La Audiencia de Lleida impone una pena mínima por abuso sexual porque a la víctima “le pudo faltar contundencia” para decir 'no'
La Audiencia de Lleida ha condenado a dos años de cárcel a un hombre por abusos sexuales a una mujer con discapacidad intelectual, delito por el que ya se condenó a un menor a 20 meses de libertad vigilada, y ha absuelto a un tercer implicado que hizo fotos de la agresión. El único condenado deberá indemnizar con 3.000 euros a la víctima.
La Fiscalía pedía siete años de cárcel para ambos encausados, pero el tribunal ha impuesto una pena mínima al único condenado por dos motivos: la ambigüedad de la víctima a la hora de rechazar la relaciones sexuales y un “error” de percepción en el acusado sobre el consentimiento. Los acusados alegaron que las relaciones fueron consentidas.
En concreto, los magistrados han apreciado que a la víctima “le pudo faltar contundencia” para negarse a mantener relaciones sexuales. En consecuencia, el acusado pudo, según los jueces, “considerar de forma errónea que las relaciones sexuales lo fueran un marco de consentimiento prestado por una persona en la que pudo no detectar la disminución que padecía”.
Asimismo, a la hora de atenuar la pena, los magistrados también han valorado que la víctima accedió de forma voluntaria a acompañar al acusado y sus compañeros al domicilio del menor donde se produjo la violación y que su discapacidad “era difícil de evidenciarse a simple vista, tal y como pudo comprobar la sala y como declararon tanto las forenses como la psicóloga”.
La sentencia considera probado que en mayo de 2017, en la vivienda de uno de los tres implicados, el condenado mantuvo relaciones sexuales con la chica uniéndose después el menor llegando a formar un trío. La joven, continúa la sentencia, llegó a manifestarles que se estaban pasando “un montón” y que les dijo “quita quita”, a lo que los agresores contestaron “quédate quédate”.
Según la sentencia, la chica pidió ir al lavabo y los dos acusados mayores de edad se fueron del piso quedándose la joven con el menor de edad hasta las 8.30 de la mañana, hora en que salió ella sola de la vivienda. Las prácticas sexuales fueron presenciadas por el acusado que ahora ha sido absuelto, que, desde una silla en la misma habitación, tomó algunas fotografías con su teléfono móvil en las que aparecía la chica manteniendo relaciones sexuales con uno de los jóvenes.