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La paradoja de la euroorden: si Llarena no la desactiva, JxCat y ERC tendrían mayoría para investir

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena en una conferencia en Oviedo.

Arturo Puente

En un poder legislativo intervenido por el judicial, como ocurre en el caso catalán, cualquier movimiento de un tribunal puede suponer un cambio inesperado en un parlamento. Así ha ocurrido con la reactivación de las euroórdenes del magistrado Pablo Llarena, que puede tener como efecto colateral que la suma de JxCat y ERC vuelva a disponer de mayoría simple y, por tanto, de capacidad para investir un candidato sin ayuda de la CUP.

Esta situación aparentemente paradójica tiene que ver con la capacidad de los diputados que no asisten a las sesiones de delegar su voto. La doctrina sentada por Llarena y el Tribunal Supremo permite que los diputados que están en prisión puedan votar, al considerar que su ausencia de los plenos no es voluntaria sino judicialmente obligada. En cambio, mientras Carles Puigdemont y Toni Comín se movieron libremente por Europa sin órdenes de detención contra ellos, se consideró que no podían delegar el voto.

Pero la reactivación de las órdenes de detención europeas contra todos los exmiembros del Govern que se encontraban fuera del territorio español, el pasado 23 de marzo, cambió la situación de los dos diputados, según apuntan fuentes de la mayoría independentista. Puigdemont fue detenido al poco tiempo en el estado alemán de Schleswig-Holstein, mientras que Toni Comín fue requerido por un tribunal belga. Fue durante su encierro en la prisión de Neumünster cuando el president cesado delegó por primera vez su voto para un pleno del Parlament, dada su ausencia involuntaria.

Ahora bien, los partidos de la oposición podrían agarrarse a las medidas cautelares impuestas por el Constitucional a la candidatura de Puigdemont, que imponía que no podrían delegar su voto en investiduras quienes estuvieran en situación de busca y captura. Una medida que sería efectiva mientras el Constitucional no resolviese sobre el fondo de la impugnación a la candidatura de Puigdemont, sobre la que el Alto Tribunal aún no se ha pronunciado. Además, con la inédita cláusula dictada por el TC, los partidos contrarios a la delegación del voto deberían recurrir en todo caso la candidatura del actual diputado propuesto para la investidura, Sànchez, que no está claro que acabe produciéndose si Llarena le impide asistir.

Respecto a los diputados que se encuentran fuera del territorio español, una semana después de la detención de Puigdemont y de la declaración de Comín en Bélgica, ambos están de nuevo en libertad, mientras los tribunales resuelven sus casos. Los tribunales han impuesto a ambos la condición de que no abandonen los respectivos países. Unas medidas mucho menos exigentes que la prisión pero que, de igual forma, impiden a ambos diputados acudir al hemiciclo.

Acogiéndose a esta situación, la Mesa del Parlament podría volver a permitir el voto de ambos. En su mano está interpretar si puede considerarse que unos diputados que cumplen con las medidas de la condicional impuestas por tribunales de países europeos están en situación de “busca y captura”, tal y como dicta el Constitucional para negar su delegación de voto.

La falta de libertad de movimientos de ambos, gracias a estar pendientes de la euroorden de Llarena, los convierte en incapaces de acudir al pleno, por lo que la Mesa podría extender el criterio tomado sobre Puigdemont y permitirles delegar sus votos de la misma forma que lo vienen haciendo Oriol Junqueras y Jordi Sànchez, y que desde el último pleno hacen Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva. De cualquier forma, la decisión hasta que se celebre el pleno la tomaría la Mesa.

El PSC no impedirá las delegaciones

En la oposición hay disparidad de criterio. Mientras que Ciudadanos y PP consideran que Puigdemont no puede delegar su voto, razón por la que han presentado peticiones de reconsideración ante la Mesa, desde el PSC aseguran que no promoverán ninguna iniciativa para oponerse ni a que Puigdemont continúe delegando el voto ni a que lo haga, si así lo reclama, Toni Comín.

“Puigdemont no es plenamente libre sino que está a disposición de la justicia alemana, que le ha prohibido salir del país”, ha señalado este miércoles Miquel Iceta en los micrófonos de RNE, equiparando la situación de los diputados pendientes de euroórdenes con los que están presos. Los socialistas consideran que, si alguien tiene que pronunciarse sobre esta cuestión, ese es el Tribunal Constitucional, y por el momento no lo ha hecho.

ERC estudia la mejor fórmula para Comín

Por lo que respecta a Comín, en ERC aseguran que están analizando a nivel jurídico la mejor fórmula para que pueda delegar su voto. De no poder hacerlo, aseguraron este pasado lunes, abrirían la puerta a que el conseller cesado de Sanidad dejase su acta. Desde los republicanos explican que la petición de delegación del voto es la opción más probable y que podría llegar en los próximos días.

Con el de Comín, el bloque formado por JxCat y ERC sumaría 66 votos, insuficientes para investir a un candidato por mayoría absoluta (68) como requiere la primera votación, pero suficientes para investir en segunda votación si la CUP mantiene sus abstenciones. Para el viernes hay convocado un pleno de investidura, el de Jordi Sànchez, sobre quien Llarena debe volver a decidir si le permite acudir a su debate de investidura. A diferencia de la última vez en la que fue propuesto, en esta ocasión en la Cámara habría mayoría para que prosperase la investidura.

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