Como una cadena de montaje: los archivos de Epstein revelan cómo conseguía víctimas menores de edad
A mediados de los 2000, el abuso sexual de adolescentes por parte de Jeffrey Epstein era habitual. Según la Fiscalía, solo entre 2002 y 2005, abusó de “decenas” de adolescentes menores de edad, a las que atraía con la promesa de pagarles a cambio de actos sexuales bajo el pretexto de un masaje. Algunas de ellas tenían solo 14 años.
El difunto Epstein se ayudó de un círculo de empleados y socios, entre los que figuraba la socialité británica Ghislaine Maxwell, para garantizarse un “suministro constante de víctimas menores de edad”. Según la Fiscalía, el millonario también hacía que sus víctimas captaran a otras chicas con el falso pretexto de los masajes.
La magnitud de los delitos de Epstein está bien documentada, pero los expedientes de la investigación recientemente difundidos por el Departamento de Justicia de EEUU han dejado al descubierto la que parecía una cadena de montaje de Epstein y sus socios para abastecerse de víctimas.
Publicados por la Administración Trump tras una intensa presión, tanto de demócratas como de republicanos, los documentos dejan claro la manera en que niñas y jóvenes eran tratadas como mercancía: meros cuerpos destinados a satisfacer las retorcidas predilecciones de un depredador y, posiblemente, también las de sus socios.
“Ya sabes lo que me mola”
En un documento con fecha de 2001 se describe cómo Maxwell, que cumple 20 años de cárcel por colaborar en los delitos de Epstein, abordó a tres estudiantes universitarias en un campus de Palm Beach, en Florida. “Maxwell dijo que necesitaba a mujeres jóvenes, guapas y solteras para contestar llamadas telefónicas y hacer tareas administrativas en su casa de Palm Beach”, dice el informe policial. Al menos una de las estudiantes acudió a la casa en varias ocasiones y dijo que las comunicaciones telefónicas eran de “hombres llamando para decir cuándo iban a llevar a determinadas chicas”.
“Las tres chicas dijeron que Maxwell y Epstein eran muy reservados sobre lo que ocurría dentro de la casa, y al menos dos de ellas se quejaron de que Epstein las tocaba de forma inapropiada; dijeron que Maxwell les pidió una lista de chicas a las que pudiera llamar que estuvieran dispuestas a trabajar con poca antelación”, sigue el texto. Maxwell les “dijo que necesitaba un gran número de chicas a las que llamar porque no sabía cuántas podría necesitar en un momento dado”.
Las notas de la investigación de 2019 describen lo que parece ser una crisis para Epstein: el suministro se estaba agotando. En las notas tomadas por un investigador del FBI durante una entrevista se dice: “Amigos de los amigos de [censurado]. Gran grupo brasileño. Momento desesperado (…) Se están acabando las chicas”.
“No se puede traer chicas que no le gusten”, se dijo aparentemente en la entrevista. “Le dijo a ella que siguiera buscando chicas”. En un momento dado, alguien presencia cómo Epstein pide “el documento de identidad a una chica para asegurarse de que era menor de 18 años, no les creía porque [censurado] había metido la pata trayendo chicas de más edad”. El entrevistador señaló que la testigo recordaba comentarios de Epstein del tipo “ya sabes lo que me gusta” y “ya sabes lo que me mola”. “Entendí que se refería a menores de edad jóvenes y de complexión pequeña”, se dice en las notas de la entrevista.
Los documentos recientemente publicados también describen de qué manera se pedía a las víctimas que buscaran otras menores y mujeres jóvenes para Epstein. Durante los procedimientos del gran jurado en el juicio federal a Maxwell, un agente de la ley describió el recuerdo de una de las víctimas sobre estas peticiones. “¿Conoces a alguien que pueda hacerle hoy una mamada? No me apetece”, dijo Maxwell a esa víctima, que también recordaba otra petición de ella para traer chicas: “Como mínimo, tenían que parecer jóvenes”. Esa víctima no llevó al círculo de Epstein a ninguna menor o mujer. “No quería que nadie más pasara por eso”, dijo a la policía.
Otra víctima dijo a la policía que sí había llevado a otras chicas a casa de Epstein. “Le dijeron que así podría ganar más dinero”, dijo el agente ante el gran jurado. Según la víctima, la orden llegó de Epstein y de Maxwell. “Le preguntaron si podía traer chicas más jóvenes”, dijo el agente.
Estos documentos arrojan aún más información sobre la posible participación de otras personas en delitos donde las niñas eran tratadas como objetos. En un correo electrónico del 7 de julio de 2019 se dice: “Cuando tengas oportunidad, ¿puedes ponerme al día sobre la situación de los 10 cómplices?”. Además de Maxwell, uno de los nombres que aparecen en esta comunicación sobre los cómplices es “Brunel”.
Epstein era amigo del agente de modelos francés Jean-Luc Brunel, detenido en el aeropuerto Charles de Gaulle de París en diciembre de 2020 como sospechoso de violación y agresión sexual a menores, además de trata de niñas menores con fines de explotación sexual. Se cree que Brunel abastecía de adolescentes a Epstein. Dos años después de su detención fue encontrado muerto en la cárcel. Las autoridades dijeron que se suicidó.
Imágenes de abusos
La documentación también sugiere que Epstein y otras personas podrían haberse pasado unas a otras imágenes que mostraban abusos sexuales a menores. En abril de 2023, el abogado de un coalbacea del patrimonio de Epstein escribió al FBI preguntando qué hacer tras encontrar posibles imágenes de abuso sexual infantil mientras revisaban documentos. “Al parecer, el vídeo en cuestión se lo pasó a Epstein una persona condenada por pornografía infantil, en él aparecían una mujer o dos con los pechos descubiertos”, decía la carta.
La posible transferencia de imágenes de abuso sexual infantil se mencionó en un expediente del FBI hace casi 30 años. En 1996, María Farmer (una pintora que trabajó para Epstein a mediados de los 90) dijo a las autoridades que él le “robó” fotos desnudas y negativos fotográficos de sus hermanas de 12 y 16 años (la hermana de Farmer fue abusada por Epstein). La artista dijo al FBI que “se cree que vendió las fotos a posibles compradores”.
El caso se catalogó como “pornografía infantil” en el informe, pero las autoridades federales no hicieron un seguimiento de la denuncia de Farmer. No reconocieron que ella lo había denunciado por posibles imágenes de abuso sexual infantil. La confirmación pública del informe ha llegado con la divulgación de los documentos de Epstein.
Traducción de Francisco de Zárate.
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