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Las vacunaciones cayeron hasta un 30% en el pico de la epidemia y los pediatras llaman a recuperarlas

Las vacunaciones han descendido durante la epidemia.

Pau Rodríguez

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Mientras el mundo entero espera la llegada de la vacuna contra la COVID-19, un virus que ha dejado más de 300.000 muertos, a los pediatras les preocupa también la inmunización de los niños y niñas frente a otras enfermedades. Durante las semanas más duras de la epidemia, las coberturas de algunas vacunaciones de los bebés menores de 15 meses han llegado a caer un 30%, con lo que ahora los médicos y las autoridades sanitarias llaman a recuperar el tiempo perdido para evitar riesgos.

Consciente de que la epidemia estaba poniendo patas arriba los centros de atención primaria, el pasado 25 de marzo el Ministerio de Sanidad emitió una orden para dar prioridad a las vacunaciones hasta los 15 meses de edad y en poblaciones concretas como las embarazadas (frente a la tosferina) y personas en tratamientos específicos. Aun así, los pediatras advierten que muchas familias tuvieron miedo de acudir a los centros de salud. También la propia reorganización de la Atención Primaria para contener el virus, y las bajas de decenas de profesionales, obligaron en algunos casos a demorar estas visitas.

“Es un tema que nos ha preocupado mucho y por eso, tras descubrirlo, estamos tratando de revertirlo”, explica Eliseo Pastor, Jefe de la Sección de Coordinación y Promoción de la Salud dentro de la conselleria de Sanitat Universal i Salut de la Comunitat Valenciana. A falta de datos públicos, él fue uno de los primeros en recabarlos y presentarlos en un seminario web de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANEVAC). En su comparativa respecto a 2019, la hexavalente a los dos y cuatro meses de vida –contra la difteria, tétano, tos ferina o polio– caía por debajo del 7%, pero la disminución de vacunaciones del neumococo y la triple vírica a los once y doce meses, respectivamente, fue del 30%.

En abril, la reducción para ambas según los datos de la Comunitat Valenciana ya fue inferior –de un 26 y un 13%, respectivamente–, y Pastor añade que en mayo la triple vírica presenta ya un aumento del 5% respecto al mismo mes de 2019.

En este sentido, y pese a la insistencia de su llamamiento, los pediatras consultados confían en que la cultura favorable a la vacunación en España haga que las familias se pongan al día en cuestión de meses. En los últimos años las coberturas en las vacunas de lactantes superan el 95%, una situación que se considera prácticamente ideal y que se logra sin que la vacunación sea obligatoria.

Evitar brotes como el de sarampión

De todos modos, Pastor advierte que “todo lo que se vaya dejando en el tiempo puede generar bolsas de baja cobertura que generen brotes importantes”. El que más preocupa a los pediatras el sarampión. “Es una enfermedad con un factor de reproducción muy alto y si bajamos su cobertura podría haber casos, como ocurrió el año pasado en Italia”, advierte Valentí Pineda, presidente de la Sociedad Catalana de Pediatría. Precisamente la vacuna contra el sarampión es la que se incluye junto a la de la rubeola y la parotiditis dentro de la llamada triple vírica, de las que más ha caído.

Además de la Comunitat Valenciana, recientemente han ido apareciendo datos de otras comunidades. En sus instrucciones a los centros para recuperar los niveles de vacunación previos a la crisis, la Junta de Andalucía reconocía un descenso de las dosis administradas de entre un 25 y un 60%. “Esta situación comienza a dar como resultado un aumento del riesgo de enfermedades infecciosas prevenibles con vacunas y de potenciales brotes epidémicos”, advertían en la circular.

En la Región de Murcia, según datos ofrecidos por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), la situación es parecida a la de Valencia. Una reducción de dosis de triple vírica de 26 puntos porcentuales en marzo y 41 en abril, y de 17 y 20 puntos respectivamente en el caso de la del meningococo C a los cuatro meses. “Si son solo dos o tres meses y luego se recupera, no pasará nada, pero si la cobertura baja los virus pueden reaparecer, por eso hay que estimular a los profesionales a que se pongan las pilas y a las familias a que vengan”, resume Francisco Álvarez, pediatra y coordinador del Comité Asesor de Vacunas.

Instrucciones de las comunidades

A todo ello hay que añadir que, en los mayores de 15 meses de edad, las vacunaciones han caído todavía más. Aunque no haya datos concluyentes sobre ello, y su importancia sea menor al ser sobre todo vacunaciones de recuerdo, los pediatras calculan que las que se ponen en los colegios, como ocurre en algunas comunidades autónomas, habrán caído casi a cero. Pastor pone como ejemplo también la vacuna de recuerdo de tétano y difteria a mayores de 64 años: “Hemos pasado de poner 2.000 dosis en un mes a no llegar a diez”.

Por todo ello, varias comunidades están enviando instrucciones a sus centros de Atención Primaria para hacer una captación activa de vacunaciones durante la desescalada. Lo hicieron partiendo de una nota informativa del Ministerio del pasado 14 de mayo en la que se recordaba la “altísima prioridad” de las vacunas recomendadas y plasmadas en el calendario.

A favor de los pediatras juega el axioma de que nunca es tarde para vacunarse. Solo hay que cumplir algunos intervalos mínimos de tiempo entre dosis –por ejemplo, en el caso de la triple vírica es un mes–. “Es decir, que si te tenías que haber puesto una vacuna hace seis meses y no lo has hecho, te la podemos poner ahora”, resume Álvarez. “Cuando se haga la revisión a los niños se comprobará si tienen las vacunas puestas, y si no las tienen, les llamaremos para ponérsela”, concluye.

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