El Pleno del Consejo General del Poder Judicial publica hoy en el Boletín Oficial del Estado la convocatoria de las presidencias del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria y de la Sala de los Social tras haber caducado los mandatos de López del Moral y Mercedes Sancha.
La renovación de los nombres propios de la judicatura en Cantabria se producirá en breve, cuando se nombren a los elegidos entre los aspirantes a las plazas.
La salida de José Luis López del Moral se produce después de una década al frente del TSJ y abre la puerta a la renovación de la cúpula judicial en Cantabria tras la designación de una mujer, Esther Castanedo, al frente de la Sala de lo Contencioso Administrativo de Cantabria y el nombramiento hace un año del nuevo fiscal jefe Jesús Arteaga. Así como del protagonismo que ha cobrado el papel del primer fiscal de Memoria Democrática de la comunidad, quien ha atendido a los requerimientos de colectivos de la memoria y ha exigido al Ayuntamiento de Santander que cumpla los acuerdos del Pleno para eliminar los nombres con referencias franquistas del callejero.
El mandato de todavía presidente del TSJ finalizó en octubre aunque hasta ahora no se había convocado la plaza. De hecho, en el mes de mayo, ante su inminente relevo, López del Moral se había postulado ya para ocupar una plaza de magistrado en la Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo cuya adjudicación parece congelada desde entonces.
La biografía profesional de López del Moral se inició en 1983, cuando accedió a la carrera judicial en un pueblo de Lérida, y la mayor parte de su trayectoria ha transcurrido vinculada a Cantabria a donde llegó en el año 1989. Con algunos paréntesis para dar el salto a la política, cuando desempeñó el cargo de director general de Justicia en la Comunidad de Madrid con el Gobierno del Partido Popular. Una experiencia efímera que duró dos años y medio, entre 2001 y 2003.
Después de dejar la política regresó a la judicatura y pasó a presidir la Audiencia Provincial entre 2008 y 2015, hasta que en enero de 2015 se puso al frente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria sucediendo a César Tolosa, que pasó a ejercer de magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo. En aquella primera ocasión compitió con los perfiles de Rubén López-Tamés entonces presidente de la Sala de lo Social del TSJC -que reunió 11 de los 21 favorables a López del Moral- y Rafael Losada, que también presidía la de lo Contencioso-Administrativo y que no recibió ningún apoyo.
Cuando tocó la renovación de su segundo mandato, en el verano de 2020, se encontró con la inesperada concurrencia del juez Acayro, a quien en una ocasión ya había declarado culpable de un asunto vinculado a un proceso de corrupción urbanística en Castro Urdiales que luego corrigió el Supremo absolviéndole de delito alguno. López del Moral revalidó el mandato, pero el magistrado Luis Acayro Sánchez recurrió el nombramiento porque consideró que sus méritos vinculados a la transformación digital, a los que la convocatoria del CGPJ consideraba importantes, no habían sido convenientemente reconocidos. Argumentó que había sido pionero en poner en marcha juicios telemáticos durante la pandemia.
Tampoco prosperó el recurso pero un mes después de haberle registrado, el propio López del Moral admitió a trámite la querella de un abogado y del Colegio de la Abogacía de Cantabria contra Acayro quien le recusó sin éxito, bajo el argumento de la disputa por la presidencia del TSJ. Un procedimiento que ha acabado por expulsarle de la carrera judicial y condenarle a diez años de inhabilitación profesional. Un asunto que el afectado ha llevado al Constitucional.