El conflicto de los técnicos del teatro público llega al Congreso en el momento más delicado de su negociación

Continúa abierto el conflicto entre los trabajadores eventuales de los teatros nacionales, que hasta ahora están recibiendo el apoyo de los fijos y las compañías, secundando un buen número de huelgas que han paralizado estrenos y funciones. Este miércoles, acompañada de Unidas Podemos, la Plataforma de Técnicos y Técnicas Afectadas por la Oferta de Empleo Público de 2018 acude al Congreso de los Diputados para registrar una petición a la Comisión de Hacienda y Función Pública.

Carlos Sierra, miembro de esta Plataforma y trabajador de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, acumula ocho años en el INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música) como ayudante de producción. “El Ministerio de Función Pública nos dice que no nos podemos reunir con ellos y que nuestro interlocutor es el INAEM [perteneciente al Ministerio de Cultura] pero este nos hace el caso justo y, además, no tiene capacidad de resolución”, explica a este periódico. “Por eso hemos decidido ponernos en contacto e informar a los miembros de la Comisión del Congreso de nuestra situación. Ya les habíamos mandado información pero gracias a Unidas Podemos vamos a hacer que conozcan de primera mano nuestra situación. El objetivo es conseguir que algo se mueva, que los grupos parlamentarios presionen para que esto se desatasque”, agrega.

Y es que el conflicto ha llegado a un punto muerto. El próximo lunes 27 de diciembre tendrá lugar una nueva asamblea de la plataforma para decidir qué hacer. Los ánimos no están muy altos. Hay mucho desgaste, no desean parar más funciones, saben que el público y las compañías son los más afectados y que, frente a ellos, tienen la gran muralla de la administración central. La situación no es fácil. Según indican, el INAEM no ha vuelto a ponerse en contacto con ellos desde una reunión el pasado 3 de diciembre donde la negociación quedó estancada.

Ese día la plataforma decidió un cambio de estrategia y ha recrudecido la huelga. No obstante, es consciente de que esta estrategia de paros continuados que inciden tan solo dos horas para imposibilitar la función, está barrenando los apoyos de compañías y personal fijo; sin el apoyo del personal fijo no se pueden parar las funciones. Por ahora se mantiene el paro anunciado para el 30 de diciembre, que supondrá la anulación del concierto de Navidad del Teatro de la Zarzuela. “Lo mantenemos porque no ha habido ninguna novedad por parte del INAEM ni ningún intento de contacto. Pero hay que decidir si continuamos con paros tan seguidos en 2022 o se cambia de estrategia”, admite Sierra.

El origen

A lo largo de los años el INAEM ha ido contratando personal temporal e interino para el que aceptaba la titulación de Bachillerato o superior. Desde que se aprobó en 2016 el Convenio Único del Personal General de la Administración General del Estado, el INAEM sabe que es necesario un cambio de criterio para conseguir una homologación con Europa. Esto se ratificó con el Cuarto Convenio Único de la Administración del Estado que se firmó en marzo de 2019, en el que se exige que los técnicos del INAEM, al igual que los del resto de la Administración, tengan la titulación específica de su especialidad en grado superior de Formación Profesional.

Según el cálculo de la Plataforma, de los 246 trabajadores temporales del INAEM tan solo un 15% serían aptos para las plazas fijas. Algo que ya se ha visto en las 57 plazas que in extremis ofertó la Administración el 31 de julio de este año. Quedan fuera así muchos trabajadores que llevan años trabajando recurrentemente para el INAEM y que en muchos casos cuentan con formaciones más amplias y superiores que las solicitadas pero que no están homologadas en el convenio, como por ejemplo aquellos formados por el Centro de Tecnología del Espectáculo del propio Ministerio de Cultura. Hasta ahora, los centros públicos han sido muy dependientes de la temporalidad, pues frente a los 246 de la bolsa de trabajo, el número de plazas fijas es de 285.

La Plataforma ha pedido moratorias para aquellos titulados en grados de Formación Profesional que no sean exactamente de su especialidad, y para los que están contratados con grado de Bachillerato o titulaciones superiores. A su vez, ha pedido que no se convoque una nueva bolsa de trabajo para que así se mantenga la bolsa de trabajo que se ofertó en 2018 y que podría estar vigente hasta el 2024. Ninguna de estas peticiones está a día de hoy aceptada por las otras partes: la Administración y los propios sindicatos. Tan solo se llegó al acuerdo en julio de este año para ciertas especialidades, como maquinaria y utilería, que solo se están impartiendo en Valencia. De este modo, se aprobó una moratoria de aquellos casos que contasen con titulación superior y una experiencia de dieciocho meses hasta solucionar este problema formativo del Estado. Todo lo demás está en el aire.

