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Día del Maestro, ellos sí que son influencers: “En el medio rural es una forma de vida”

Colegio Rural Agrupado 'Los olivos' de Villapalacios (Albacete), en una imagen de archivo

Elena Martínez Vázquez

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Este 27 de noviembre se celebra el Día del Maestro 2021, una efeméride dedicada a los docentes que busca visibilizar su figura por su dedicación y esfuerzo cada día en las aulas. La vocación inspira a este colectivo profesional que aprovecha este día para reivindicarse como “mentores” de niños y niñas y también para recordar asignaturas pendientes en su faceta profesional. 

La figura del educador siempre está presente en las reivindicaciones que hace ANPE sindicato independiente de docentes. Lo hacen a través de una campaña regional ‘Ahora, enseñanza pública’, a favor de la escolarización de alumnos y alumnas en la escuela pública porque, recuerdan, en nuestro país está garantizado el derecho a la Educación y a la igualdad de oportunidades.

De nuevo, los docentes han demostrado estar a la altura de las difíciles circunstancias y seguir brindando al conjunto de la sociedad un ejemplo de profesionalidad y dedicación, combinando las tareas propias de su profesión con un trabajo incansable en la aplicación de protocolos y entornos escolares seguros.

“Pedimos mejoras para la enseñanza pública, para el profesorado y la comunidad educativa. Siempre demandamos que la imagen de autoridad, de calidad y pedagógica del docente no se pierda”, cuenta Manuel Tébar, secretario de ANPE Albacete. 

“La pandemia ha ayudado a darnos cuenta de los servicios básicos y esenciales. Además, de valorar al docente por haber estado ‘al pie del cañón’ durante estos cursos intentando hacer una buena labor. Ha tenido que combinar la protección, garantizar las condiciones higiénico-sanitarias en los centros educativos y la propia docencia”. 

Se puede decir que se ha conseguido, en líneas generales, que las aulas contagiadas hayan sido “pocas”. Todo se debe, dice el sindicato “a la labor de familias, alumnado y educadores”. 

En opinión de ANPE, “es responsabilidad de todos y todas que la figura del docente se respete y se valore”. Una profesión de vocación que “debe volver a tener esa autoridad pedagógica y didáctica que considero que con los años se ha perdido un poquito. Es una labor de toda la sociedad”, dice Tébar. Y es que, recuerda, el mundo está en constante transformación, en el que los docentes han de hacer frente a los retos sociales, económicos o medioambientales que se producen a diario. 

La lucha continua por mejorar las condiciones de los docentes

Desde 1978, ANPE Albacete lucha por mejorar las condiciones de los docentes de la enseñanza pública con 3.600 afiliados y afiliadas en la provincia. El objetivo principal es conseguir que se valore al educador en todos los aspectos. “Hay muchas demandas pendientes sobre todo las que se refieren a la reducción de alumnos por aula en todos los niveles educativos, la reducción del horario lectivo del profesorado, al aumento de profesorado en las plantillas, apoyo para la educación infantil, un nuevo acuerdo sobre las itineranticas y la escuela rural entre otras. Todavía hay muchas luchas pendientes’, señala Manuel Tébar. Todas estas situaciones se reclaman a nivel regional para buscar un consenso en la enseñanza pública. 

Desde el sindicato, indican que es “prioritario” alcanzar un acuerdo de financiación que permita acometer las reformas necesarias para el avance de la Enseñanza Pública en la región. Unas reformas que pasan por abordar la situación del profesorado y su futuro profesional por medio de una Ley de la profesión docente y un Estatuto del profesorado. En este sentido regularía el ingreso y acceso a la función pública docente; los requisitos de formación inicial y habilitación para todo el profesorado de las enseñanzas no universitarias; los derechos y deberes del profesorado; y el desarrollo de la libertad de cátedra, entre otros aspectos. 

ANPE parte de la convicción de que la regulación y mejora de todo lo referente a la identidad y desarrollo de la profesión docente aportará indudables beneficios al sistema educativo, que redundarán, de manera inequívoca, en el profesorado, alumnado, familias, y en la propia administración educativa.

Después, indica que “llevamos tiempo para que se aborde la situación del profesorado y su futuro profesional. Nosotros demandamos un Estatuto Docente que regule todos los aspectos desde que una persona decide estudiar magisterio hasta que se jubila. Dando respuesta al diseño de la profesión docente en un doble aspecto, estableciendo una Ley de la profesión docente y, por otro lado, con un Estatuto de la Función Pública Docente que recoja y desarrolle la carrera profesional del profesorado”. 

