Carmen Sigüenza
Madrid, 22 oct (EFE).- La escritora y ensayista Remedios Zafra, que acaba de ganar el Premio Nacional de Ensayo por su obra 'El Informe', considera que “el descrédito que está sufriendo el contexto cultural en el mundo no es trivial ni inocente”, porque la cultura es la única “capaz de mostrar una resistencia”.
“La cultura, cuando puede ejercer su función de manera libre, ayuda a las personas a ser más libres, a pensar por sí mismas y no seguir inercias que hoy favorecen los contextos online, donde todo parece muy plural, por los números, pero no, es muy homogéneo y retroalimenta las ideas preconcebidas. Las plataformas generan una mala versión de la cultura y la dañan”, explica a EFE la autora.
“Esa mezcla de aceleración, de caducidad, de excedentes, de grandísima cantidad de contenidos, eclipsa y dificulta gozar de la cultura, desarticula la conciencia crítica y lo comunitario”, subraya.
Remedios Zafra (Zuheros, Córdoba, 1973) profesora universitaria e investigadora del Instituto de Filosofía del CSIC, se alzó el pasado 7 de octubre con el Nacional de Ensayo por 'El Informe. Trabajo intelectual y tristeza burocrática' (Anagrama), una crítica a la burocracia, al trabajo sin sentido, una reflexión sobre la relación con el trabajo, escrita desde el amor a lo público y a la cultura como gozo.
“Cuando gobernantes como Milei o Trump se alían con ese espectáculo de la motosierra contra la burocracia, hay un intento de poner al mismo nivel burocracia y sistema público -argumenta-, y realmente a lo que se quiere hacer daño es al sistema público, y para mí es muy importante diferenciar esto”.
“Se puede hacer crítica, y autocrítica los que estamos dentro, a la burocracia y mejorarla, pero necesitamos un sistema público fuerte que garantice la base social”, sostiene la autora de 'El bucle invisible' o 'El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital', premio Anagrama de Ensayo.
Las obras de Zafra también ha obtenido premios como el Internacional de Ensayo Jovellanos, el Meridiana de Cultura, el Málaga de Ensayo o el Carmen de Burgos, entre otros.
'El Informe. Trabajo intelectual y tristeza burocrática', que está escrito con una cuidada narrativa muy poética, inicia sus páginas con un hecho real que le sucedió a la autora y que resulta kafkiano.
Zafra, que trabaja siempre en el estudio crítico de la cultura, el feminismo, las redes y la transformación del trabajo, pidió a la Universidad un nuevo ordenador para poder llevar a cabo un nuevo proyecto, y la Universidad le pidió un informe detallado explicando los objetivos de la propuesta, el uso que le daría, tiempo, etc...
Toda esa burocracia “frustrante” la llevo a pensar en por qué se necesita dedicar tantísimo tiempo a cosas que no son parte del trabajo.
“Porque una cosa -argumenta- es que demos por hecho que por transparencia y buenas practicas existan exigencias, pero, como señala Graeber, la burocracia nace de criterios que en determinado momento se consideran muy razonables, pero cuando se descubre que no son razonables, no se cuestionan los criterios, si no a la profesión o a los sujetos que lo están llevando a cabo”.
Y de esa rebeldía burocrática nace esta reflexión de la autora, que también trata la relación del trabajo con las máquinas y con la enfermedad, con el cuerpo, el sedentarismo y las adicción a los ansiolíticos para poder seguir produciendo y disimular los males del alma.
Un libro que para el jurado que falló el Premio Nacional “es una reflexión de la modernidad tardía, un homenaje a la libertad y a la pasión creativa y, a la vez, una fuerte crítica de las condiciones del rendimiento del trabajo intelectual en el presente por su violencia burocrática, tristeza administrativa y deshumanización tecnológica”.