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Estas empresas cierran el 8 de marzo: así prepara la huelga feminista el pequeño comercio

El gastrobar Lolín Café, en Badalona, cerrará el 8M / Foto cedida

Marta Borraz / Ana Requena Aguilar

Sirven helados, cafés y dulces todos los días, pero este jueves 8 de marzo cerrarán: la heladería Mamá Elba, con dos locales en Madrid, ha decidido secundar la huelga general feminista y hacer un cierre patronal. “Desde el principio decidimos hacer huelga porque estamos de acuerdo con ella, pero quisimos hablarlo con las personas que trabajan aquí. Todas estuvieron de acuerdo, así que el jueves cerramos”, explica Elba Vallejo, copropietaria del negocio. No quitará sueldo ni cotización a ninguna de las diez personas (nueve mujeres y un hombre) que trabajan para ella.

Este jueves, en la puerta de sus dos locales figurará un cartel en el que explican que están cerrados porque hacen huelga. “Perdemos la recaudación del día y no estamos para tirar cohetes. Pero pensamos que la mejor manera de apoyar la huelga es haciéndola. Desde el principio planteamos este negocio como respetuoso con el medio ambiente y en línea con la igualdad de género, así que esto es lo más coherente”, dice la dueña de Mamá Elba.

El despacho Nèmesi Advocades, en Barcelona, también secundará la huelga. Sus seis abogadas no trabajarán ese día y su único compañero se quedará de guardia. “Hemos cambiado todas las previsiones que teníamos para ese día y las hemos justificado basándonos en que estamos ejerciendo nuestro derecho de huelga”, argumenta la abogada Carla Vall. Que la Asociación de Mujeres Juezas haya mostrado públicamente su apoyo a la huelga les ha ayudado: “Teníamos un señalamiento de declaraciones previsto para ese día, le pedimos al juez que lo cambiara y lo ha cancelado”.

Estas abogadas no creen que su falta de actividad el 8M les pase factura. “Es cierto que alguien puede pedirte algo ese día, pero no creo que haya consecuencias. Al final, la gente que nos contrata tiene en cuenta nuestra forma de trabajar y saben que estamos vinculadas a una mirada de derechos interseccional y, por tanto, feminista”, asegura, Carla Vall. Sus motivos para la huelga, dice, están ligados con su propio trabajo: “Vemos en primera persona la violación constante de derechos de las mujeres”.

El impacto en sus bolsillos

Lola y su mujer Maria Pia tienen un pequeño negocio en la zona centro del municipio barcelonés de Badalona. Abrieron un gastrobar llamado Lolín Café hace menos de un año, que cada vez tiene más afluencia. Van a cerrar el jueves. Tras mucho reflexionar han decidido que pesa más secundar la huelga feminista que el impacto que no trabajar un día tendrá para sus bolsillos. “Lo meditamos mucho porque lo que perdemos es considerable para nuestra economía, que depende de un pequeño negocio y siendo las dos autónomas”, dice Maria Pia.

Estuvieron varios días comentándolo con clientes y clientas habituales, que regentan negocios cercanos o acuden a su restaurante con frecuencia, y se encontraron con una acogida positiva. “Muchas y muchos nos dijeron que les parecía fantástico e importante que visibilizáramos la huelga feminista e incluso que intentarían venir más veces de las habituales esta semana para compensar la pérdida. Muchas mujeres nos comentaban que querrían secundarla, pero que lo tenían difícil”.

Después de tomar la decisión, ambas empezaron a implicarse más en la convocatoria de su municipio y han imprimido carteles que han repartido entre los comercios y tiendas de la zona. “Una mujer de aquí al lado que tiene una tienda de productos del hogar nos comentó que también iba a cerrar”, dice Maria Pia, que hace hincapié en que por la tarde irá a la manifestación que recorrerá las calles de Badalona. Ya está preparando el cartel: “Autónomas en huelga”. “Queremos visibilizar que somos pequeñas empresarias y peleamos por los derechos de las mujeres”.

Un paro de dos horas

La situación de Ruth es diferente y también lo será su opción para este 8M. Ella es propietaria del bar Galeón, situado en León, y ha decidido hacer el paro parcial de dos horas que han registrado CCOO y UGT. Cerrará su local, en el que trabaja ella misma, de 11.00 a 13.00 horas, un tiempo que aprovechará para involucrarse en las actividades que el movimiento feminista ha organizado ese día en León. “Cerrar 24 horas es inviable para mí en estos momentos porque tengo que pagar una hipoteca yo sola y cuido de dos hijas, así que no me lo puedo permitir”.

Al igual que Maria Pia, Ruth también lo comentó con sus clientes habituales y, en este caso, la propuesta no fue acogida de igual manera. “Los que vienen al bar suelen ser hombres mayores que me decían que me atuviera a las consecuencias, que cómo iba a cerrar si era autónoma e incluso alguno de ellos me dijo que no iba a volver”, explica. “Con mi acción quiero demostrar que las mujeres somos importantes”, explica.

Aunque no tengan sede física, las promotoras del Campus Relatoras también pararán. Hace unos años tenían una librería feminista en Sevilla, pero tras cerrar ahora desarrollan su actividad fundamentalmente vía web. Se trata de una escuela virtual que imparte talleres feministas, pero el 8M tanto las coordinadoras como las profesoras de las formaciones harán huelga. “Pondremos un mensaje automático en el correo, avisos en la web y no moveremos nada en redes sociales”, explica Miriam Gómez, una de las promotoras.

“Creo que va a haber un antes y un después de este 8M porque la fuerza que tienen actualmente el movimiento feminista y las mujeres es mucha”, concluye.

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