Reivindican la figura del “modelo de mujer libre” de profesoras represaliadas

La Asociación Cultural Alexandre Bóveda ha reivindicado hoy la figura del “modelo de mujer libre” que representaban las profesoras represaliadas tras el golpe de estado de 1936.

Ante la escultura dedicada a Bóveda situada en el parque de Cuatro Caminos en A Coruña, varias decenas de personas han recordado a María Miramontes, Elvira Bao Maceiras, Amparo López Jean, Maruxa Mallo, Mercedes Romero Abella, Concepción González Mosquera, María Barbeito y Xoana Capdevielle, entre otras.

El día siguiente al aniversario número 82 del asesinato del político e intelectual que da nombre a la asociación, su presidenta, María Xosé Bravo, ha recordado que desde 1942 el 17 de agosto es el Día da Galiza Mártir, como “homenaje a los asesinados (...) que les quedaba tanta vida por vivir”.

Por eso ha apostado por “recordar la historia” para “no errar en la construcción del futuro”, pues cree que “es necesario no callar” y tener un “recuerdo para esos hombres de fuerte y recio compromiso”.

La historia no se desentierra para llorar las heridas, sino para “afianzar la democracia y construir un presente mejor”, ha proseguido.

“Reivindicamos el ideario político de unas personas y de una generación que vuelve a tener plena vigencia para nuestro país (...) marcaron un camino que nos tiene que llevar más pronto que tarde a decidir nosotros sobre lo nuestro”, ha continuado.

Ha recordado, de forma especial, a las profesoras que participaron en la creación de las las escuelas de enseñanza gallega, que “derribaron los muros buscando un aprendizaje en igualdad”.

Muchas fueron asesinadas y no por ser “socialistas, republicanas o anarquistas”, sino por “representar un modelo de mujer libre y contrario al que quería imponer el franquismo”.

La historia de aquellas maestras la ha relatado Elvira Varela Bao, hija de dos de los fundadores de las Irmandades da Fala -Bernardino Varela y Elvira Bao-, que vio en su madre la figura de una profesora que sufrió las consecuencias del franquismo.

Elvira Bao, ha relatado su hija, “llevaba dieciocho años de maestra en el Sanatorio de Oza” cuando de pronto la Policía se la llevó tras decir que “tenían acusaciones muy graves contra ella”.

“Hace usted ostentación de los ideales allá donde se encuentra y lo que es peor, se lo inculca a los niños”, le dijeron, según el testimonio de Varela Bao.

Por eso pasó unos días en la cárcel “con amenaza de muerte”, la echaron del trabajo y pasó años sin salir de su hogar, pues se negó a pedir perdón por “un delito que no había cometido”.

El acto ha terminado con la lectura de un poema a cargo de Alba Torres, en el que recordaba los asesinatos de las homenajeadas, antes de una ofrenda floral y el himno gallego acompañado por una gaita.