de la superficie lo ocupará la cadena de comida rápida McDonald's, una decisión que ha desatado las críticas de los vecinos que han iniciado una campaña de protesta. No es un caso único, también en el Mercado de México –de propiedad pública– se va a instalar un supermercado de la firma Mercadona.
El antecedente de esta decisión fue la instalación en los bajos de un edificio emblemático como es el Gran Casino del Sardinero de otra franquicia de comida rápida, Burger King, en 300 metros cuadrados obtenidos de la rehabilitación del entorno del inmueble.
12 millones de ingreso en 40 años
La zona gastronómica del veterano mercado, en los bajos del Centro Cultural Doctor Madrazo, está en manos de Baika Mercado de Puertochico Abastos Gestión –una empresa de Álava– que tiene una concesión municipal por 40 años a cambio de un canon anual de 6.800 euros. El líder del PRC en Santander, Felipe Piña, explica de forma didáctica en sus redes sociales que los nueve puestos de estilo gastrobar iban a pagar a la empresa unos 310.000 euros al año.
Es decir, según las cuentas del PRC, en los 40 años de privatización el Ayuntamiento ingresará 270.000 por los alquileres y la empresa concesionaria más de 12 millones de euros. Un beneficio al que habría que descontar los 1,4 millones invertidos en la reforma. “Lo que iban a ser nueve puestos se convierten en un McDonald's, eso es lo que chirría”, advierte Piña.
La cuestión es que se desconoce qué tipo de acuerdo firmó el Ayuntamiento con la empresa. El Grupo Municipal Regionalista asegura que ha pedido, sin éxito, que le faciliten ese documento pero todavía sigue esperando. Al parecer, por la postura de la alcaldesa Gema Igual, se deduce que el acuerdo de cesión del mercado público no restringe la instalación de franquicias ajenas al modelo de negocio que se pretendió inspirar.
La alcaldesa ha confirmado que la opción de la cadena de restauración “cabe perfectamente en la licitación” del Ayuntamiento y ha reconocido que si el establecimiento de comida rápida cumple con los requisitos para recibir las licencias de obra y de actividad, abrirá “porque no se le puede prohibir”.
Ello habría favorecido que la empresa privada haya decidido modificar el objeto inicial de la rehabilitación del mercado –sin reprobación alguna por parte del Ayuntamiento– y alquilar 400 metros cuadrados a la franquicia de hamburguesas, que pretende además abrir fuera del horario comercial del mercado municipal. Su pretensión inicial era de seis de la mañana a dos de la madrugada, cuando el mercado abre de ocho de la mañana a ocho de la tarde.
Esta circunstancia resulta especialmente relevante porque la propia alcaldesa, cuando hace un año –en octubre de 2024– se inauguró la primera parte de las obras de remodelación explicó que se había llevado a cabo una transformación integral, “para dotarlo de dos zonas de usos diferentes, coordinadas y proactivas, generadoras de sinergias siguiendo la línea de mercados como los de San Miguel o San Antón, en Madrid”.
La reforma delimitó dos zonas, una de mercado tradicional al sur con puestos de alimentación y otra nueva zona de hostelería y restauración al norte de 645 metros cuadrados, de los que 400 se destinarán ahora a la hamburguesería.
Suspender la concesión
Los vecinos han constituido una Comisión en Defensa del Mercado de Puertochico porque consideran que debería mantener su esencia de comercio local “y no un McDonald's, con los problemas de convivencia asociados al horario intempestivo que tendría de apertura, de seis de la mañana a dos de la madrugada: incompatibles con el de un mercado municipal”, explica el portavoz de la plataforma, Óscar Gutiérrez.
“Se trata simplemente de voluntad política y el equipo de gobierno es responsable de la normativa que rige los mercados municipales y de los contratos de las empresas a quienes adjudica su gestión”, añade.
Los vecinos consideran que la alcaldesa “tiene capacidad de suspender cautelarmente la adjudicación de este contrato y blindar el Mercado de Puertochico de la entrada de la multinacional de comida rápida, cuya instalación ya es contraria a la ordenanza municipal”. Se basan en que el retraso en el proceso de rehabilitación “la alcaldesa pudo haber tomado acciones, como han hecho en San Sebastián, contra Baika, la empresa gestora del mercado y de su rehabilitación, aún inacabada cuatro años después”.
Una reforma que, según la Comisión, “destruyó” la mayoría de los comercios “que no soportaron los tres años que han durado las obras de rehabilitación cuando se adjudicó por un año”.
La plataforma considera que Gema Igual debe decidir “si ceder un mercado, la ocupación de una plaza pública y un parque infantil a una multinacional, o dar continuidad al Mercado Municipal de comercio local que ha habido históricamente y que se había prometido para la reapertura”. Otro de los portavoces, Miro Fernández, critica que la alcaldesa lo ridiculice como una “cuestión de gustos”, cuando “se trata del modelo de mercado municipal que queremos en Puertochico”.
Contra la apertura de la franquicia en Puertochico –que fracasa el proyecto inicial de mercado local de gastrobares vinculados al producto local– también ha elevado la voz la formación Cantabristas: “Ceder este tipo de espacios icónicos de la ciudad a multinacionales supone un agravio para la hostelería y el comercio locales”, dicen. Desde la formación política, en la línea que vienen denunciando también otros partidos de oposición con representación municipal como PSOE, PRC o Izquierda Unida.