El Gobierno británico contempla una BBC regulada por una organización externa

El Gobierno británico incluyó hoy en sus planes para el futuro de la BBC que la cadena pública pase a ser regulada por una organización externa por primera vez en su historia, a fin de conferirle una “mayor independencia”.

En una comparecencia en el Parlamento, el secretario de Estado de Cultura, John Whittingdale, dio a conocer un Libro Blanco con los planes del Ejecutivo para renovar el actual estatuto de la BBC -que define su perfil y propósitos-, que expirará el 31 de diciembre.

El pasado año, el Gobierno de David Cameron y la cadena pusieron en marcha una consulta pública para analizar los objetivos, estructura y mecanismo de financiación del canal de cara al nuevo estatuto, que entrará en vigor en 2017.

“La BBC está y debe estar siempre en el corazón de la vida británica. Queremos que prospere, emita programas fantásticos para las audiencias y actúe como motor para el crecimiento y la creatividad”, afirmó hoy Whittingdale al tiempo que detalló esos planes de cambio.

Según las reformas presentadas, la BBC pasará a estar controlada por primera vez en sus 90 años de existencia por el regulador de los medios de comunicación en el Reino Unido, el Ofcom, por ser el “organismo apropiado”.

También se creará una nueva junta administrativa -que reemplazará a la actual BBC Trust-, cuya mayoría de miembros serán independientes del Gobierno.

La responsabilidad máxima sobre la línea editorial continuará recayendo en el director general de la cadena, Tony Hall, mientras que la actual presidenta, Rona Fairhead, seguirá ocupando su puesto hasta finales de 2018.

En su intervención parlamentaria, Whittingdale consideró que el actual sistema regulador de la BBC es “confuso e ineficaz”, lo que hace que sea “vital” acometer una “reforma”.

Los cambios conferirán a este medio “mucha más independencia del Gobierno en cuestiones editoriales, en su gobernanza, a la hora de fijar presupuestos y a través de un estatuto más largo”, según puntualizó.

Al mismo tiempo, esas modificaciones contribuirán a que el canal “logre su propio deseo de reflejar mejor la naturaleza diversa de su audiencia”, a la vez que “será más transparente y rendirá responsabilidades ante el público al que sirve”.

El Libro Blanco aborda también la actual manera de financiación de la BBC, mediante un canon anual de 145,50 libras (184,5 euros) que pagan los británicos con televisión, una licencia que será válida durante al menos los próximos 11 años, por ser “el modelo de financiación más apropiado”.

Esa cantidad se incrementará en línea con la inflación hasta el periodo 2021-2022.

Por otro lado, para poder acceder a los contenidos online bajo demanda de la BBC, fundada en 1922 y referente del periodismo mundial, será necesario, en virtud de estas reformas, obtener una licencia de televisión.

El documento estipula también que se hagan públicos los salarios anuales que perciben los trabajadores del canal que superen las 450.000 libras (571.500 euros).

Otro de los objetivos pasa por garantizar que la cadena proporcione contenidos y servicios “distintivos” y ponga énfasis en los intereses de las audiencias compuestas por minorías étnicas.

El anuncio ha sido bien acogido por el actual director general de la BBC, Tony Hall, quien comentó que el Libro Blanco “reafirma” la misión de la cadena de “informar, educar y entretener a todas las audiencias de televisión, radio e internet”.

Por su parte, la responsable de Cultura del opositor partido laborista, Maria Eagle, lamentó que Whittingdale sea “extremadamente hostil” hacia el canal público y le reprochó su deseo de que la cadena “se reduzca en tamaño”.

El documento presentado deberá ser debatido en los Comunes el próximo otoño antes de que se redacte el nuevo estatuto de la BBC y se firme para los próximos 11 años.