Tomar té, pero ¿verde o negro?

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Darío Pescador

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Hace no tanto tiempo, en España era habitual pedir un té en una cafetería y recibir una triste bolsita de origen desconocido en agua hirviendo, con resultados mediocres en cuanto al sabor, la calidad y la experiencia en general. Las cosas cambian y ahora pedir un té puede ser tan complejo como pedir un vino, con una larga carta de procedencias y variedades.

Sin embargo, todos los tés provienen de la misma planta, Camellia Sinensis. Da igual que sea té verde, negro, blanco o rojo. La diferencia es su procesamiento. Las hojas de té se secan y aunque mucha gente piensa que se dejan fermentar, lo que en realidad ocurre es una oxidación con humedad y temperatura controladas. Si el proceso de oxidación es más largo, se obtiene té negro, y si es más corto, té verde.

El té verde es más delicado y al contrario que el negro, pierde su sabor transcurrido un año. También hay que usar agua a una temperatura más baja para infusionarlo, entre 70 y 80 grados, y dejarlo menos tiempo que el negro, no más de tres minutos y en el caso del té verde de alta calidad, puede ser tan breve como 30 segundos. Si se deja durante más tiempo, se intensifica el sabor amargo de los taninos de té y resulta desagradable.

Ambos tipos contienen cafeína, aunque el té negro en mayor cantidad. Una taza de té negro tiene entre 40 y 90 mg de cafeína, mientras que el té verde o blanco tiene entre 20 y 45 mg. En comparación, una taza de café contiene entre 60 y 100 mg de cafeína.

Los beneficios del té verde provienen de unas moléculas antioxidantes llamadas polifenoles, que incluyen las catequinas, teaflavinas, taninos y flavonoides.

Tanto el té verde como el negro contienen l-teanina, un aminoácido que contribuye a la producción del neurotransmisor relajante GABA en el cerebro. Esta combinación hace que el té aumente el estado de alerta, igual que el café, pero sin nerviosismo. Aunque hay variaciones, hay más concentración de l-teanina en el té verde.

El té verde es conocido por su elevado contenido en catequinas, en especial una llamada galato de epigalocatequina (EGCG), que se supone que está detrás de sus beneficios para la salud. Se ha visto que in vitro el EGCG inhibe el crecimiento de las células cancerosas, y protege las neuronas de la inflamación que está detrás del Alzheimer. También previene del síndrome metabólico y el hígado graso en ratones.

Por su parte el té negro es el único que contiene teaflavinas, que se forman durante la oxidación, que también son antioxidantes. En ratones se ha visto que pueden reducir los niveles de colesterol y mejorar la circulación evitando la formación de placas en las arterias.

Dicho esto, en una revisión de los estudios científicos disponibles, la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea EFSA concluyó que no había suficientes pruebas para afirmar que el té verde y sus derivados tuvieran efectos directos sobre las arterias, la hipertensión o el colesterol LDL, y que tampoco protegía del daño oxidativo provocado por la radiación solar ni mejoraba la cognición. Sin embargo, los estudios clínicos han comprobado una y otra vez que estos y otros beneficios se observan en las personas que consumen té verde regularmente. ¿Qué ocurre?

La mayoría de los estudios que han comprobado los efectos positivos del té en la salud se han realizado in vitro o con ratones de laboratorio. Son indicios muy prometedores, y corroboran lo observado en las poblaciones que toman té verde, pero no es suficiente para afirmar que el té sea la causa de esos resultados saludables. Puede haber otros muchos factores implicados, y es poco probable que se puedan curar estas enfermedades solo tomando té.

Por otro, lado las dosis que se usan en animales de laboratorio son proporcionalmente mucho más altas que las que contiene una taza de té. Los antioxidantes no parecen tener un efecto directo contra la oxidación, y en altas dosis pueden ser oxidativos. Por el contrario, estos compuestos del té y otras plantas pueden estimular los antioxidantes de nuestro propio organismo.

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A pesar de que no haya una relación causal demostrada, los efectos beneficiosos del té en las poblaciones que los consumen son notables. En un estudio con más de 40.000 japoneses a lo largo de once años, quienes tomaban más cantidad de té verde tenían una mortalidad menor (23% menos en hombres y 12% menos en mujeres) que quienes no, y las muertes por enfermedades cardíacas e infartos se reducían entre un 22 y un 42%. Es un buen motivo para añadir el té al arsenal de alimentos saludables.

¿En qué se basa todo esto?

L-theanine, a Natural Constituent in Tea, and Its Effect on Mental State

La L-teanina, un componente natural del té, y su efecto sobre el estado mental

Estos datos indican que la L-teanina, a niveles dietéticos realistas, tiene un efecto significativo en el estado general de alerta o excitación mental.

Epigallocatechin Gallate (EGCG), a Major Component of Green Tea, Is a Dual phosphoinositide-3-kinase/mTOR Inhibitor

El galato de epigalocatequina (EGCG), un componente principal del té verde, es un inhibidor dual de fosfoinositida-3-quinasa/mTOR

Nuestros resultados sugieren otro importante mecanismo molecular para las actividades anticancerígenas del EGCG.

