Las claves del colapso de Silicon Valley Bank y sus consecuencias en el sector bancario

Diego Larrouy

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El sector bancario de EEUU y Europa vive un lunes complicado tras los acontecimientos que se han sucedido en los últimos días y que afectan a dos bancos norteamericanos pero que han generado temor entre los inversores sobre otras entidades financieras. La Bolsa está dejando un fuerte ajuste entre los bancos cotizados y el caso ha generado preguntas sobre cómo se ha llegado hasta aquí y cuál puede ser el efecto a partir de ahora.

¿Qué es el Silicon Valley Bank?

Empecemos por el principio. Silicon Valley Bank es la decimocuarta entidad de EEUU. Tiene sede en California y ha sido considerado como el banco de las start ups. Estas empresas tecnológicas y de reciente creación han utilizado la entidad para guardar en su balance las grandes fuentes de liquidez que han recibido por parte de fondos de capital riesgo, venture capital o los controvertidos vehículos de las SPAC. Las épocas de tipos de interés bajos dejaron mucho dinero en estas empresas, guardando su liquidez en entidades como Silicon Valley Bank.

A grandes rasgos, ¿cómo funciona un banco y cómo lo hacía Silicon Valley Bank?

Generalizando y reduciendo a lo más simple, un banco tradicional capta depósitos de clientes que tienen liquidez y necesitan guardarla y lo prestan a aquellos que necesitan financiación. Su ganancia en este círculo viene de la diferencia entre lo que reciben por prestar dinero y lo que pagan por guardar dinero de sus clientes. Es lo que se conoce como margen de intereses, la principal vía de ingresos de la banca.

Con Silicon Valley Bank (SVB), la situación es distinta. Sus clientes son, principalmente, start ups. Estas empresas han ganado una enorme liquidez en los últimos años con el papel de los fondos de capital riesgo y el resto de inversores. Estas compañías depositan su dinero en el SVB. Sin embargo, el banco no tiene a quién prestárselo y generar ingresos. Era un banco con mucho exceso de liquidez. En 2021 pasó de tener 102.000 millones de dólares en depósitos a 189.000 millones.

¿Cómo buscó rentabilidad Silicon Valley Bank?

Con esa fuerte liquidez y sin tener a quién prestárselo, SVB optó por hacer grandes compras de bonos respaldados por el Gobierno o de bonos hipotecarios. Estos productos generaban escasa rentabilidad, pero ya era más de lo que generaba con su actividad crediticia y otros productos a corto plazo. El problema es que esta compra de activos hace que esa liquidez quede 'atrapada' durante mucho tiempo, incluso durante una década. Era un cambio respecto a la trayectoria de este banco, que optaba por comprar bonos hipotecarios con un vencimiento de un año.

¿Cómo le afectó la subida de los tipos de interés?

La situación funcionaba ante los bajos tipos de interés. Pero llegó 2022 y el cambio en la política monetaria que ha encabezado la Reserva Federal (FED). Los tipos de interés volvieron a subir y de forma acelerada. Una subida de este tipo tiene dos efectos sobre el negocio tradicional de la banca. Por un lado, tiene que pagar más por los depósitos de sus clientes pero va a ganar más con los ingresos procedentes de la financiación, ya que los préstamos son más caros. Por explicarlo con el ejemplo nacional: los bancos españoles están viéndose beneficiados por el aumento de los ingresos, sobre todo por las hipotecas variables, sin que el gasto esté subiendo porque todavía no están pagando por los depósitos.

Pero, de nuevo, la naturaleza del SVB era distinta. Tenía que pagar más por los depósitos de sus clientes pero estaba atrapado en bonos a largo plazo. Estos bonos pierden valor cuanto más suben los tipos interés y, según cifra Financial Times, esta pérdida rondó los 15.000 millones de euros. SVB decidió responder con la venta de todos aquellos activos que tenía disponibles para vender. Pero esta operación generaba más pérdidas, ya que esos activos valen ahora menos que cuando fueron adquiridos.

¿Cómo reaccionó el mercado?

