Badalona ensaya el reto de abrir los presupuestos de una ciudad de 215 mil habitantes
Son las siete y media de la tarde. En una sala del Palau Olímpic de Badalona unos setenta vecinos se reúnen. Les ha convocado el ayuntamiento. El nuevo equipo de gobierno está empeñado en la participación. Y ha dado un paso al frente. Los badaloneses y badalonesas pueden escoger ahora cómo se reparten 500.000 euros del presupuesto local. Se trata, lo repiten desde el consistorio, de la mayor ciudad de Catalunya y del Estado español ha optado por una experiencia de presupuesto participativo de este tipo. Y el intento pone de manifiesto el dogal legal que sobre la autonomía local ha aplicado el gobierno del PP.
La experiencia representa un cambio más radical si se tiene en cuenta que en Badalona el anterior consistorio, liderado por el conservador Xavier Garcia Albiol, no brillaba por facilitar la participación. De hecho, durante cuatro años las reuniones entre los vecinos de los barrios y el alcalde se hacían en bares. Garcia Albiol tenía alergia, parece, a las sedes de las asociaciones de vecinos.
Un total de siete programas han sido seleccionados desde el Ayuntamiento para ser sometidos, a través de una votación por Internet, al visto bueno de los badaloneses. Pero para explicar qué es lo que se propone y cómo funciona el mecanismo para elegir, el equipo de gobierno ha programado reuniones abiertas, una por cada uno de los seis distritos de la ciudad. Como si fuera una convocatoria militante, activistas de las organizaciones que apoyan al equipo de gobierno han repartido octavillas en el metro y en los mercados invitando a los vecinos a asistir a las reuniones para explicar la propuesta a los ciudadanos de los 34 barrios de la ciudad.
En una pequeña mesa, está José Téllez, teniente de alcalde y concejal del ámbito de Badalona democrática, y Agnès Rotger, concejal responsable del ámbito de servicios sociales y del distrito quinto, los dos junto a un técnico, atienden las preguntas de los vecinos.
De 27 concejales a toda la ciudadanía
Con tono pedagógico cuentan que antes los presupuestos los decidían los 27 concejales y que ahora se quiere abrir esta posibilidad a toda la ciudadanía. Para empezar se han seleccionado siete proyectos: crear una oficina local de la energía; actividades culturales descentralizadas, que se harían en bibliotecas y centros cívicos de los barrios; destinar dinero para campañas de propaganda y concienciación para el cuidado del espacio público; dedicar fondos a programas para promocionar el envejecimiento activo y dinamización de los centros para la tercera edad; contratación de más luces de decoración navideña en las zonas comerciales; destinar dinero a microcréditos; editar material para la promoción de la ciudad.
Los concejales, armados con un power point, explican la composición de las cuentas locales. Pero sobre todo se dedican a escuchar las opiniones de la gente. Repiten una y otra vez que todas las instrucciones sobre qué se vota y cómo se puede participar se pueden encontrar en una web sobre los presupuestos.
Téllez puntualiza que “todos los proyectos tienen ya una dotación económica establecida desde el equipo de gobierno, pero en función del apoyo que reciban de las votaciones incrementarán el dinero que reciban”. Efectivamente, los badaloneses para votar han de tener más de 16 años, estar censados en la ciudad y tener un documento que lo acredite. Una vez dentro de la web cada una de las propuestas puede recibir una puntuación, 1 sería nada de acuerdo y 5 sería muy de acuerdo. “En función de lo que salga se repartirán los fondos que incrementarán las partidas iniciales”, puntualiza Téllez. Se puede votar del 12 hasta el 24 de enero.
Propuestas difíciles de realizar
Pero, quizás lo más significativo es oír las preguntas y las dudas de la gente. Así, un vecino pregunta con insistencia si se podrían destinar dinero a instalar placas para producir energía solar. La respuesta de la mesa esgrime un argumento que se repetirá: “hay una ley estatal que penaliza la producción de energía limpia y esto hace imposible ponerlo como propuesta”, dice Téllez.
Surge otra pregunta. Un vecino quiere saber si se pueden destinar el dinero a subvencionar libros escolares. Entonces sale a cuento la promesa incumplida del anterior ayuntamiento presidido de García Albiol. Dijo que pagaría los libros de texto a todos los alumnos, lo que suponía un gasto anual de 4 millones de euros. Agnès Rotger explica que este año se ha destinado a la socialización de libros 230.000 euros, lo que multiplica por ocho la dotación de 2015. Comenta que el programa de socialización se realiza e acuerdo con las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) de la ciudad, con las que se ha recuperado la interlocución. Y que los fondos se dan en los centros y no a personas particulares.
Los vecinos aprovechan para pedir al concejal responsable de Hacienda, por el IBI de este año. Téllez explica que se ha congelado. Y que a petición del pequeño comercio se ha subido levemente el tributo para las grandes superficies.
Incremento del gasto social
Y es que en Badalona el cambio ha llegado a la vida concreta. El presupuesto aumenta en un 3% los ingresos, hasta 156,51 millones y el gasto financiero para dar servicio a la deuda cae un 35% y pasa de 27 a 17,5 millones. Esta disminución hace en parte posible el incremento del gasto social que sube un 40%. En este ámbito hay 500.000 euros para ayudas puntuales en vivienda, salud y alimentación. También se dedican 700.000 euros a afrontar la pobreza energética. Las becas comedor crecen un 300% hasta 2 millones y la teleasistencia sube un 49% hasta sumar 413.000 euros.
Especial preocupación muestra el equipo de gobierno, formado por Badalona en Comú, ERC, e ICV-EUiA, en la promoción del empleo. La dotación económica para crear planes de empleo local crece un 20%, lo cual puede crear 581 puestos de trabajo. En este punto Téllez se lamenta de que las leyes estatales impiden que el municipio, el tercero en habitantes de Catalunya pueda aplicar planes que cambiar la situación actual.
Los vecinos siguen preguntando. Una señora interroga a los concejales sobre la tardanza en atender reclamaciones vecinales. Y otra vez sale la legislación estatal “en los últimos años se ha prohibido sustituir las jubilaciones y al final, sólo se puede o externalizar, o el servicio se resiente”, responden desde la mesa. Un vecino aprovecha que en el cortejo hay otro concejal, Javier López, para preguntar por las papeleras y las farolas de su barrio.
Una hora más tarde se levanta la sesión, los vecinos, por los comentarios de pasillo han probado esto de la participación y ya piensan en otras cosas en las que podrían participar, si la ley lo permite.