14 años después de la última dimisión de un conseller valenciano por una presunta irregularidad, el conseller de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela, seguía los pasos de Luis Fernando Cartagena (que dimitió en 1998 acosado por un delito fiscal) y presentaba su dimisión de su cargo. El motivo, según su relato en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, la “presión mediática” a la que asegura verse sometido desde que el pasado 20 de noviembre se le viera filtrando un presunto documento requerido por la juez que instruye el 'Caso Cooperación' a Rafael Blasco, el principal imputado en la causa (que investiga el desvío millonario de dinero público para la ayuda al desarrollo a un entramado de empresas).
“Desde entonces he venido soportando una serie de acusaciones falsas e insidias que me atribuyen haber filtrado supuestamente un informe del Interventor General al diputado Rafael Blasco”, ha asegurado Vela, al tiempo que reiteraba su inocencia. Su dimisión no se ha producido hasta que la juez encargada del 'caso Blasco', María Pía Calderón, encargara al Tribunal Superior de Justicia valenciano que investigara lo sucedido, por si pudiera ser constitutivo de delito (los hechos denunciados pueden serlo de un delito de revelación de secretos, otro de encubrimiento y un tercero de infidelidad en la custodia de documentos).
Poco después de conocerse su dimisión, el magistrado José Flors, encargado de instruir la denuncia interpuesta por la Fiscalía, ha anunciado la imputación de Vela y del interventor de la Generalitat, Salvador Hernández García, autor del informe, a los que ha llamado a declarar el próximo 12 de diciembre.
Como el conseller no es diputado, tras la dimisión dejará de ser aforado y la investigación de su caso se alejará, por tanto, del TSJ hacia un un Juzgado de Instrucción ordinario. Por lo que lo más probable es que Flors no llegue a tomar declaración ni a Vela ni a Hernández.
El conseller de los impagos
Vela ha renunciado a su cargo por una presunta irregularidad, aunque a los ojos de la luz pública su gestión estaba más en entredicho por ser la cara visible de los numerosos impagos de la Generalitat valenciana. Llegó al cargo tras el último triunfo electoral de Francisco Camps, después de más de una década gestionando las cuentas públicas valencianas de diferentes gobiernos como secretario autonómico de Economía y Presupuestos.
Este ascenso no le posibilitó, sin embargo, frenar el rumbo hacia la quiebra técnica de la economía valenciana, cuyos engranajes, fortalezas y debilidades había contribuido a edificar, y que empezaron a quedar al descubierto al poco de presentar Camps su dimisión y con el acceso de Mariano Rajoy a la presidencia del Gobierno. A pesar de su larga trayectoria como alto cargo en la misma conselleria que hasta hoy capitaneaba, Vela ha manifestado que se va porque “no vive de la política” y ha recordado que es catedrático.
Un único precedente
La anterior dimisión, la de Luis Fernando Cartagena, entonces conseller de Obras Públicas del Gobierno de Eduardo Zaplana, por haber ocultado a hacienda 164 millones de pesetas. Cartagena finalmente ingresó en prisión en verano de 2008 con una condena de cuatro años por quedarse con 49.000 euros donados por unas religiosas al Ayuntamiento de Orihuela, aunque finalmente solo pasó dos meses entre rejas. Solo otro conseller dejó su cargo anteriormente por una presunta irregularidad y fue precisamente Rafael Blasco, el destinatario del informe presuntamente filtrado por Vela. La diferencia es que, en aquella ocasión, Blasco era conseller de un Gobierno socialista y no presentó su dimisión, sino que fue destituido.
En la misma rueda de prensa en que Vela ha comunicado su dimisión a la prensa, el vicepresidente y portavoz del Consell, José Císcar, ha anunciado que será él quien asuma “temporalmente” las competencias de la conselleria dejada por Vela.
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