Versiones opuestas sobre un preacuerdo

Este conflicto parecía ver la luz a finales de noviembre. El Secretario General del INAEM, José María Castillo López, se reunió con la plataforma y les informó de que había un preacuerdo tras los contactos del INAEM con los dos ministerios implicados. “Se nos informó de que había una propuesta del INAEM preacordada con Función Pública que iban a llevar directamente a la mesa de negociación de la comisión paritaria”, donde están presentes los sindicatos UGT, CCOO y CESIF. “La propuesta no contenía todo lo que pedíamos pero era un paso adelante porque se incluían las moratorias para las titulaciones superiores y de Formación Profesional. Como acto de buena voluntad desconvocamos los paros para el 26 y el 27 de noviembre ya que el INAEM nos aseguró que estaba hecho”, explica Sierra. “Y en la misma reunión, Función Pública esgrimió que la propuesta del INAEM no había seguido el cauce adecuado con lo cual no podían estudiarla y convocaban al grupo de trabajo del INAEM para que la estudiara. Entendemos que el INAEM no nos ha engañado pero algo pasó que se nos escapa y no tuvimos más remedio que convocar más paros”, aclara.

Esa misma mesa se volvió a reunir el 3 de diciembre pero “UGT intervino y dijo que no aceptaba la moratoria para las titulaciones superiores, Función Publica se agarró a esto mismo y dijo que tampoco lo aceptaba y CCOO y CESIF se pusieron de perfil”, según Sierra. “Muchos afectados somos miembros de UGT y no entendemos su posición. No nos han dado ninguna razón de peso ni ninguna solución para sustentar su posición. Nos han ninguneado, no les interesamos”, se queja.

Javier Figueroa, secretario general de la sección sindical de UGT en el Ministerio de Cultura y Deporte, confirma a este diario que “UGT hizo esa intervención para no aceptar moratorias de las titulaciones superiores”. Pero Figueroa no coincide en que que al realizar esa intervención provocara no llegar a un acuerdo. “Es falso que hubiera un preacuerdo entre Función Pública e INAEM sobre la titulación superior” y señala que según sus propias fuentes, Función Pública está “en contra” de incluir la validación de las titulaciones superiores como vía de acceso a las plazas. “Es un problema que viene de atrás, el INAEM no ha hecho nada en veinte años. Nosotros tenemos las manos atadas, no podemos exigir una titulación inferior a estos empleados que al resto de los ciudadanos que también quieren acceder a ese empleo público”, recalca Figueroa.

UGT apuesta por la FP

Para el representante de UGT, “lo más fácil sería pedir otra moratoria más” pero, dado que hay especialidades que están presentes en otros ámbitos exteriores al INAEM, surge el problema de si deberían pedir la misma moratoria en las plazas convocadas por otros ministerios. “UGT apoya a todos los ciudadanos, incluidos todos los admitidos en esta oferta de empleo público que se quedaron en lista de espera. Por ejemplo, a las pocas plazas que había para regidores se presentaron 260 personas. Entendemos que en el mercado hay esa titulación. Aquí colisionan derechos de mucha gente y en este conflicto solo se está hablando de las personas que han trabajado temporalmente en el ámbito del INAEM”, señala. “La formación profesional hay que dignificarla y quien se ha formado ahí tiene todas las capacidades para poder adquirir una experiencia rápidamente. El INAEM tiene un problema porque tiene un centro que no da formación reglada. Será un centro muy bueno pero es como otra academia que da formación de cualquier tipo. No está homologada. El problema es del INAEM y durante años ha decidido no acometerlo. Sabemos que nuestra posición va a tener un coste sindical y que perdemos gente en el sector, pero no podemos hacer nada más”, concluye.

De esta manera llega un final de año todavía más incierto y sobre el que se cierne la sexta ola de la COVID-19. Un crecimiento de contagios que está teniendo ya unos efectos que las huelgas han invisibilizado. El fin de semana pasado no hubo funciones de Comedia sin título programada en el Teatro María Guerrero del Centro Dramático Nacional. El motivo fueron los paros pero si estos no hubieran sido convocados, las funciones no se habrían podido realizar a causa de los positivos por coronavirus que activaron los protocolos. Lo mismo sucedió con el montaje Alfonso el africano, en el que las funciones están suspendidas debido a los efectos de la pandemia desde el 16 hasta el 25 de diciembre. Las alertas en otros montajes también están presentes y se prevén nuevas suspensiones. Un parón debido al coronavirus en los teatros públicos en Madrid supondría, como sucedió en las luchas laborales de Francia y Chile en 2020, por ejemplo, que las reivindicaciones de los técnicos perdieran casi toda su fuerza.