Bélgica atribuye a un sabotaje la pérdida de aceite en una turbina de un reactor nuclear

Las autoridades belgas atribuyen a un posible sabotaje la pérdida de aceite en una turbina de vapor detectada en el reactor nuclear Doel 4, en el norte del país, que provocó el martes la detención de la central, informa hoy el diario “Le Soir” en su edición digital.

Esta es la conclusión de una reunión de representantes de la compañía eléctrica que opera el reactor, Electrabel, la Agencia Federal de Control Nuclear (AFCN), el centro de crisis del Ministerio del Interior, la oficina central de análisis de amenazas, la Seguridad del Estado y la Fiscalía de Termonde.

Ante la pérdida de aceite, la planta se paró automáticamente, según los procedimientos previstos.

La idea de que se trate de un sabotaje se basa en la constatación de que solamente un acto efectuado por una o varias personas con la voluntad de detener la central puede explicar el “incidente”, señala el periódico.

De acuerdo con esta fuente, se descarta un error técnico o de funcionamiento (no había trabajos de mantenimiento en curso) y las autoridades han determinado que solo una persona con autorización para entrar en el área técnica (no nuclear) de la central de Doel puede estar detrás de lo ocurrido.

Para ello necesitaba una tarjeta de acceso a las instalaciones, por lo que la AFCN ha procedido a hacer las verificaciones necesarias en la lista de personas que han utilizado su identificación para entrar o salir de la zona técnica “justo antes o después del incidente”.

También se han reforzado las medidas de vigilancia en Doel y en otro reactor, Tihange, en el este del país, como medida de precaución.

Las autoridades desconocen de momento los posibles motivos de autor o autores del sabotaje, pero las hipótesis que barajan van desde el terrorismo y el ecoterrorismo hasta la acción de un “desequilibrado”, indica el rotativo, que recalca que el nivel de amenaza en el país no ha sido elevado a raíz del incidente.

El reactor Doel 4 fue construido en 1985, tiene una capacidad superior a 1.000 megavatios (MW) y está previsto que funcione hasta 2025.