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Cuatro acuerdos y tres reivindicaciones de Puig y Ribó para mejorar Valencia

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha recibido al president de la Generalitat, Ximo Puig, en el ayuntamiento

Moisés Pérez

Valencia —

Los tiempos en que había discrepancias entre el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana, pese a estar ocupadas ambas instituciones por el PP, parece que se ha terminado. O, al menos, esa es la sensación tras la primera reunión mantenida en el consistorio entre el alcalde Joan Ribó (Compromís) y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig (PSOE). Sin tratar otros asuntos que pueden resultar más espinosos, de la conversación han nacido cinco acuerdos para mejorar la ciudad. Y tres reivindicaciones que deberá asumir el próximo Gobierno en Madrid. Más presión para el candidato socialista Pedro Sánchez.

Los acuerdos

Centro de formación de huertos urbanos. Desde el tripartito municipal conformado por PSPV-PSOE, Compromís y València en Comú la cuestión de los huertos urbanos es capital, ya que aglutina la intención de recuperar la huerta, fomentar el empleo autogestionado. Para ello, se ha acordado que en el antiguo Casino del barrio de Benicalap se transforme en un centro de formación para impulsar la huerta de Valencia y del área metropolitana.

Cesión de competencias. Con el objetivo de tener un mayor control y aumentar la recaudación, se ha alcanzado un principio de acuerdo para que las multas impuestas por infracciones en la ciudad de los no residentes en Valencia puedan ser asumidas por el Ayuntamiento. También se pretende cederán las sanciones por contaminación acústica, aunque el convenio aún no está firmado.

Un ley para que el tripartito se endeude más. Debido al corsé presupuestario impuesto por el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, Ribó ha exigido a Puig la creación de una ley que permita aumentar el margen de endeudamiento de las fundaciones y organismo municipales, tal y como otras comunidades autónomas tienen. La petición ha sido acordado por ambos mandatarios.

Párking de Brujas. Ribó y Puig han dado luz verde a la fórmula para que el aparcamiento pase a manos del Ayuntamiento de Valencia. Con un coste de 11,3 millones de euros, se pagará en diez anualidades. Los intereses por estos abonos no se han cerrado aún, pero el alcalde confía en que esté cerrado en el plazo máximo de un mes. “Debido al diseño propuesto por la señora Barberá, tendremos que hacer otro acceso, ya que solo está propuesto uno”, ha criticado el líder local de Compromís.

Las reivindicaciones

Contrato-programa. Como primer paso para construir la Valencia metropolitana con la que sueña Ribó, se firmó el primer acuerdo entre los municipios del área metropolitana, la ciudad y la Generalitat para pedir el contrato-programa a Madrid. Con ello, se pretende conseguir un dinero que obtienen otras capitales y al que renunció Valencia y la Comunidad Valenciana por decisión del expresident Francisco Camps (PP).

Condonación de la deuda de la Marina Real. “A Barcelona, Sevilla o a Madrid se les ha perdonado la deuda de otros eventos. Exigimos el mismo trato con el Consorcio de la Marina Real”, ha reclamado Ribó. Así, el alcalde ha acordado con el president hacer frente común para que sea el Estado quien asuma la deuda de 400 millones de euros que tiene el ente.

Mejora de la financiación. Es el caballo de batalla de Puig en esta legislatura, ya que sin ello la Generalitat no es viable. Al grito de mejorar de la financiación para la Comunidad Valenciana, Puig se ha sumado a la petición particular de Ribó: que la ciudad de Valencia reciba el trato que se merece como tercera ciudad más importante de España.

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