El jefe de gabinete de Carlos Mazón, el exsecretario autonómico José Manuel Cuenca, ha declarado ante la jueza de la dana que los mensajes de WhatsApp que lo implican en la gestión de la emergencia del 29 de octubre de 2024, jornada que se saldó con 230 fallecidos, están “descontextualizados”, según informan a elDiario.es varias fuentes conocedoras de la testifical. Se trata de la segunda declaración del alto cargo de Presidencia de la etapa de Mazón, que fue citado de nuevo por la magistrada tras conocerse el acta notarial aportada por la defensa de Salomé Pradas con los mensajes de WhatsApp de la exconsellera.
A media mañana, la instructora ha rechazado la posibilidad de transformar la condición de Cuenca de testigo a investigado, tal como planteaba la abogada de una de las acusaciones populares personadas en la causa. La jueza, tal como ha informado este diario, ha insinuado que el único presunto delito que podría haber cometido el testigo es el de falso testimonio (excluído por la jurisprudencia en el contexto de la fase de instrucción).
La jueza ha concluído que el testigo no tenía capacidad normativa. Simplemente habría ejercido de mero asesor, por lo que la entonces consellera Salomé Pradas “no tenía por qué hacerle caso”. Sin embargo, el letrado de la acusación popular que ejerce Acció Cultural del País Valencià (ACPV) ha solicitado un careo entre el testigo y la investigada Salomé Pradas por las contradicciones evidentes entre ambas versiones. La instructora ha emplazado al abogado a solicitarlo por escrito.
El testigo, en su anterior declaración, aseguró que se le habían borrado los mensajes de WhatsApp al haber cambiado de terminal sin guardar una copia de seguridad. “Yo no tengo los whatsapps y no recuerdo los mismos tras un año, pero sí que le conté todo [a la magistrada] y no encuentro contradicción”, ha manifestado.
La antigua mano derecha de Mazón ha aceptado que se solicite a la Generalitat Valenciana la recuperación de los mensajes de WhatsApp que se borraron de su anterior terminal telefónico corporativo al no haber conservado una copia de seguridad. Aunque ha advertido que un informático de la Generalitat ya le dijeron que no se podían recuperar. Cuando la magistrada le ha pedido autorización expresa, Cuenca ha puesto algún reparo, aunque al final ha aceptado a regañadientes.
Por otro lado, se ha negado a entregar voluntariamente su actual móvil, escudándose en la protección de su intimidad y en que supondría un “acceso indiscriminado” a su terminal. José Manuel Cuenca ha asegurado que, tras hacerse públicos los mensajes de WhastApp con Pradas, ha recibido “amenazas” y ha sentido “pánico”. “Yo, por la experiencia, no estoy dispuesto a entregar el terminal de manera indiscriminada. (...) Siento el dolor de las víctimas, pero quiero proteger a mi familia”, ha manifestado.
Cuenca ha alegado que cuando declaró por primera vez, el pasado 26 de noviembre, no recordaba con detalle la conversación con Pradas sobre el confinamiento. El testigo ha apuntado al secretario autonómico de Presidencia, Cayetano García Ramírez, como el alto cargo que asesoró a Pradas sobre el posible confinamiento, una de las medidas que barajaba el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) ante el peligro en la presa de Forata.
El jefe de gabinete de Mazón ha llegado al juzgado de Catarroja acompañado por Pepe Morgan, letrado en excedencia y asesor del PP en la Mesa de las Corts Valencianes. Cuenca ha asegurado que Morgan lo ha acompañado por “amistad” y en ningún caso como asesor jurídico.
“Ha sido una semana difícil”
La magistrada instructora, de entrada, ha interrogado al testigo sobre las “contradicciones” en las que ha incurrido, según ha destacado la jueza Nuria Ruiz Tobarra.
José Manuel Cuenca ha asegurado que es “falso” que transmitiera a Salomé Pradas las órdenes de Carlos Mazón. Cuenca ha afirmado que, simplemente, remitió a Pradas a los servicios jurídicos de la Generalitat “a través de Cayetano [García Ramírez]”.
García Ramírez le comunicó a Cuenca que los servicios jurídicos de la Abogacía de la Generalitat ya estaban avisados sobre la consulta del confinamiento de la provincia de Valencia.
El testigo ha vinculado las órdenes que dio a Pradas —“Salo, de confinar nada”— con el recurso a la Abogacía. “Ni di orden alguna, ni hice propuesta alguna ni sugerencia alguna, no tengo conocimientos jurídicos”, ha declarado.
