Bruselas flexibiliza algunas políticas agrícolas para calmar al campo en plenas protestas

A las puertas de las elecciones europeas ante las que la extrema derecha amenaza con sacar rédito del malestar del campo, la Comisión Europea ha planteado algunas medidas para intentar calmar a los agricultores, que están en pie de guerra en prácticamente todo el continente. El gobierno comunitario ha planteado la flexibilización de algunas políticas agrícolas, como venían reclamando algunos estados miembros, y ha establecido límites a la extensión del libre comercio con Ucrania, que fue la medida estrella que se implementó con la invasión rusa, pero que ha provocado problemas a los agricultores de la UE, especialmente de los países fronterizos.

En concreto, Bruselas propone exenciones a las normas de la Política Agraria Común (PAC) que obligan a mantener improductivas determinadas superficies sin que suponga un perjuicio a la hora de recibir fondos de esa importante herramienta que tiene una financiación total de 386.700 millones de euros. “La propuesta de la Comisión está cuidadosamente calibrada para ofrecer el equilibrio adecuado entre, por un lado, ofrecer un alivio apropiado a los agricultores que se enfrentan a numerosas crisis y, por otro, proteger la biodiversidad y la calidad del suelo”, señala el gobierno comunitario en un comunicado.

Se trata, según reconoce la Comisión en un comunicado, de “una primera respuesta política concreta a las preocupaciones de los agricultores en materia de renta”. Y se produce en plena oleada de protestas a lo largo y ancho de la UE. De hecho, este jueves hay convocada una movilización en Bruselas coincidiendo con la cumbre extraordinaria de líderes de la UE.

“La medida de hoy ofrece flexibilidad adicional a los agricultores en un momento en el que se enfrentan a múltiples desafíos. Seguiremos colaborando con nuestros agricultores para garantizar que la PAC logre el equilibrio adecuado entre responder a sus necesidades y seguir proporcionando bienes públicos a nuestros ciudadanos”, expresa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. sobre la propuesta, que tendrá que ser ratificada por los gobiernos antes de su adopción formal.

Además, la Comisión Europea ha introducido limitaciones a la extensión del libre comercio con Ucrania para intentar aliviar a los agricultores de los países del este, que se han visto sometidos a una fuerte competencia. De hecho, hace unos meses, unos cuantos países (Polonia, Hungría, Eslovaquia, Bulgaria) prohibieron unilateralmente la entrada de grano ucraniano. Finalmente se alcanzó un acuerdo intermedio con Bruselas, que ahora establece unas mayores salvaguardas.

La Comisión Europea coge el guante de las quejas a la hora de extender un año más la eliminación de los aranceles (que caduca en verano) y establece un “mecanismo de salvaguardia reforzado” que permitirá adoptar “medidas correctoras rápidas” en el caso de que haya “perturbaciones significativas en el mercado de la UE, o en los mercados de uno o más estados miembros”. “Para los productos más sensibles -aves de corral, huevos y azúcar- está previsto un freno de emergencia que estabilizaría las importaciones en los volúmenes medios de importación de 2022 y 2023. Esto significa que si las importaciones de estos productos superaran esos volúmenes, se volverían a imponer aranceles para garantizar que los volúmenes de importación no superen significativamente los de años anteriores”, explica el comunicado de la Comisión Europea.