Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

Benigànim, un pueblo confinado: “Es como una película, una pesadilla, y ahora más que estamos en una burbuja”

Benigànim empieza un confinamiento tras triplicar sus positivos por COVID-19 en una semana.

Toni Cuquerella

0

En la localidad de Benigànim se vivía una especie de calma tensa la semana pasada. Desde que el sábado 22 la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública informara de un brote de 24 casos positivos de COVID-19 y dos días después se realizara un rastreo masivo a 196 personas en el pabellón polideportivo de la localidad, no se tuvo durante seis días ninguna noticia sobre los resultados. Hasta el fin de semana, cuando algunos que se realizaron la prueba PCR tuvieron notificación del resultado ya el sábado, y fue el domingo cuando el Ayuntamiento comunicaba el resultado de 51 nuevos casos. El brote triplicaba sus contagiados y llegaba a 75 positivos.

El mismo domingo la alcaldesa de Benigànim, Amparo Canals, hablaba con la consellera de Sanidad, Ana Barceló, con quien estuvo en contacto desde el inicio del brote. Entonces ya advirtió de que se podían tomar medidas más duras en ese pueblo de la comarca de la Vall d'Albaida, de casi 6.000 habitantes. Finalmente se aplicaron. La tasa de contagios había pasado de 34,24 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes a los 994,46 a fecha 27 de agosto i se han disparado a 1.506,59 el día 31.

La cuarentena de Benigànim se resume en 14 días de confinamiento en los que se impedirá la entrada o salida del municipio excepto por casos médicos o laborales, se cerrarán bares y restaurantes, parques y jardines, no habrán clases presenciales de los alumnos, ni se podrán hacer celebraciones como bodas, bautizos y comuniones. El lunes a media mañana los medios de comunicación empezaron a informar de las medidas y casi de inmediato el servicio municipal de whatsapp enviaba la misma información a los vecinos suscritos: Benigànim volvía a la casilla de salida tras el estado de alarma.

El nombre de Benigànim empezaba a ser referencia en las redes sociales, y los medios de comunicación extendían el caso a nivel estatal. Incluso el president de la Generalitat, Ximo Puig, ponía el caso de la localidad como advertencia para todos los valencianos en una entrevista en la cadena Ser: “Si es necesario hay que aplicar todas las medidas para restringir y evitar al máximo los contagios que se pueden producir. Por tanto, es una medida a favor de la seguridad sanitaria de la ciudadanía que hay que tomar cuando se ve que puede propagarse” el virus “más allá de lo razonable de la pandemia”.

Las reacciones de los vecinos han sido variadas, desde los que afirmaban que “esto ha sido un descontrol, se veía venir” y los que aseguraban “somos la puta risa”, a los que temen que bares y restaurantes no puedan levantar cabeza tras otro confinamiento. Entre las reacciones curiosas, el anuncio de la comunidad de monjas de clausura del convento de la Beata Inés que han asegurado que todos los días rezan para que acabe la pandemia y piden por todos los fallecidos y sus familias.

La alcaldesa Canals afirma que “la gente tiene un poco de miedo, hay mucho respeto”, y describe estos días: “Es como una película, como una pesadilla, y ahora más que estamos en una burbuja”. Sobre las responsabilidades de la transmisión se habla de dos focos. Uno del Ayuntamiento. “El trabajador lo comunicó rápidamente”, asegura la alcaldesa. Y otro social, una cena. “Pero seguramente no es solo una, pueden ser varias cenas y varias comidas”, reconoce. Al final se perdió la trazabilidad de los contagios. Ante esta situación, sobre las responsabilidades, Canals asegura: “Aquí no hay culpables y todos tenemos nuestra responsabilidad. Se ha cruzado la fatalidad, porque en Benigànim no hacemos nada ni mejor ni peor que en pueblos vecinos”. Ahora, del mismo modo que asegura que se ha sentido arropada por todas las autoridades pide la misma responsabilidad a sus vecinos: “Tenemos que aprovechar la cuarentena para cortar los contagios, los vecinos haremos lo que nos corresponde y las autoridades nos ayudarán”.

A partir de las 16.00 del lunes empezaba el confinamiento de Benigànim. La localidad, discreta y pocas veces bulliciosa, vaciaba todavía más sus calles, y el certificado de la cuarentena lo ponía la Guardia Civil cortando sus accesos y poniendo controles. Puertas cerradas, paciencia, y dos semanas para pensar en el lema en el que se insiste desde el Ayuntamiento: “Irá bien, si lo hacemos bien”.

Etiquetas
stats