No solo son las partículas y el humo de los incendios: el ozono, el gran contaminante del aire en Castilla-La Mancha

Las estaciones de medición de calidad del aire han registrado parámetros “nada habituales” en varios puntos de Castilla-La Mancha. El humo de los devastadores incendios ha llegado hasta la provincia de Ciudad Real, dejando tras de sí un número inusualmente de partículas en suspensión en varias de las estaciones de medición del aire regionales. Varias localidades llevan jornadas seguidas sufriendo una calidad del aire empobrecida, primero por la calima que trajo la ola de calor y luego por el humo de los fuegos.

Son valores que preocupan, especialmente en lo referente a la salud de las personas más vulnerables, como pueden ser mayores, niños, enfermos o embarazadas. Las distintas administraciones -regionales y locales- han enviado recomendaciones a la población para que limite su tiempo al aire libre y evitar así posibles complicaciones por la mala calidad del aire.

Las cantidades de PM10, partículas sólidas o liquídas de un tamaño menor de 10 micrometros ó la milésima parte de un milímetro, se han disparado en la región estos días. La exposición prolongada o repetitiva a este tipo de elementos, explican desde el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes, puede tener efectos novicos en el sistema respiratorio de una persona, aunque menos que las partículas más pequeñas, ya que al ser de mayor tamaño se quedan “retenidas” en la mucosa de las vías respiratorias.

La mayoría de éstas partículas precipitan en la tierra, provocando una capa de polvo en la superficie que puede afectar “seriamente” a la salud, tanto de los organismos terrestres como los organismos acuáticos.

En general el aire de la región cumple con los valores establecidos para tener una calidad adecuada para la población. Sin embargo, el último informe anual de la Calidad del Aire de Castilla-La Mancha, correspondiente al año 2024, muestra que hay dos lugares en concreto de la comunidad autónoma que sufren de forma reiterada episodios con valores anormales y no del todo aconsejables para la población: Puertollano y la zona del Corredor del Henares, dos ejes industriales clave en el desarrollo castellanomanchego.

Si bien las conclusiones del documento muestran que se cumplen la mayoría de los límites establecidos para los elementos contaminantes del aire en la región, los resultados de ozono troposférico son los que muestran parámetros que superan los máximos. Para proteger la salud humana y la vegetación, se han establecido una serie de parámetros, que se miden a través de distintos métodos, normalmente basados en las concentraciones del elemento en distintas franjas horarias.

El ozono troposférico, el principal problema

Son dos las estaciones en las que se han registrado un número de superaciones del máximo diario de ozono troposférico, recomendado para mantener la salud humana.

Se trata de la estación ubicada en Guadalajara, en la que se ha superado este máximo diario establecido en 35 veces y la del campo de fútbol de Puertollano, donde se superó en 38 ocasiones. Cabe mencionar también la estación de San Pablo de los Montes, donde se superó hasta en 25 ocasiones.

El informe va más allá: “todas las estaciones” muestran alguna máxima diaria por encima de los 120 μg/m3, con la excepción de Cuenca, Talavera de la Reina y Barriada, que se encuentra en Puertollano.

De todos modos, el informe señala que los valores de ozono se superan “a lo largo de todo el territorio nacional”, y que se trata de un problema “generalizado”, debido a la “elevada insolación” que tiene el territorio.

No son tan optimistas desde Ecologistas en Acción, que destacan que la comarca de Puertollano ha sufrido un empeoramiento “especialmente relevante” en cuanto al ozono. Así lo señala la organización ecologista en su informe de Calidad del Aire de 2024, presentado en junio de este año.

Los ecologistas advierten de que el número de días en los que se superó el objetivo legal de concentración de ozono aumentó en un 98% y lo explican con las emisiones de compuestos orgánicos que provienen del polo químico de la ciudad. A esto añaden que la estación de carácter industrial, que no está contemplada en la red pública castellanomanchega, tuvo la “segunda peor situación de todo el Estado español”.

En la misma línea, desde la organización han relacionado el aumento de las emisiones de ozono en la zona norte de Toledo con la cementera y la central térmica de Villaseca de la Sagra. Y, por si no es suficiente, añaden que hay diez estaciones, especialmente en Guadalajara, Toledo y Ciudad Real, en los que se superaron los “18 días de superación al año” que establece la Unión Europea como un “objetivo legal” para el año 2023.

Y, recalcan, hay otras varias estaciones, en las que se registró “medio centenar de superaciones del umbral de información a la población, en diversos episodios de alta contaminación, frente a los que la Junta de Castilla-La Mancha se limitó a difundir avisos rutinarios”.

La organización advierte en su informe a la Junta de Comunidades de que es necesario mejorar la información con la que se cuenta para mejor la calidad del aire, ya que la consideran “insuficiente”. “Resulta elemental por ello que la Junta de Castilla-La Mancha se esfuerce por mejorar la medición y la información de la calidad del aire en su Comunidad”, concluyen.