Para postres, ensaladas, pasta o cremas: el ingrediente alto en proteínas que puede cambiar tus platos
Cada vez son más las personas que buscan formas de comer mejor sin tener que renunciar al sabor. Ya no se trata solo de contar calorías, sino de elegir ingredientes que aporten algo más como saciedad o nutrientes. Entre los más valorados se encuentran aquellos que tienen muchas proteínas, pocas grasas y se pueden usar fácilmente en el día a día.
El queso batido es uno de esos ingredientes que aún no es tan conocido, pero que tiene mucho que ofrecer. Se parece al yogur por su textura cremosa, pero cuenta con más proteínas y menos acidez. Su sabor no es dulce ni salado, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para usar en toda clase de recetas.
Este tipo de queso se puede usar para espesar salsa, sustituir crema pesada, hacer postres más ligeros o dar un toque diferente a las ensaladas. Su sabor suave no compite con los demás ingredientes, sino que los acompaña. De manera que es sencillo convertir un plato simple en algo mucho más nutritivo y equilibrado sin complicarse en la cocina.
Qué es el queso batido
El queso batido es un producto lácteo fresco con una textura cremosa y uniforme que se parece al yogur pero con más proteínas y un sabor más suave. Se prepara a partir de leche desnatada o semidesnatada que ha sido fermentada a la que se le quita el suero y luego se bate hasta que queda con una textura uniforme, sin grumos. Este tipo de queso no se deja madurar como otros, por eso tiene un sabor más neutro y no huele fuerte.
Su textura es muy parecida a la del yogur griego, pero más espesa y sin ese toque ácido. Este ingrediente se puede utilizar tanto en platos salados como dulces porque no tiene ni azúcar ni sal añadida. Se trata de un producto ideal para mezclarlo con fruta, usar en salsas, untar en las tostadas o añadir a recetas de repostería.
Cómo usarlo en recetas saladas
El queso batido, al no tener un sabor fuerte, se adapta perfectamente a muchos platos y puede reemplazar otros ingredientes más grasos como la nata, la mayonesa o el queso crema.
En ensaladas, se puede usar como base para hacer aliños más ligeros. De esta manera, solo hay que mezclarlo con un poco de aceite de oliva, sal, pimienta y alguna hierba como cebollino o albahaca. También se puede combinar con mostaza o limón para darle un sabor más fuerte. Otra opción es usarlo tal cual como una cucharada extra sobre una ensalada de verduras o de pasta.
El queso batido funciona muy bien en los platos de pasta como ingrediente de la salsa. Un ejemplo es calentar con un poco de ajo en polvo, sal y queso rallado para obtener una crema suave sin necesidad de usar nata. Además, también lo podemos utilizar para rellenar lasañas o canelones, mezclado con espinacas y especias.
También es el ingrediente perfecto para preparar las salsas frías. Se puede batir junto con atún, aguacate, pimiento o aceitunas y hacer una salsa espesa para untar o acompañar en platos con carnes y verduras. También lo podemos usar como sustituto del queso crema a la hora de preparar tostadas o bocadillos.
Cómo usarlo en recetas dulces
El queso batido también es perfecto para realizar recetas dulces y así conseguir postres mucho más ligeros y cremosos. Una forma sencilla de utilizarlo es con fruta fresca donde se puede mezclar con fresas o plátanos y añadirle un poco de miel o canela para aportarle más sabor.
También se puede utilizar para hacer una tarta de queso donde sustituiremos el queso crema por queso batido mezclado con gelatina, un poco de azúcar o edulcorante, y luego enfriarlo en el frigorífico. El resultado es una versión con menos calorías y más proteínas que la receta tradicional, aunque igualmente cremosa y deliciosa.
Otra opción es usarlo para hacer las cremas o los rellenos de los pasteles y las tartas. Simplemente, debemos añadirle un poco de cacao en polvo, vainilla o incluso algunas frutas trituradas. De esta manera conseguiremos un relleno suave y sabroso, a la par que saludable.
Por último, el queso batido también se puede utilizar en los batidos cremosos. Para ello, lo mezclamos con frutas, avena y un poco de leche o agua. Una vez este todo bien integrado y mezclado, obtendremos un batido cremoso y refrescante perfecto para un desayuno o merienda.
Cómo elegir el mejor queso batido
El queso batido es un producto cada vez más fácil de encontrar en los supermercados, tiendas de alimentación o incluso en tiendas online especializadas en alimentos saludables. Lo puedes encontrar en la sección de lácteos junto al yogur y queso fresco, y suele venderse en envases individuales o en formato grande, dependiendo de la marca y el tipo de distribución.
A la hora de elegir el mejor queso batido debemos leer muy bien la etiqueta para asegurarnos de que estamos comprando un producto de buena calidad. Es importante revisar que no contengan azúcares añadidos, conservantes artificiales, espesantes o aditivos, sino que tengan ingredientes simples como leches, cultivos lácticos y, en algunos casos, algo de sal.
Si una de tus preocupaciones es el contenido de proteínas, busca productos que contengan al menos unos ocho gramos de proteína por cada 100 gramos, ya que este suele ser el nivel habitual de los quesos batidos de buena calidad. Si, por otro lado, buscas otros beneficios adicionales para la salud digestiva, puede ser útil escoger aquellos que indican la presencia de probióticos.
Por último, un buen queso batido debe ser cremoso, pero no tan denso como el queso crema, por lo que debes fijarte muy bien en la textura. Si tiene una textura demasiado líquida es posible que contenga demasiada agua y esto puede afectar a la versatilidad de alguna de las recetas.
0