Cospedal y Román evitan a los bomberos de Guadalajara

Con el boato y los oropeles de los grandes fastos, ayer se presentaba en Guadalajara la candidatura con la que Antonio Román pretende renovar como alcalde, después de ocho años al frente del Ayuntamiento y con manifiesta falta de ganas de continuar en el puesto. La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, acudía al acto que se celebró a mediodía en el Casino Principal de la calle Mayor.

Los bomberos de Guadalajara se desplazaron hasta el lugar para intentar que el alcalde y la presidenta de Castilla-La Mancha conozcan la situación en la que se encuentra el servicio. Hasta ahora el alcalde se ha negado a recibirles. Sin embargo, un férreo cordón policial impidió a los bomberos acercarse hasta sus representantes. Cospedal recorrió los 50 metros que separan el Casino Principal de la sede de campaña del PP en Guadalajara blindada por sus escoltas y la nube de policías que la acompaña en todos sus desplazamientos.

Imposible les fue a los miembros del cuerpo de bomberos contarle a la presidenta de Castilla-La Mancha que con el mínimo de siete bomberos por turno impuesto por Román no pueden garantizar la seguridad de una población de más de 80.000 habitantes. El alcalde, una vez más, no quiso escucharles.

Por todo ello, los bomberos intentaron informar a los viandantes de la calle Mayor de su situación, distribuyendo las octavillas que han editado ellos mismos.