Caridad González, maestra: “La escuela rural es la gran ignorada”

En cuanto a las zonas rurales, las mejoras llegan muy poco a poco. Así como recuperar las condiciones de los docentes itinerantes que se trasladan es su propio coche. “Somos los únicos que ponemos nuestro coche al servicio de la administración. Por ello, nació un acuerdo de itinerancia para el tema de kilometraje o de dietas. Estas condiciones se cambiaron y ahora estamos a la espera de que se vuelvan a negociar. Al igual, que pedimos mayor inversión para las escuelas rurales”, explica el secretario.

Desde el sindicato indican que es cierto que este Gobierno regional tiene la tendencia de mantener las aulas abiertas, aunque haya pocos alumnos y alumnas.“ Es buena señal para que la educación llegue a todos los lugares sin tener que anteponer otros quehaceres para que los más pequeños puedan aprender”. En este sentido, desde ANPE se reclama dotar de más docentes a estas zonas rurales y de más recursos para el buen funcionamiento de la comunidad educativa. 

Caridad González es docente y presidenta de la Asociación Maestros de Pueblo y dice que la escuela rural es “la gran ignorada porque no te enseñan cómo tienes que impartir las clases en estas zonas”. En su opinión, “se debería de hacer estudios y seguimientos de lo que son estos centros para poder mejorar las condiciones”. 

Las condiciones pueden llegar a ser diferentes según si se trata de una escuela rural o de una en la ciudad. “No se trata de confrontar sino de valorar el gran éxito que hay en los centros pequeños. Se enseña más de forma individual por las ratios de alumnado”, señala la presidenta.

Las ratios del alumnado en los pueblos de mayor población o de ciudades “suele estar en los máximos que son de 25 a 30, cosa que no se dan en las zonas rurales. Al contrario, en estas últimos las aulas están formadas por diferentes niveles por lo que a la hora de plantear la docencia es distinta”, añade Manuel. 

Es un gran esfuerzo el que se hace en estas zonas de menos población para llevar la educación a rincones en lugares remotos. La única que llega a estos puntos es la enseñanza pública por lo que, dice, “habrá que reivindicar todas las condiciones necesarias para poder desarrollarla perfectamente”. 

En este sentido, Caridad González cuenta que desde 2001 lleva ejerciendo como educadora en escuelas rurales de la Sierra de Alcaraz, en la provincia de Albacete. “Siempre me ha llamado impartir clase en el mundo rural, he retornado mis raíces ya que nací en la ciudad y mis padres eran de un pueblo”, añade anecdóticamente.

Además, la presidenta ha querido indicar que Castilla-La Mancha cuenta con 633 municipios con menos de mil habitantes. Al tratarse de esa población los colegios rurales agrupados (CRA) tienen profesores, tutores, jefes de estudio y todo el personal necesario, aunque cada aula cuenta con varios cursos, impartidos todos ellos por el mismo profesor. “Por ello existen tantos colegios rurales en la región. Uno de los centros rurales es la sede para que los educadores seamos itinerantes y poder atender a todos los municipios”, dice Caridad. 

Se trata de una enseñanza de multigrado en aulas con niños y niñas de todos los niveles. Caridad González cuenta, como anécdota, que cuando empezó en la Sierra de Yeste se encontró con una clase de este estilo y “la verdad que hay que tener las cosas muy organizadas para impartir las lecciones ya que de nueve niños era cada uno de un curso”, reconoce.

La figura del maestro rural es una forma de vida. Puede haber maestros que no hayan nacido en un entorno rural como yo, pero el entorno rural te adopta a ti

Caridad González Maestra rural

La imagen que proyecta un maestro rural es totalmente vocacional y el destino “involucra” con el entorno natural. Además, de adaptarse a las circunstancias que ofrecen estos lugares defiende que “la figura del maestro rural es una forma de vida. Puede haber maestros que no hayan nacido en un entorno rural como yo, pero el entorno rural te adopta a ti. Luego está la parte de aquellos docentes que han nacido en un pueblo y han tenido la suerte de poder ejercer en su localidad. Y también está el maestro interino que le toca una escuela rural durante un curso”, explica.

En los municipios rurales se dinamiza la vida del pueblo “porque todo el mundo se conoce” y eso lleva a que el docente sea un referente cultural en todos los ámbitos. La cercanía con la comunidad educativa es especial y hace que se aprecie la vida de forma diferente. “En una ciudad se puede vivir con prisas, pero en el medio rural se ralentiza, llevamos un ritmo diferente a la hora de hacer las labores”, indica la presidenta. El entorno rural es un perfecto aliado para la educación por todo lo que ofrece. 

“Todos estamos aquí porque algún maestro nos enseñó. Las ganas por enseñar y por transmitir sentimientos mutuamente con el alumnado. Hay que estar contento y sentirte a gusto con tu profesión porque eso se palpa en el ambiente”, concluye Caridad González. Es un regalo poder dedicarte a lo que más te gusta sea en el lugar que sea.

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