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Freda Jackson, la turista inglesa que se quejó de su hotel en Benidorm: “Me llaman racista y no es cierto”

La británica Freda Jackson con el escrito presentado ante la agencia

Miguel Giménez

Valencia —

Hace apenas unos días se hizo famosa por denunciar que en el hotel de Benidorm donde pasaba sus vacaciones, el Poseidón Playa, había “demasiados españoles”. Se trata de Freda Jackson, una turista británica jubilada de 81 años que presentó una reclamación ante la agencia con la que contrató sus vacaciones para que le reembolsara el dinero del viaje o le costeara otro gratis.

Freda ha hablado de nuevo y lo ha hecho en compañía de su nieta y en el mismo medio que publicó la primera información, el Mirror británico. La jubilada ha criticado duramente la “repugnante” cobertura de su caso y ha asegurado sentirse traicionada. Ha asegurado que sus palabras fueron “sacadas de contexto” y que nunca dijo que los españoles debían irse a otro hotel, sino que el establecimiento no atendía a los ingleses: “Personas que ni siquiera me conocen me llaman racista, lo que no es cierto”.

Según explica, solicitó alojamiento en la zona nueva de Benidorm, cerca de las tiendas, “pero me dieron un hotel en el casco antiguo, lejos de todo”. Responsabiliza a la agencia Thomas Cook, que le recomendó este establecimiento por el que abonó (por las vacaciones de Freda y su amiga) 1.133 libras esterlinas (1.260 euros): “Estas vacaciones fueron un desastre de principio a fin”.

Lyndsey, nieta de Freda, relata al Mirror cómo sentía su abuela era “maltratada” por “todo el mundo”. “No es justo, en cada historia hay dos versiones”, sostiene: “Ella no es racista en absoluto, nunca dijo que los españoles deberían irse a otra parte o que había demasiados españoles en Benidorm”, y “ahora está siendo atacada por todas partes”. Tanto Lyndsey como la compañera de viaje de Freda lamenta que la forma en la que la están tratando: “ha recibido amenazas y se han reído de ella, es injusto”.

Lo que parece evidente es que hubo un error en la agencia a la hora de recomendar el hotel adecuado a las necesidades de Freda, una persona de 81 años con problemas de movilidad. Se trata de un establecimiento familiar que parece poco adecuado a las expectativas de una jubilada británica.

“Cultura de la queja falsa”

Después de hacerse público este caso, Toni Mayor, presidente de la patronal hotelera de Benidorm, reconocía este mismo martes que permanece una “cultura de la queja falsa” por la que “cualquier cosa en un hotel” -como lesiones fuera del hotel- les sirve a los turistas británicos para exigir compensaciones. “En la mayoría de los casos son falsos, tergiversados, magnificados”, ha explicado Mayor. Y ello pese a que las quejas por problemas gastrointestinales que interponían turistas ingleses han desaparecido.

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