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“Sueño Florianópolis”, humor katziano en portuñol en San Sebastián

EFE

San Sebastián —

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El estilo de la realizadora argentina Ana Katz es tan marcado que ya se habla del “humor katziano”, una mezcla de desacralización, inteligencia y agudeza, en palabras de la actriz Mercedes Morán, del que mostró hoy su último ejemplo, “Sueño Florianópolis”, en el Festival de San Sebastián.

Es su quinto largometraje, la historia de un matrimonio de psicoanalistas argentinos, en proceso de separación, que deciden ir de vacaciones junto a Florianópolis (Brasil), un “disparate” de punto de partida que le sirve a la realizadora para hacer un profundo análisis de las relaciones humanas.

Y como principal punto de humor y de disonancia, las relaciones entre argentinos y brasileños. “Nos amamos y nos odiamos con el fútbol en medio”, afirmó divertida Morán en un coloquio tras la primera proyección de la película, que participa en la sección Horizontes Latinos del festival.

Morán es Lucrecia, en proceso de separación de Pedro (Gustavo Garzón), y junto a sus hijos realizan el que podría ser el último viaje familiar, a la costa brasileña, donde conocen a una divertida pareja, también separada, Marco (Marco Rica) y Larissa (Andrea Beltrão).

La mezcla de español y portugués da como resultado un portuñol en el que se entienden, más bien poco, todos los personajes, lo que permite crear una atmósfera tan onírica como veraz.

Una película en la que Katz juega a destruir algo para acercar su mirada a los personajes y tratar de dilucidar así qué es lo que quieren hacer, aunque, como ocurre en la vida, “no siempre sabemos lo que queremos”, explicó la realizadora.

La historia partió de sus recuerdos de infancia, cuando recorría los 1.700 kilómetros que separan Buenos Aires de Florianópolis con sus padres y hermanos en un coche sin aire acondicionado y en un mundo sin teléfonos móviles ni internet.

Pero el parecido con su vida acaba ahí. Ahondó más en esa curiosa relación entre argentinos y brasileños, en cómo sus compatriotas aprovechan sus vacaciones “para volverse un poco brasileiros”.

Y el resultado es una película con algo de nostalgia, mucho humor y una buena dosis de ternura, que gustó mucho en San Sebastián y que en la última edición del Festival de Karlovy Vary (República Checa), se llevó el Premio Especial del Jurado y el galardón a mejor actriz para Mercedes Morán.

Una actriz que hoy apuntó como lo más difícil de esta película el lograr crear los vínculos familiares de la familia de ficción, sobre todo teniendo en cuenta que su hija Manuela Martínez interpreta a su hija en el filme.

Peor fue justamente ese trabajo en la creación del vínculo familiar de ficción lo que aporta la necesaria “calidad de verdad”, que era el objetivo final de la realizadora, como resaltó Morán.

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