De la Puerta del Sol al Vaticano: el PP le regala una semana grande al 'catolicismo guay' de Hakuna
Cuando el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida le entregó al papa León XIV un libro sobre el grupo Hakuna el pasado domingo, el catolicismo guay culminó una semana gloriosa de la mano del Partido Popular.
A la estela de lo que algunos estudiosos denominan “tercera ola del fundamentalismo cristiano” y su papel político potenciado en EEUU por el presidente Donald Trump, este diciembre de 2025 se ha visto en todo su esplendor su traslación a España con epicentro en la Comunidad de Madrid.
La secuencia puede rastrearse desde el 20 de diciembre, cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, escribía en X: “No cabe mayor integración que la que convive según nuestros valores constitucionales, unas raíces y la verdad: ser católico es ser universal”.
Suena muy similar a una de las características del “nacionalismo cristiano” y sus amenazas que ha descrito el investigador en estudios religiosos Don Thorsen: la proclama de que “los cristianos son los guardianes del patrimonio nacional”.
Ayuso remataba su declaración expresando que “ese es el Madrid en el que creemos, a pesar de que a algunos les moleste”. Una victimización que encaja con otro de los aspectos reivindicados por ese movimiento y que subraya el investigador Thorsen: “A los cristianos se les hace sufrir injustamente”.
En este sentido, la socióloga Anna Maccaroni –que ha rastreado el apoyo político que el nacionalismo cristiano ha prestado al presidente de EEUU– describe cómo Trump ha fabricado la idea de que los “cristianos blancos temen convertirse en una minoría” y la ha utilizado “para recabar apoyos al tiempo que mostraba su afinidad con ideas del nacionalismo cristiano”.
Solo unos pocos días después de la declaración de Ayuso sobre el catolicismo, en la sede de su Gobierno regional en Madrid, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, bailaba el pop cristiano de Hakuna, el conjunto contratado por la Comunidad de Madrid para tocar desde el balcón de la Casa de Correos, sede del Ejecutivo regional, el 22 de diciembre, el día de la lotería de Navidad.
No conviene olvidar los orígenes del colectivo Hakuna: creado por un sacerdote del Opus Dei, tiene el ADN de la organización, ideológicamente conservadora, religiosamente legitimadora del franquismo, alejada de las propuestas reformistas del Concilio Vaticano II, vinculada a los grupos de poder
Hakuna es muy conocido por ser un grupo de música que agota entradas y acumula millones de escuchas en Spotify, pero también es un movimiento de católicos que propone actividades como retiros, formaciones, voluntariado, viajes o comunidades de creyentes, las llamadas Horas Santas.
Pero, según recuerda el emérito de la Universidad Carlos III, Juan José Tamayo, “no conviene olvidar los orígenes del colectivo Hakuna: fue creado por un sacerdote del Opus Dei y tiene el ADN de dicha organización, ideológicamente conservadora, religiosamente legitimadora del franquismo, alejada de las propuestas reformistas del Concilio Vaticano II, vinculada a los grupos de poder, contraria a la coeducación y defensora de una educación elitista”.
Tamayo –autor de Cristianismo radical– señala que “bajo una apariencia de modernidad en las formas para atraer a la juventud hacia el cristianismo mediante las redes sociales para transmitir sus mensajes, los conciertos multitudinarios, o los encuentros donde predomina el espectáculo, la exterioridad, la visibilidad, la emotividad y el sentimentalismo de las manifestaciones grandilocuentes, se encubre un cristianismo conservador, que nada tiene que ver con el Evangelio como Buena Noticia de liberación de las personas más vulnerables, los colectivos empobrecidos y los pueblos oprimidos”, reflexiona el teólogo de la liberación.
Lo que hay detrás
Así, el colectivo que está siendo promocionado por el Partido Popular en general y el madrileño en particular puede encuadrarse en el fenómeno del catolicismo cool que, de manera similar, promueve los retiros secretos de Effetá: ambos proponen nuevas formas religiosas para conectar con público joven.
Precisamente, el pasado julio el Arzobispado de Madrid tuvo que disolver la asociación Hijas del Amor Misericordioso, una falsa congregación que acumuló denuncias por comportamientos sectarios, abusos espirituales y sexuales y que estaba detrás de algunos de estos retiros de moda.
Juan José Tamayo concluye que en este fenómeno hay una “aparente despolitización que encubre un cristianismo aliado con los partidos políticos conservadores” y que la mejor demostración han sido los episodios de la Puerta del Sol y el viaje de Martínez Almeida al Vaticano.
Porque, con la inyección de institucionalidad que le proporcionó el concierto desde la sede de un ejecutivo autonómico, Hakuna viajó a la Santa Sede bajo el ala del alcalde de Madrid. El 28 de diciembre, José Luis Martínez Almeida tenía una audiencia privada con el papa León XIV.
Al salir de despachar con Prevost, Martínez Almeida detalló los regalos que le había ofrecido: una talla de plata de la Virgen de La Almudena, un libro con fotos de Madrid, un cuaderno con el escudo papal y... un libro sobre el grupo Hakuna. Se completaba así una semana grande para este colectivo y su alianza con el Partido Popular.
Una alianza que conlleva políticas
La conjunción entre cristianos y políticos conservadores en EEUU ha dado resultados como las declaraciones de Donald Trump acerca de que “estamos trayendo de vuelta la religión a nuestro país” al tiempo que implementa acciones políticas directas, como firmar un decreto para “erradicar el anticristianismo” del Gobierno. Y ponía de ejemplo las acusaciones recibidas por parte de personas que rodeaban centros de interrupción del embarazo para –decía el decreto– “orar pacíficamente”. Una estrategia contras las mujeres que deciden abortar que también ocurre en España.
También en España se está produciendo el incumplimiento, por ejemplo por parte del Gobierno de Díaz Ayuso, de elaborar el listado interno y no público de médicos que se niegan a realizar interrupciones del embarazo en la sanidad pública al que obliga la ley. Ayuso ha diseminado la mentira de que eso sería “una lista negra” para negarse.
Todo esto en un contexto en el que los obispos españoles han optado por constituirse otra vez en oposición política al actual Gobierno de España.
“Hay espectacularidad frente a profundidad, exterioridad frente a experiencia interior, ruido y bullicio frente a silencio meditativo”, recuenta Tamayo sobre el modelo Hakuna. “Un cristianismo ajeno a los problemas reales: el desempleo, las pobrezas, las injusticias las necesidades de las clases populares, la violencia de género, los feminicidios, la aporofobia, el cambio climático, la depredación de la naturaleza, la LGTBIQ+fobia, la inmigración, el genocidio de Israel contra Gaza, el Sur Global, el colonialismo o la globalización neoliberal”.
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