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ENTREVISTA | Aura Garrido, actriz

“Me han llegado a pedir un testimonio de acoso en un audio de WhatsApp de un minuto”

Aura Garrido, nominada a los premios Platino por 'El Ministerio del Tiempo'

Mónica Zas Marcos

“¿Qué tan importante es el vestuario para interpretar?”, le preguntó la conductora de la alfombra roja de los Premios Platino a Aura Garrido. La actriz estaba flanqueada por Javier Olivares, creador de El Ministerio del Tiempo, y por Hugo Silva, su compañero en la serie, pero a ninguno de ellos -sorpresa- se les interpeló por una cuestión parecida.

“Por ejemplo, llevar corsé en algunas misiones fue muy útil para entender la falta de libertad de las mujeres. No podían caminar, sentarse o hablar sin recordar que había algo que les oprimía”, respondió rápida a la presentadora mexicana. Ser mujer, joven y nominada puso a prueba su ingenio frente a un canutazo mediocre. Y Aura Garrido ganó llevándoselo a su terreno.

Igual que el corsé hace con los intestinos, la alfombra roja es un trozo de tela que constriñe las ideas a las actrices y les obliga a responder trivialidades sobre diseños, peinados y colores. Aura demostró en apenas unos segundos que tiene la suficiente cabeza como para salir del paso con dignidad y lanzar un dardo a ese sexismo inherente a los premios de cine. No habría logrado una carrera como la suya si fuese de otra manera.

A Riviera Maya fue como nominada por su papel de Amelia Folch en El Ministerio del Tiempo, pero hace meses que Garrido (Madrid, 1989) dejó la multipremiada serie para embarcarse en proyectos improbables como La piel fría. Ella en sí misma es un proyecto improbable: reflexiva, elocuente, tímida y camaleónica. También es de las pocas actrices jóvenes de nuestro país que manifiesta un pensamiento social y feminista frente a los medios, y así lo dejó patente durante un breve encuentro con eldiario.es antes de la gala de los Platino.

“Considero vital la lucha feminista y asumo la responsabilidad del altavoz que nosotras [las actrices] tenemos por las personas que van a leer esta entrevista, no solo para enfrentarme a las situaciones desagradables de nuestra industria”, dice con sus ojos grises bien abiertos. “No puedo vender en mi profesión un estilo de vida en el que no creo”, subraya.

Aunque considera a su álter ego Amelia Folch “mucho más inteligente”, Garrido también ha tenido el colmillo necesario para rebelarse contra lo que la sociedad esperaba de ella. “Si bien elegimos menos de lo que la gente imagina, he tenido la inmensa suerte de alternar proyectos comerciales con personajes femeninos diferentes y complejos”, dice en referencia a La piel fría, el último filme de Xavier Gens en el que da vida a una criatura acuática que es usada como esclava sexual por un farero.

“Me encantó este proyecto porque retrata a nuestra sociedad actual, el miedo con el que el ser humano se enfrenta a lo diferente y su necesidad de destrucción para relacionarse con el entorno”, explica sobre la novela homónima de Albert Sánchez Piñol. “Pero ante todo porque aborda sin tapujos la violencia masculina sobre las mujeres, el sometimiento y la esclavización sexual”, confiesa Garrido.

Una violencia que precisamente ahora reverbera en las calles tras la sentencia de 'la manada' y que devuelve un reflejo nada ficticio de lo que expresa la actriz. “Me pilló el comunicado de la sentencia volando hacia México, así que la leí horas después mientras mis amigas me contaban lo que estaba sucediendo en las calles de Madrid”, dice sin poder disimular un ápice de emoción.

“Los cambios son lentos, estructurales, y eso lleva tiempo. En lo que he percibido un cambio es en la respuesta de las mujeres. Nos estamos sintiendo cada vez más empoderadas para salir a la calle, hablar y revisar lo que nos sucede. Nos hemos visto durante años sometidas a callarnos (incluso entre nosotras) y ya no. Creo que las manifestaciones contra 'la manada' están siendo tan masivas por eso”, expone con seguridad.

Nada más aterrizar en Riviera Maya, la actriz tuiteó: “Asco, rabia, pena. No sé ni qué decir. Necesitamos permanecer juntas y enfrentarnos al miedo. Nos han dejado claro que no podemos confiar en la justicia”. Durante la entrevista vuelve a recalcar que la sororidad es la mampara de protección cuando fallan los poderes del Estado. “Vivir esas cosas en la intimidad es una doble sumisión. Por eso deposito toda mi esperanza en las acciones ciudadanas”, asegura.

¿Ocurre lo mismo en el cine? Aura Garrido se pronunció en público hace unos meses sobre las víctimas de Weinstein y afeó la mala praxis periodística de los medios que culpabilizaron a las mujeres. Pero, ¿encuentran las actrices de nuestro país el apoyo para enfrentarse a un sistema que se ha revelado misógino hasta las entrañas?

“He hablado de esto con muchas compañeras y he comprendido que mi situación es distinta a la de algunas ellas. Yo he convertido mis experiencias desagradables en aprendizaje, he marcado los límites y me han servido para desarrollar un discurso. Pero hay otras que no tienen esa suerte”, desvela la joven.

Lo que sí critica Garrido es la persecución de los medios por el morbo, los nombres y el detalle. “Para que te hagas una idea, me han llegado a pedir que mande un testimonio de acoso por audio de WhatsApp. Y que dure menos de un minuto”, cuenta. “Es importante que una sepa que, si decide contarlo, tiene el espacio y el apoyo. Pero es un tema muy delicado, no se puede presionar de esa manera”, advierte.

Se acaba el tiempo, pero no hay minutos cortos sino mal aprovechados. Aura Garrido reposa sus respuestas para que de su boca no salga ni una fruslería sin fundamento. Y su virtud es que es así siempre, tanto en Twitter, como en un junket de entrevistas o frente a cualquier canutazo sexista de una alfombra roja de Cancún.

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