La economía del BBVA va muy bien, según su presidente Francisco González, que durante su discurso en la junta general de accionistas del pasado 13 de marzo destacó que se ha convertido en el primer banco de España en inversiones y depósitos gracias a la compra de Catalunya Banc y que se ha convertido en uno de los principales bancos del mundo gracias al aumento de su inversión en Turquía y de la prestación de servicios en las plataformas digitales.
La economía de los españoles, pero, no va tan bien por culpa del paro, también según el Sr. González. La buena noticia es que él tiene la receta para acabar con este problema durante el 2015: crear ocupación y combatir la corrupción.
El Sr. González debe pensar que con estos discursos está trasmitiendo una buena imagen de su empresa. Por desgracia suya la campaña BBVA sin armas ha vuelto a comparecer pos sexto año consecutivo ante el consejo de administración, los accionistas y los medios de comunicación para recordarles que todavía quedan algunos detallitos por pulir en la política de inversiones del BBVA.
Las activistas del Centre Delàs d'estudis per la pau, en nombre de la campaña BBVA sin armas y en representación de 609.575 acciones cedidas por accionistas, hicieron dos intervenciones en el turno de palabras de la junta para pedir al banco que modifique su política de inversiones y financiamiento de la industria armamentística.
En la primera de las intervenciones se destacó que en el período 2011-2014, el BBVA ha invertido 3.034 millones de dólares en financiar empresas que fabrican, experimentan o están relacionadas con el arsenal nuclear. La mayor parte de este dinero se ha invertido en AECOM, Finmeccanica y ThyssenKrupp, tres empresas que producen armas nucleares.
También se recordó que BBVA es la entidad financiera española que en el período 2005-2013 destinó más capital a la industria de armamento (3.626 millones de euros).
En la segunda intervención se retomó una cuestión de la que ya se habló en la junta de accionistas del año anterior: la inversión del BBVA en la empresa Drummond y la relación de esta con grupos paramilitares colombianos acusados de asesinatos de trabajadores. Cuando en 2014 se explicó el caso de Drummond, algunos de los asistentes en la junta pareció que se escandalizaban por tan graves acusaciones; aún así, se ve que la política de inversiones del BBVA que velan para evitar el financiamiento del negocio de la guerra (según nos repite el Sr. González cada año) no ha sido suficientemente efectiva en el caso de Drummond, ya que este año hemos tenido que volver a hablar de ello en la junta.
Este año, el Sr. González no se ha atrevido a desmentir ninguna de las acusaciones que se le han hecho. ¿Será que han visto que no les funciona la estrategia de negar las evidencias en un mundo en el que la información está tan globalizada que cualquiera puede corroborarlas?
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