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Fuerza Nueva: Los Planetas y Niño de Elche se abonan a la provocación

Luis J. Menéndez

Fuerza Nueva

Fuerza Nueva

Fuerza Nueva

El Ejército Rojo

FLAMENCO POP

7

Fuerza Nueva es el viaje conjunto de Los Planetas y Niño de Elche, una colaboración sin aparentes visos de continuidad que cuenta también con la aportación lírica y conceptual de Pedro G. Romero y el retorno como portadista de Javier Aramburu. Alineación estelar para un proyecto que nace con la vocación de epatar o, cuanto menos, de meter el dedo en la llaga en estos tiempos difíciles y confusos que nos toca vivir.

Para conseguirlo recurren a una serie de canciones populares a las que desvinculan de su significado original –o, en algunos casos, de aquel que ha terminado otorgándoles la Historia- para resituarlas en un contexto como es el del flamenco-indie, con resonancias a medio camino de lo político y la gamberrada de arte y ensayo. Tal vez el caso más evidente sea el de El novio de la muerte, un tema que se considera himno de La Legión y que en realidad nació como un cuplé con un carácter esencialmente frívolo. En la presentación del disco que tuvo lugar hace unas semanas en Madrid, Romero y Niño de Elche reivindicaban la finalidad política que tiene despojar a estas canciones de su significado para volver a entregarlo a sus raíces populares, en el caso de la citada El novio de la muerte destacando incluso las resonancias abiertamente gays de la canción.

Del mismo modo, la banda se lanza de cabeza en pos de la provocación convirtiendo Els Segadors en Canción para los obreros de Seat, intercambiando sus connotaciones nacionalistas por una proclama a favor del proletariado que incluye líneas tan explícitas como estas: “Barcelona, gran ciudad, que el mundo vio tan honrada, tienes tantos funcionarios para prender tus proletarios. Perdidas van tus conquistas en manos nacionalistas, al servicio del Estado, del Fomento del trabajo”. Para quienes tengan la tentación de acusar a la banda de “españolista” decir que en el disco encontramos también al himno de Andalucía transformado en una suerte de tema procesional, y que ahora amenazan con una singular versión del himno nacional que barajan publicar el 20N.

En sintonía, el arte gráfico que acompaña al disco y los singles previos, obra de Javier Aramburu, juega con la iconografía de los símbolos nacionales con más o menos gusto: desde la conversión del mapa del Estado en una suerte de portada del Unknown Pleasures de Joy Division, a ese pene con bandera de España y monedas franquistas a modo de testículos en el single previo Una, glande y libre.

Boutades conceptuales y gráficas al margen, en el aspecto musical el disco es exactamente aquello que promete la suma de las partes. Como un Exquirla en el que la furia instrumental de Toundra hubiera sido sustituida por la psicodelia flamenca de Los Planetas, o unos Evangelistas en los que Soleá le diera la alternativa al cante heterodoxo de Niño de Elche. Ni Jota y los suyos, ni Contreras se mueven apenas del área de confort, poco confortable por naturaleza, pero que llevan practicando el tiempo suficiente como para resultar a estas alturas demasiado familiar para nuestros oídos. Los fans de unos y el otro encontrarán en Fuerza Nueva razones de sobra para seguir siéndolo, mientras que aquellos que busquen las “nuevas sensaciones” a las que Los Planetas hacían referencia en sus inicios aquí, obviamente, no las van a encontrar…

Décima Víctima

Décima Víctima

En el garajeMunsterPOST PUNK8En el garaje

Hace algo más de un año en las entrevistas promocionales relativas a la publicación del EP de La Sala del Silencio, Per Mertanen, bajista de ambas formaciones, ya advertía de la aparición de unas grabaciones inéditas de Décima Víctima que eran un documento importante para determinar la relevancia del grupo en el contexto del pop nacional de los ochenta. Las grabaciones en cuestión ven ahora la luz en un cuidado vinilo con carpeta en formato gatefold, publicado por el sello que más ha hecho por la reivindicación del legado de la banda madrileña -Munster Records-.

Un mes antes de que Décima Víctima dieran su último concierto en la sala Rock-Ola -las fotos que ilustran esta edición corresponden a esa noche- los cuatro componentes de la banda se reunieron en el chalet de Paco Trinidad en la sierra madrileña el último fin de semana de octubre de 1983 para grabar las maquetas de lo que habría de ser su segundo y último disco, Un hombre solo.

La grabación se hizo básicamente en directo, por eso En el garaje se convierte en un documento con un doble valor: por un lado presenta las canciones en su estado primigenio, con las letras originales de Lars Mertanen, antes de que Carlos Entrena las modificara definitivamente para registrar Un hombre solo. Por otro la crudeza de la grabación da una idea muy aproximada del sonido de la banda en directo, tan sofisticado como inusualmente duro.

