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El Gobierno promete una declaración de “reparación y reconocimiento” al anarquista catalán Salvador Puig Antich

Una fotografía de Salvador Puig Antich y flores en el lugar donde se instaló el garrote vil para ejecutarlo.

ACN

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El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha afirmado que el Gobierno declarará la “reparación y reconocimiento personal” a la familia del anarquista catalán Salvador Puig Antich, como ya se hizo con el president Lluís Companys.

“Continuaremos trabajando con la ley de memoria democrática y su aplicación con próximos pasos”, ha remarcado el ministro a preguntas de Junts, que ha demandado al Ejecutivo que pida perdón en nombre del Estado por el asesinato del activista antifranquista, quien fue el último ejecutado por la técnica del garrote vil, en 1974.

“Salvador Puig Antich fue juzgado sin garantías por un consejo de guerra que no era un tribunal competente. Fue una lamentable acción que se cometió durante la dictadura con una motivación política del régimen”, ha asegurado Torres, durante la sesión de control en el Congreso.

Así mismo, el ministro ha defendido que la España actual “no tiene nada que ver” con la del franquismo. “Hemos caminado con la aprobación de leyes como la de memoria histórica y de memoria democrática”, ha remarcado. De hecho, esta última norma declara la nulidad para condenas y sanciones de consejo de guerra y motivos políticos, como fue el caso de Puig Antich.

Este ofrecimiento del ministro llega pocos días después de que se celebrara el 50 aniversario de su ejecución en Barcelona. Desde entonces se han sucedido diversos actos de recuerdo y denuncia por su muerte, el 2 de marzo de 1974, en la Modelo de Barcelona.

Puig Antic fue miembro destacado del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL), un grupo anarquista que cometía atracos a bancos para financiar sus acciones. El militante fue detenido en Barcelona el 25 de septiembre de 1973 después de haber participado en un atraco en una entidad de Bellver de Cerdanya, en Girona. En la detención, un policía resultó muerto por diversos tiros de pistola, de los que se acusó a Puig Antich. Finalmente, fue condenado a muerte.

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