Ruta entre Polonia y Bielorrusia permanece abierta tras anuncio de cierre

Kuźnica (Polonia), 22 nov (EFE).- El tráfico por carretera y tren entre Polonia y Bielorrusia permanecía hoy abierto entre las localidades de Sokólka y Kuźnica, pese al anuncio de las autoridades polacas de que quedaría cerrado este acceso durante el fin de semana.

La normalidad parecía absoluta en el tráfico de mercancías entre los dos países, así como el ferroviario, según pudo comprobar Efe, después de que el primer ministro, Mateusz Morawiecki, anunciara el fin de semana el cierre inmediato de ese paso y adelantara el de otros puntos interfronterizos.

La decisión fue anunciada por Morawiecki en el contexto de la crisis migratoria entre Polonia y Bielorrusia, desde donde intentan desde hace meses pasar a territorio de la Unión Europea (UE) miles de migrantes que proceden sobre todo de Irak, Siria y Afganistán.

Sokólka y Kuźnica están separadas por unos cinco kilómetros y es una de las zonas por las que intentan pasar a Polonia los inmigrantes.

Las autoridades polacas aseguraron que, en los últimos días, los asentamientos de inmigrantes en territorio bielorruso fueron desmantelados y desalojados.

Medios polacos aseguraron que esa decisión del Gobierno bielorruso siguió a la amenaza del ministro polaco de Interior, Mariusz Kamiński, quien dijo que se interrumpiría el tráfico comercial en ese punto “si no se estabiliza la situación de afluencia de inmigrantes”

Kuznica es el punto de máxima tensión fronteriza entre Polonia y Bielorrusia, debido a la acumulación de campamentos de inmigrantes ilegales, así como el lugar donde se han producido varios intentos violentos y masivos de traspasar la valla fronteriza.

Stanisław Żaryn, portavoz del ministerio polaco de servicios especiales, que coordina la actuación gubernamental en la crisis fronteriza, dijo la semana pasada, en referencia a la situación en Kuźnica: “estamos ganando la guerra fronteriza”.

Tanto la Unión Europea (UE) como Polonia, Letonia y Lituania, acusan a Minsk de iniciar y alentar, desde hace unos tres meses, una oleada migratoria ilegal para desestabilizar a la Unión Europea.