El disco es un complemento perfecto para la hoy buscadísima caja integral que Munster publicó hace unos años. E incluso a modo de cierre incluye un tema instrumental que ni tan siquiera aparecía en aquella, Paisaje rural.

Kim Gordon

Kim Gordon

No Home RecordMatador / Popstock!NOISE ROCK8No Home Record

La traumática disolución de Sonic Youth hace una década, motivada precisamente por la ruptura sentimental de Kim Gordon y Thurston Moore, provocó una diáspora que de alguna forma señalaba la personalidad de cada cual dentro del grupo: Moore a caballo del sonido característico de Sonic Youth y el avantgarde, Lee Ranaldo reivindicando las raíces del rock norteamericano y Gordon entregada a uno primario, cercano a sus orígenes de la no wave, con Body/Head. Su primer álbum en solitario y firmado bajo su propio nombre le da continuidad a esa opción artística, pero Gordon se muestra hoy mucho más confiada en sus propias posibilidades como escritora de canciones.

La descarga de electricidad sigue siendo el vehículo principal para llevar sus canciones a buen puerto, y en algunos casos como Air BnB o Murdered Out el uso de guitarras casi como instrumentos percusivos perfectamente podría hacer pasar a la canción en cuestión por un tema original de Sonic Youth. Pero en No Home Record Gordon también experimenta con otros instrumentos y texturas, situándose en el orilla de otros géneros como el rap o la electrónica, siempre con un toque personal que va más allá de su característico recitado cabalgando los ritmos y capas de ruido.

Migala

Migala

Así duele un veranoAcuarelaPOST ROCK8Así duele un verano

Coque Yturriaga define 21 años más tarde Así duele un verano como “Un disco que se abre con gaviotas y barcos, porque empezaba nuestro viaje loco hacia una increíble aventura”. Tras un primer largo construido casi como un puzle a partir de maquetas y grabaciones de campo, su segundo álbum podría decirse que representa el verdadero debut de Migala como banda, una formación que por aquel entonces formaban el citado Coque Yturriaga, su hermano Diego, Abel Hernandez, Jordi Sancho, Rodrigo Hernández, Ruben Moreno y puntualmente Nacho Vegas, que un tiempo después llegaría a convertirse en miembro de pleno derecho.

El resultado de la tormenta creativa de estos jóvenes amamantados por la música de Palace, Slint, Smog y otros grandes nombres del mundo alternativo de la época, es un trabajo de juventud con todo lo que ello conlleva. Su ambición, enorme, característica de unos chavales que desconocías sus propios límites, terminó por inspirar esta colección de canciones y amagos de ellas. A la larga, el disco se convertiría en piedra angular del indie nacional cuando el significado de la palabra “independiente” implicaba riesgo, un posicionamiento a la contra de lo establecido y una vocación decididamente arty, casi siempre expresada en la lengua de sus referentes sonoros.

La reedición debidamente remasterizada y por primera vez en vinilo de Así duele un verano permite apreciar todo eso y muchos más detalles. Además posar la aguja sobre este disco funciona como una máquina del tiempo que nos retrotrae a un periodo de la música de este país ahora vilipendiado, pero que no solo resulta valioso musicalmente hablando -este disco es un ejemplo inmejorable de ello- sino que fue capital para crear un marco psicológico para los músicos alternativos de este país. Hoy un chaval que produce sus canciones en cualquier punto de la geografía de nuestro país puede aspirar a codearse con sus referentes internacionales en buena medida porque Migala lo hicieron entonces. Y escuchando Así duele un verano puede comprenderse cómo lo consiguieron.

Stephen Mallinder

Stephen Mallinder

Um DadaDais / Popstock!ELECTRÓNICA8Um Dada

Se anuncia Um Dada como el retorno de Stephen Mallinder, histórico componente de Cabaret Voltaire en la era dorada de la banda de Sheffield. Um Dada sería pues el primer disco de Mallinder desde la publicación en 1982 de Pow-wow, su único álbum en solitario hasta hoy. Sin embargo en estos casi cuarenta años, Mallinder no ha estado precisamente alejado de la música, con infinidad de formaciones y proyectos. Los últimos, los siempre interesantes Wrangler junto a Benge y Tunng o Creep Show (los tres Wrangler junto a John Grant).

La música de Mallinder tiene una extraña cualidad que la hace reconocible y que conecta este nuevo material con las canciones de Cabaret Voltaire en las que estaba implicado hace cuatro décadas. Y sin embargo las composiciones de Um Dada distan mucho de sonar antiguas, como salidas del túnel del tiempo. Ajenas a las modas y los sonidos de temporada -un problema que habitualmente aqueja al género electrónico- en las producciones de Mallinder tiene una importancia capital del uso de las voces tratadas que introducen sutilmente los discursos abiertamente críticos con el capitalismo de este profesor de la Universidad de Brighton.

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