Epigallocatechin Gallate Attenuates Amyloid β-induced Inflammation and Neurotoxicity in EOC 13.31 Microglia

El galato de epigalocatequina atenúa la inflamación inducida por el amiloide β y la neurotoxicidad en el EOC 13.31 Microglia

Estos resultados sugieren que el EGCG es un posible agente terapéutico para prevenir la neurodegeneración inflamatoria inducida por Aβ.

The Major Green Tea Polyphenol, (−)-Epigallocatechin-3-Gallate, Inhibits Obesity, Metabolic Syndrome, and Fatty Liver Disease in High-Fat–Fed Mice

El principal polifenol del té verde, (-)-Epigalocatequina-3-Galato, inhibe la obesidad, el síndrome metabólico y la enfermedad del hígado graso en ratones alimentados con mucha grasa

Nuestros resultados indican que el tratamiento de EGCG a largo plazo atenuó el desarrollo de la obesidad, los síntomas asociados al síndrome metabólico y el hígado graso.

Exploring the potential of black tea based flavonoids against hyperlipidemia related disorders

Explorando el potencial de los flavonoides basados en el té negro contra los trastornos relacionados con la hiperlipidemia

En pocas palabras, las intervenciones dietéticas basadas en las taflavinas y las arubiginas son útiles para aliviar la hipercolestrolemia y la hiperglucemia y deben promoverse como terapia paralela para combatir estos trastornos.

Specific Dietary Polyphenols Attenuate Atherosclerosis in Apolipoprotein E–Knockout Mice by Alleviating Inflammation and Endothelial Dysfunction

Los polifenoles dietéticos específicos atenúan la aterosclerosis en ratones con apolipoproteína E-Knockout al aliviar la inflamación y la disfunción endotelial

Los polifenoles alimentarios específicos, en particular la quercetina y la aaflavina, pueden atenuar la aterosclerosis en los ratones que padecen de ApoE-/- genocidio al aliviar la inflamación, mejorar la biodisponibilidad del NO e inducir la heme oxigenasa-1. Estos datos sugieren que la protección cardiovascular asociada a las dietas ricas en frutas, verduras y algunas bebidas puede ser en parte el resultado de los flavonoides, como la quercetina.

Scientific Opinion on the substantiation of health claims related to Camellia sinensis (L.) Kuntze (tea), including catechins in green tea, and improvement of endothelium‐dependent vasodilation (ID 1106, 1310), maintenance of normal blood pressure (ID 1310, 2657), maintenance of normal blood glucose concentrations (ID 1108), maintenance of normal blood LDL cholesterol concentrations (ID 2640), protection of the skin from UV‐induced (including photo‐oxidative) damage (ID 1110, 1119), protection of DNA from oxidative damage (ID 1120, 1121), protection of lipids from oxidative damage (ID 1275), contribution to normal cognitive function (ID 1117, 2812), “cardiovascular system” (ID 2814), “invigoration of the body” (ID 1274, 3280), decreasing potentially pathogenic gastro‐intestinal microorganisms (ID 1118), “immune health” (ID 1273) and “mouth” (ID 2813) pursuant to Article 13(1) of Regulation (EC) No 1924/2006

Opinión científica sobre la fundamentación de las alegaciones de salud relacionadas con Camellia sinensis (L. ) Kuntze (té), incluyendo catequinas en el té verde, y la mejora de la vasodilatación dependiente del endotelio (ID 1106, 1310), el mantenimiento de la presión arterial normal (ID 1310, 2657), el mantenimiento de las concentraciones normales de glucosa en la sangre (ID 1108), el mantenimiento de las concentraciones normales de colesterol LDL en la sangre (ID 2640), la protección de la piel contra los daños inducidos por los rayos UV (incluyendo foto-oxidación) (ID 1110, 1119), protección del ADN contra el daño oxidativo (ID 1120, 1121), protección de los lípidos contra el daño oxidativo (ID 1275), contribución a la función cognitiva normal (ID 1117, 2812), "sistema cardiovascular" (ID 2814), "vigorización del cuerpo" (ID 1274, 3280), disminución de los microorganismos gastrointestinales potencialmente patógenos (ID 1118), "salud inmunológica" (ID 1273) y "boca" (ID 2813) de conformidad con el artículo 13, apartado 1, del Reglamento (CE) Nº 1924/2006



Green Tea Consumption and Mortality Due to Cardiovascular Disease, Cancer, and All Causes in Japan: The Ohsaki Study

Consumo de té verde y mortalidad por enfermedades cardiovasculares, cáncer y todas las causas en Japón: El estudio Ohsaki

El consumo de té verde se asocia con una reducción de la mortalidad por todas las causas y por enfermedades cardiovasculares, pero no con una reducción de la mortalidad por cáncer.

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