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La 'infravivienda' de Dumba: una elefanta que vive en un jardín privado demasiado pequeño y sin estanque

La elefanta Dumba, en su jardín de Caldes de Montbui

Pau Rodríguez

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Una elefanta asiática de 43 años, Dumba, pasa largas temporadas en el jardín trasero de una casa de Caldes de Montbui, a escasos 45 minutos en coche desde Barcelona. Allí descansa cuando no está de gira por circos, zoos o rodando anuncios de televisión. Pero ese terreno está lejos de cumplir con las condiciones mínimas que necesita un animal de su envergadura. No tiene ni los metros cuadrados suficientes, ni un estanque en el que bañarse cuando hace calor, ni un cobijo para cuando el sol aprieta. 

Caldes de Montbui ha sido el hogar de Dumba desde que era una cría hasta ahora, cuando ya se acerca al fin de su vida (los elefantes de su especie en cautiverio viven de media 48 años). Sus propietarios, la adiestradora Yvonne Kludsky y su pareja, son los amos de la finca. Durante décadas se han dedicado a los espectáculos circenses con su animal, ofreciendo actuaciones por Europa durante la mayor parte del año, pero cuando vuelven a casa saben que tienen un problema: la Administración les ha advertido de que Dumba no puede seguir viviendo allí. 

El caso de esta elefanta se remonta a 2010, cuando la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) advirtió a la Generalitat de la presencia del paquidermo en esa finca. La Comisión Técnica de Inspección de Núcleos Zoológicos con Fauna Salvaje evaluó el terreno e instó en 2014 a los propietarios a hacer una serie de mejoras, como instalar un estanque y algún tipo de refugio para Dumba, pero no se hizo casi nada. Más tarde, el Ayuntamiento les instó a retirar a la elefanta de esa parcela. El consistorio realizó la advertencia al constatar que, por normativa, tenían que levantar un muro de 2,4 metros de alto para cercar el animal y proteger a los vecinos –ahora hay una valla eléctrica–, un requisito que nunca podrían cumplir porque la calificación del terreno como rústico no urbanizable lo impide. 

Desde entonces, y en distintas apariciones en los medios, sus propietarios, que consideran a Dumba como un miembro más de su familia, han defendido que la finca reúne las condiciones necesarias para acogerla. Pero no es así. Al menos esta es la conclusión a la que llegó un grupo internacional de veterinarios y científicos a los que la Generalitat encargó un informe para evaluar el estado de la elefanta y de su hogar. 

El demoledor informe de los expertos

El equipo de expertos se presentó en la finca el 13 de julio de 2018 y la pudo inspeccionar durante dos horas. El informe que elaboraron, y al que ha podido acceder elDiario.es, es demoledor. Aunque el jardín pueda parecer apacible a escala humana, es totalmente insuficiente para un paquidermo de estas características. Además, los científicos apuntan a que no se garantiza el bienestar del animal, que podría sufrir malnutrición y que padece problemas de piel y de articulaciones que serían resultado o estarían agravadas por sus condiciones de vida.

Cuando está en Caldes, Dumba pasa unas 12,5 horas al día en un solar de unos 400 metros cuadrados, una quinta parte de los 2.000 metros que recomienda para los elefantes la European Association for Zoos and Aquariums (EAZA). “El recinto exterior es demasiado pequeño, cercado de forma insegura por una valla eléctrica, sin la adecuada sombra y sin estanque para bañarse. La hierba es tan corta que hay poco pasto disponible. La riqueza ambiental es mínima. No tiene acceso ilimitado a agua y tiene escasas oportunidades para rascarse”, reza el documento.

Además del cercado, la elefanta tiene acceso a un terreno boscoso adyacente de 4.000 metros cuadrados, pero solo durante una hora –máximo hora y media– al día. Por la noche, se pasa 10 horas (de las que duerme cuatro o cinco) en una tienda de 10x8 metros. Los expertos lamentan que dentro de esa carpa tampoco tiene acceso a agua o comida a voluntad, ni otros elementos que favorezcan su entretenimiento mientras está despierta.

Un entorno, advierte el informe, debe ser “estimulante” para el animal, con estructuras y elementos que, según los expertos, favorezcan el “comportamiento natural” y el “ejercicio”. Hay muy poco de eso en Caldes. “El entorno de Dumba, en su mayor parte, es muy estéril, y gran parte del cercado exterior está en pendiente, lo que puede dificultar el paseo a Dumba”, concluyeron los expertos, que constataron un andar alterado en sus patas traseras.

