Reivindican a los alcaldes que “no se vendieron” al cementerio nuclear y piden que sus pueblos sean compensados

El proyecto del cementerio nuclear se dio por finiquitado ya de forma definitiva este mes. Y la Plataforma que estuvo 14 años mostrando su oposición al proyecto, con una serie de iniciativas y protestas a lo largo de este tiempo, ha decidido ahora “hablar de sí misma” y poner el foco en el relato de las personas afectadas por las promesas que llegaron con el proyecto del silo nuclear.

Por eso, la Plataforma contra el cementerio nuclear ha querido señalar, por ejemplo, a los ayuntamientos que “pusieron por delante su dignidad” y que rechazaron el dinero que les “pretendía regalar Enresa”. “Pero esa postura coherente les ha pasado y les sigue pasando factura, pues no se ha compensado su pérdida de ingresos”, han resaltado desde el colectivo. Ayuntamientos de la comarca de Villar de Cañas, en los que se ha sufrido “pérdida de valor de los inmuebles”, “deterioro de la convivencia”, o simplemente “incertidumbre”.

De este modo, han puesto como ejemplo la localidad de Alconchel de la Estrella, cuyo alcalde, Tomás Borona, relató en Cuenca que “hemos sido coherentes y hemos renunciado al dinero envenenado que nos quería regalar ENRESA”. Sin embargo, el alcalde también ha señalado que quieren saber si se les va a “compensar por la pérdida de ingresos”, como es lo que “parece que va a ocurrir” con la localidad de Villar de Cañas.

La plataforma ha acusado a los alcaldes de Villar de Cañas, el anterior José María Saiz y el actual, Alejandro Pernías, de ser los “principales responsables de poner en riesgo los modos de vida de toda una comarca, movidos exclusivamente por intereses personales”. Y aseguran que es una “pose” la que muestra Pernías al “aparecer ante la opinión pública como víctima”, ya que “no se corresponde con la realidad”.

El colectivo ha señalado que desde que “la sombra del cementerio nuclear ocupó toda la comarca”, los problemas “económicos y sociales” ocuparon las calles de los pueblos. Y afirman que las viviendas “empezaron a verse adornadas” por carteles de 'se vende' en lugares como la urbanización de Casalonga.

“Las empresas y autónomos posicionados en contra del cementerio nuclear, han perdido clientela al ser señalados por el alcalde y a secretaria del ayuntamiento de Villar de Cañas”, han señalado desde la plataforma. Además, ha recalcado que se ha interferido en la “convivencia”. “Familiares y amigos antes unidos, se ven enfrentados”, han recalcado.

Por otro lado, han señalado que los sectores como el comercio, el turismo de naturaleza y los productos agroalimentarios ecológicos “se han resentido”, entrando en un “largo periodo de incertidumbre, ante la posibilidad de ver dañada la imagen de sus productos”.

“La imagen de toda una comarca y sus productos ha estado en grave riesgo”, han concluido desde la organización ciudadana.