El banco llegó con esta situación al miércoles pasado. Trató de realizar una operación que reestructurase las cuentas del banco y lograra esquivar la situación de su capital. Pero este intento saltó por los aires el jueves. Los inversores vieron que el banco ya había intentado vender activos para financiar los depósitos, lo que se entendió como una de las últimas herramientas disponibles para lograr liquidez. Algunas entidades financieras comenzaron a recomendar a sus clientes que retirasen su dinero del banco, lo que generó dudas sobre su capacidad para responder a estas peticiones y su valor se desplomó en Bolsa.

¿Qué han hecho las autoridades?

Las autoridades estadounidenses, con su organismo similar al Fondo de Garantía de Depósitos y la Reserva Federal, decidieron tomar el control del banco para poder responder a las peticiones de los depositantes. No se trata de un rescate bancario, ya que el objetivo es proteger a los depositantes y poner a la venta la entidad. Es decir, buscar a otro grupo bancario que se haga cargo de esta situación. En Reino Unido ha sido rápido, ya que el HSBC ya ha anunciado la compra de la filial del SVB por una libra.

Mientras eso llega, las autoridades norteamericanas han anunciado que se van a proteger todos los depósitos de los clientes y no solo los que se encuentren dentro del límite que marca la regulación, que en EEUU es de 250.000 dólares. Este era uno de los problemas que tenía el SVB, más del 95% de sus depósitos no estaban protegidos.

La FED ha puesto además en marcha un sistema al que se puedan acoger otras entidades con problemas similares. Tratan de evitar con ello que se produzca un efecto contagio y dudas sobre el sistema bancario en su conjunto. Este mecanismo supone una financiación extraordinaria para los bancos, conocido como Bank Term Funding Program, para “garantizar que los bancos tengan capacidad de satisfacer las necesidades de todos los depositantes”. El Tesoro de EEUU ha puesto 25.000 millones de dólares a disposición de este programa, que supondrá que los bancos obtienen financiación a un año respaldada por un colateral que estará estimado a precio nominal y no de mercado. Es decir, evitar lo que le ha ocurrido a SVB con sus activos de bonos que perdieron valor. Las carteras de deuda pública servirán como respaldo a estos préstamos.

¿Ha afectado a más entidades?

Por el momento, SVB es el principal banco afectado por una situación como esta, aunque no el único. Al tiempo que las autoridades financieras de EEUU anunciaban un sistema para proteger a los depositantes, se anunció la liquidación de otra entidad del país, más pequeña. Se trata de Signature Bank, una entidad con un modelo de negocio distinto al de SVB, aunque se detectaron problemas similares en cuanto a los depósitos. Se trata de un grupo que daba servicios bancarios a grandes bufetes de abogados. Los temores de que haya otras entidades con estos serios problemas de liquidez han llevado a los inversores a desconfiar también de otro banco de un tamaño similar, First Republic, que se está desplomando en el entorno premercado en la Bolsa estadounidense.

¿Qué supone para la confianza en el conjunto del sector bancario?

Lo que se está viendo este lunes es un efecto contagio entre los inversores hacia el sector bancario. La banca española, por ejemplo, está viviendo una fuerte caída en Bolsa. Una situación similar es la que se observa en el resto de grandes entidades europeas. En todas ellas se están produciendo descensos que van del 4% al 10% durante las primeras horas de la sesión. Los analistas han hablado de distintos factores. Los bancos vienen de aumentar mucho su valor en Bolsa en los últimos meses y algunos inversores podrían haber aprovechado para recoger ganancias. Pero también habría un ambiente de menores expectativas en la subida de tipos de interés.

¿Puede afectar a la política monetaria y las subidas de tipos de interés?

Así lo consideran los analistas, que han comenzado a ver un contagio de la situación del SVB en la decisión de los bancos centrales, como la FED o el BCE. Las rentabilidades de la deuda de Estados Unidos, Alemania o incluso de España con vencimientos a corto plazo caen con fuerza este lunes como reacción a los problemas de la banca y adelantan una menor agresividad del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal (Fed) en su lucha contra la inflación. En el mismo sentido, el banco de inversión Goldman Sachs ha descartado recientemente que la Fed vuelva a aumentar los tipos de interés en su próxima reunión, que arranca el martes de la próxima semana y finalizará el miércoles. “A la luz de la tensión en el sistema bancario, ya no esperamos que realice una subida”, anticipa la entidad, que previamente esperaba un incremento de 0,25 puntos, hasta el rango del 4,75%-5%. Informa Daniel Yebra.