Indicios de malnutrición

En el aspecto veterinario, las conclusiones de los expertos no fueron mejores. Los elefantes en general suelen pasturar más de la mitad del día, pero Dumba come fruta, pellets de oveja y heno. En cuanto al agua, el informe considera “improbable” que con las tres veces al día que se le ofrece agua de una manguera llegue a beber los 70 litros diarios que necesita como mínimo. “Es esencial que Dumba tenga acceso a agua a voluntad”, insisten en el reporte. 

A eso hay que añadirle problemas crónicos de dentadura, de origen desconocido, que le impiden comer bien, algo que consideran de “vital” importancia abordar. Como resumen, la puntuación del estado de su cuerpo que ofrecieron entonces los veterinarios fue de 3 sobre 10. “Podría deberse a que es incapaz de digerir una comida mal masticada o a una insuficiente ingesta calórica. Es difícil abordarlo ya que los propietarios no fueron capaces de aportar detalles de las cantidades de cada tipo de comida que le ofrecen al día”, señalan, y apuntan a que el animal sufre malnutrición. 

El informe señala muchos otros problemas, como la falta de un veterinario cerca –el suyo está en Madrid– o las condiciones estresantes de transporte cuando viaja, y acaba concluyendo que la Generalitat debería decomisar al animal, tal como piden las entidades animalistas, y lo mantenga en Caldes de Montbui bajo supervisión veterinaria hasta que encuentren un santuario para animales de su especie, con árboles, agua y la compañía de elefantes que le ha sido privada durante toda su vida. “Con todo el respeto, llegamos a la conclusión de que los actuales propietarios de Dumba han sido incapaces de proporcionarle el cuidado que necesita”.

¿Y qué pasa ahora con Dumba?

Si el informe se elaboró en julio 2018, ¿por qué sigue Dumba viviendo en la finca de Caldes de Montbui? Según FAADA, los propietarios se llevaron a la elefanta de gira antes de que la Generalitat o el Ayuntamiento llegasen a actuar. Desde entonces, la entidad animalista ha seguido la pista del animal, y aunque los propietarios aseguraron al equipo de expertos que apenas lo usaban ya para espectáculos, desde entonces Dumba ha actuado en un circo en Francia y en otro en San Sebastián de los Reyes. Siempre lejos de Catalunya, donde el uso de animales salvajes está prohibido para las actividades circenses. También pasó una larga temporada en el parque zoológico y botánico sevillano MundoPark.

La gira de Dumba transcurrió en paralelo a las denuncias públicas de FAADA, que alertaba de su estado “esquelético” y de heridas posiblemente causadas por su transporte. Unidas Podemos y Amnistía Animal llegaron a denunciar al Seprona al estado de la elefanta a su paso por Zaragoza, donde tenía que actuar dentro del circo Zoorprendente.

Tras meses en la carretera, la pandemia paralizó la actividad circense y devolvió la elefanta a su jardín de Caldes de Montbui, con lo que se reavivó la disputa sobre las condiciones de su alojamiento. “Lo que pedimos es que se reubique en un centro donde se pueda tener un mejor cuidado de su bienestar, aprobado por los expertos, y que se deje de explotar y usar para espectáculos”, reclama Míriam Martínez, coordinadora del Área de Animales Salvajes de la entidad, que denuncia que Dumba no solo sufre unas pobres condiciones de vida en su jardín, sino también –incluso peores– cuando está sometida a constantes viajes y actuaciones.

En el Ayuntamiento de Caldes aseguran que han reabierto el expediente administrativo para informar nuevamente a sus propietarios de la situación irregular en la que se encuentra Dumba. “El expediente hace referencia al incumplimiento de las medidas urbanísticas legales y de seguridad para poder tener un animal de estas características”, señalan fuentes del consistorio, que añaden que esto incluirá la activación de multas coercitivas si no se acaba cumpliendo. De momento, el consistorio no tiene constancia de que durante estos meses los propietarios de Dumba hayan emprendido ningún tipo de acondicionamiento en la finca.  

Desde la conselleria de Territorio y Sostenibilidad, responsables de encargar el informe de expertos, se limitan a afirmar que la competencia para sancionar en caso de infracción grave de la ley de protección de animales recae sobre el Ayuntamiento. Aseguran en este sentido que en su día les remitieron el informe de los expertos, igual como lo mandaron al Ayuntamiento de Sevilla cuando tuvieron conocimiento de que Dumba se encontraba temporalmente en un zoológico de la capital andaluza.

El consistorio de Caldes de Montbui, por ahora, asegura que ha abierto también un proceso de mediación con la propiedad y FAADA, del que han dado parte a la Generalitat. Pero todavía no ha llegado a buen puerto. La entidad animalista, por su parte, reprocha a la Administración no haber actuado de forma cautelar a la espera del informe de los especialistas, y anuncia ahora una denuncia por la falta de bienestar del animal y las irregularidades del terreno. “Es imprescindible que su decomiso sea inmediato”, reivindican.

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