Siete razones para beber té todos los días

Siete razones para beber té todos los días.

Eric Santaona

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El té y otras infusiones tienen muchos beneficios para la salud y muchos de ellos se enfatizan cuando tales bebidas se ingieren de forma cotidiana, casi como parte de la rutina diaria. Pueden constituir un hábito más saludable que el café, en particular si se han de beber en las últimas horas del día, dado que su contenido de cafeína (en forma de teína) es bastante más bajo.

Más allá de eso, existen numerosos estudios científicos que han analizado los beneficios del consumo regular de té. A continuación, algunas de las conclusiones más importantes.

1. Ayuda a vivir más y mejor

Un estudio publicado a comienzos de este año asegura que beber té al menos tres veces por semana ayuda a vivir más. En concreto, el texto dice: “Los bebedores habituales de té tenían 1,41 años más libres de enfermedad cardiovascular aterosclerótica y 1,26 años más de esperanza de vida a la edad índice de 50 años”.

Además, la tasa de mortalidad por todas las causas de los miembros del grupo bebedor de té fue hasta un 15% menor y el riesgo de padecer un ictus o enfermedad cardiaca también fue menor. La investigación fue realizada en China y se basó en información de más de 100.000 personas.

2. Contribuye a una mejor salud cardiovascular

Otro de los principales efectos positivos del té negro (que se obtiene de la planta Camellia sinensis) es la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cardiacas. 

Posiblemente, afirma un trabajo de 2018, esto se logra “a través de un mecanismo relacionado con la activación de mediadores químicos derivados del endotelio”, un tejido presente en los vasos sanguíneos y el corazón. El texto explica que estos beneficios se manifiestan cuando la ingesta de té es regular: “Varios estudios han revelado una fuerte relación inversa entre la ingesta regular de té y el riesgo cardiovascular”.

Además, una revisión de artículos realizada por científicos de Italia e Irán concluyó que los efectos positivos para la salud cardiovascular se advierten de manera especial en personas con sobrepeso y obesidad. Como estos últimos son factores de riesgo para los problemas vinculados con el corazón, el té consumido a diario podría resultar un importante aliado para la salud.

En la misma revisión se destaca que “estos resultados parecen sugerir que el té podría ejercer efectos protectores contra el desarrollo de enfermedades cardiovasculares”. No obstante, el documento también destaca en cuanto al café que “los resultados son controvertidos y no permitieron sacar conclusiones”, por lo que “se necesita más investigación antes de que se puedan hacer recomendaciones definitivas para el consumo de café contra el desarrollo de enfermedades cardiovasculares”.

3. Facilita la prevención del sobrepeso y la obesidad

Un análisis de los hábitos de 6.472 personas en Estados Unidos arrojó como resultado que “el consumo de té está inversamente asociado con el estado de peso y otros marcadores del síndrome metabólico en adultos estadounidenses”. Según el trabajo, los bebedores de té tenían índices de masa corporal más bajos y también una menor circunferencia de cintura que los no bebedores. 

Una curiosidad de estos resultados fue que este beneficio se registró entre quienes beben el té caliente: las personas que lo toman frío mostraron una relación inversa, es decir, perjudicial. Esto es debido a que el té helado con hielo y azúcar es una bebida muy popular en Estados Unidos en todos los estratos sociales, mientras que la ingesta del té en infusión caliente es más propia de personas de cultura asiática.

4. Y a reducir el riesgo de diabetes

Un estudio de 2017 comprobó que el consumo de té negro ayuda a disminuir los niveles de glucosa posprandial en la sangre después del consumo de azúcar común, un hecho que redunda en un descenso en el riesgo de sufrir diabetes. La glucosa pospandrial es la que queda de remanente en la sangre una vez el cuerpo ha hecho la digestión de una comida; se trata de un pico glucémico que poco a poco deberá desaparecer, pero que si tarda demasiado puede forzar al páncreas a fabricar un exceso de insulina, lo que a largo plazo podría derivar en la enfermedad diabética.

Los mayores responsables de este beneficio del té son los polifenoles, en particular los flavonoides, unas sustancias que poseen propiedades antioxidantes muy potentes y que ayudan a “secuestrar” (se asocian a ella) la glucosa libre en la saliva de modo que no pase a la sangre en cantidades tan grandes. Estas virtudes se producirían solo si ingerimos el té tras una comida o tras un postre.

5. Menos probabilidades de padecer un ictus

De la citada Camellia sinensis se obtienen varios tipos de té en función de su tratamiento: además del negro, los tés llamados verde, blanco y oolong. El té verde es uno de los más consumidos en todo el mundo. 

Científicos japoneses estudiaron los casos de más de 82.000 personas (de edades entre 45 y 74) durante trece años y llegaron a la conclusión de que el elevado consumo de té verde –y también de café– está “asociado de manera inversa” con el riesgo de padecer un ictus.

Hace unos años, algunos países nórdicos expresaron su preocupación debido a la posibilidad de que las catequinas, los flavonoides del té verde, pudieran tener un efecto nocivo para el hígado

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria evaluó esa posibilidad y en 2018 emitió un comunicado en el que explica que las catequinas del té verde son “por lo general, seguras”. 

En cambio, si se toman suplementos alimentarios que incluyan catequinas, se debe tener cuidado de que su dosis no sea superior a 800 miligramos diarios, una cantidad que solo con el té es difícil de alcanzar.

6. Posible prevención del cáncer

Muchos estudios de laboratorio o con animales han hallado posibles relaciones entre los polifenoles del té (sobre todo los del té verde) y la posible prevención del cáncer. En particular, debido a que su capacidad antioxidante podría inhibir la proliferación celular en los tumores en diversos órganos. 

No obstante, según informa el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, muchos trabajos han arrojado resultados contradictorios, posiblemente debido a diferencias en variables como la producción, preparación y consumo de las infusiones y relacionadas con los sujetos participantes en las pruebas. Por lo tanto, pese a los indicios esperanzadores, hacen falta nuevos elementos para tener una idea más precisa sobre esta cuestión.

7. Combate el mal aliento

Los polifenoles del té negro también previenen el desarrollo en la cavidad bucal de bacterias responsables del mal aliento, así como la producción de compuestos malolientes por parte de esas bacterias. Así lo comprobaron científicos de la Universidad de Illinois en Chicago, Estados Unidos. “En concentraciones que oscilan entre 16 y 250 microgramos por mililitro, los polifenoles inhiben el crecimiento de las bacterias orales”, puede leerse en este trabajo. 

Si bien la halitosis puede tener muchas causas y, por lo tanto, los métodos para combatirla pueden requerir mayor complejidad, tomar té de forma cotidiana puede ser un aliado en esa pelea.

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