Cuenca ha defendido que no dio órdenes sino que trasladó reservas jurídicas que ni siquiera partían de él. El testigo ha sostenido que, en todo caso, Salomé Pradas tenía que haber consultado con la Abogacía, de ahí la expresión que transmitió a “Salo”.
“Es importante, señoría, aclararlo porque luego entramos en otras cuestiones, ha sido una semana difícil, no puedo admitir de que haya dado yo una orden”, ha afirmado dirigiéndose a la jueza.
“Trasladaba calma por el mero hecho de que la Abogacía estaba avisada por si tenían que tomar algún tipo de consulta y desde un ámbito jurídico que no controlo, ni tengo conocimiento, por eso solo pongo en contacto y ayudo en eso”, ha agregado. El fiscal, con cierta ironía, le ha espetado al testigo que, leyendo los whatsapps, parecía más un “vicepresidente” que un mero jefe de gabinete. “Yo solo soy la persona de acceso a él [a Carlos Mazón] si no le localizan”, ha terciado el aludido.
Además, Cuenca también ha negado que le dijera a Pradas que no molestara Carlos Mazón durante la comida en el restaurante El Ventorro con Maribel Vilaplana, tal como afirmó la exconsellera en una entrevista en el programa 'Salvados' de La Sexta. El testigo ha matizado que no dijo “taxativamente” que no se molestara al president. “No recuerdo que el presidente me haya dicho que no le moleste nadie”, ha añadido.
También ha asegurado que desconocía si Carlos Mazón informó al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Preguntado por la opinión de Mazón sobre el confinamiento, el testigo ha contestado: “No lo sé, yo no hablo con él de eso”.
El abogado de una de las acusaciones particulares ha interrogado a Cuenca sobre su excursión, en plena alerta roja la tarde de la dana, a Benigànim y Xàtiva. En un mensaje de WhatsApp a la directora general Pilar Montes le dijo que era por un asunto vinculado al PP y en su anterior declaración testifical afirmó que era por una cuestión personal. Este viernes ha reiterado que fue “un tema particular”, sin aportar detalles suplementarios.
Un interrogatorio tenso
Varias fuentes jurídicas coinciden en que se trata de un interrogatorio “tenso”. La magistrada no ha disimulado sus reservas hacia la versión de José Manuel Cuenca, tal como se desprende de uno de los rifirrafes que han mantenido la jueza y el testigo:
—¿No es más cierto que Mazón le daba instrucciones a la consellera a través de usted?
—Eso es falso, el presidente siempre estuvo localizado, hablaron por la tarde.
—Eso no es verdad. De las pruebas que hay aquí, eso no es verdad (...). ¿Mazón no le daba instrucciones directas a Pradas?
—Ni directas, ni indirectas, ni a través mía, ni a través de Presidencia. Yo vengo a decir verdad, así lo hice y así lo hago. Yo me juego mucho. Yo no puedo permitir que a mí se me pueda imputar la idea de que era un transmisor de órdenes en una emergencia. La gestión es técnica. Nadie me encomendó dar órdenes técnicas (...).
—Yo no sé lo que se juega….
El testigo vinculaba el hipotético confinamiento con un estado de alarma, que “es algo grave” que “supone restringir la movilidad de 2,5 millones de valencianos”. “Considero que el Gobierno de España y la delegada [Pilar Bernabé] algo tendrían que decir”, ha apostillado.
“Yo no soy machista”
José Manuel Cuenca ha dicho que WhatsApp “no tiene alma” y ha asegurado que los mensajes están descontextualizados. “Yo no doy ni orden ni propuesta ni nada”, ha reiterado.
Cuenca, en los mensajes de WhatsApp, se refirió a la delegada del Gobierno, la socialista Pilar Bernabé, como “la chica”. Sin embargo, ante la jueza se ha escudado: “Yo no soy machista, si hubiera sido hombre hubiera dicho chico”.
La consellera le dijo: “Está la cosas [sic] muy mal”. Y Cuenca le espetó: “Ya mujer”. Ante la jueza, el jefe de gabinete ha negado que fuera una expresión “frívola”. “No le estoy quitando relevancia al momento. Yo desconocía qué estaban haciendo en el Cecopi. No tengo ni idea del mensaje ni las características, todo el día se mandaban mensajes de la emergencia”, ha declarado.