Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Plasma, Facebook y cintas de video

Javier Caro

0

En esta era en la que nos ha tocado vivir, llena de singularidades, hemos aprendido a pasos agigantados a ser más cautos en cuantos a nuestras afirmaciones o nuestros comentarios. Ahora todos somos hijos de Internet. Los políticos por su parte han aprendido más rápido aún, son conscientes que deben dar explicaciones de sus actos, aunque luego en la realidad no lo hagan muy a menudo, y puliendo su astucia hasta puntos infinitos, han recurrido a los algoritmos de la red o las pantallas de plasma, para que no se pueda decir que no transmiten información, pero eso sí, sin preguntas algunas que les puedan incomodar.

Los ciudadanos ya parecemos acostumbrados a éste nuevo estilo de comunicación, aunque siempre sea unidireccional y con toda la parafernalia detrás. Los políticos pueden estar imputados en casos muy graves, pero siempre aparecerán en su condición de abnegados trabajadores de lo público, y grandes conciudadanos que hacen el mejor bien posible para todo el mundo, y claro, como no hay preguntas, ni replicas, ni nada de nada, muchos se tragan el roscón de reyes en modo de soliloquio trasnochado. A veces es tanto el clamor popular que la cosa parece que va a cambiar, pero ¡zas!, da un nuevo giro a la trama y nos posiciona en el mismo punto que al principio, pero con tanto giro, nos mareamos y perdemos la orientación. Alicante ha sufrido todo tipo de tramas urbanísticas, amiguismos y robos descarados, pero la dimisión ha brillado como la estrella de oriente, pero esta vez por su ausencia. De hecho si la hubieran tenido que seguir los Reyes Magos se habrían perdido, y habrían ido a parar a cualquier otro lugar, menos al pesebre de Jesús.

Sonia Castedo, la alcaldesa que se mantenía férrea a su ayuntamiento, aunque ni los de su partido quisieran darle la mano, decidió dar un paso adelante, coger su móvil, respirar hondo, contar hasta tres y anunciar por Facebook que dimitía. Ese mismo Facebook donde no puede etiquetar al constructor Ortiz, ya que no es su amigo, ni nada que se le pueda parecer. Seguro que cuando pulsó el botón de enviar, suspiró, y miró sus fotos de las Navidades en Andorra junto a esa persona que apenas conoce llamada Enrique Ortiz. En su retina, iluminada por el reflejo del móvil, aún tenía la viva imagen del ascenso del Hércules a Primera división, y como abrazaba a su “tronco”, aunque no lo conocía de nada, que también era el presidente del equipo alicantino. Y lloró, pues ella es muy del Hércules, tanto que en el sumario del caso Brugal, un tema tan conocido por estas tierras de Sol y playa, se destapaba un presunto uso masivo de sobornos desde el Hércules para ascender a Primera, aunque esto quedó archivado. Y todo eso sin conocer a ese hombre con el que compartía risas por teléfono, viajes y sueños por llegar a ser más grandes, frente al asombro del pueblo.

Sonia Castedo heredó su cargo del también imputado Luís Díaz Alperi, así que todo nos lleva a pensar que en la ciudad se había instalado un modo de hacer política muy particular, y que los sobornos, las corruptelas y la falta de claridad en la gestión era algo hereditario. Ahora tendremos que preguntarnos si Andrés Llorens, que la sustituye en el cargo, y que, ya sabemos que parece increíble, también está procesado por prevaricación y falsedad documental, también se sumará a la nueva tradición impuesta por la que un día fue bellesa de su hoguera, de comunicarlo todo por Facebook. Como buena socióloga que es, seguro que patentará esta idea que ha tenido, sabiendo que muchos la seguirán. Aunque Andrés puede que tire más arriba y desee emular al jefe de todos, y hacer sus comparencias por plasma, que es más cool.

Etiquetas
stats