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La empresa española de explosivos Maxam paga un bonus de 83,5 millones a su cúpula y promete salir de Rusia

Fachada de la empresa española Maxam, grupo industrial dedicado a la fabricación y comercialización de explosivos. EFE/Miguel Oses

Antonio M. Vélez

20 de noviembre de 2023 22:36 h

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La empresa española de explosivos Maxam ha pagado este año un bonus de 83,555 millones de euros a su cúpula directiva, tras vender a un grupo alemán por 1.215 millones su filial de armamento, Expal Systems. Además, el grupo se ha “comprometido” a vender su negocio de explosivos civiles en Rusia tras ser señalado por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, por sus actividades en ese país.

Ese bonus consta en las últimas cuentas de Maxam, que cubren apenas cinco meses del ejercicio 2023, hasta el 31 de agosto, en un ejercicio interrumpido por la venta de Expal a la alemana Rheinmetall. En esas cuentas, la compañía indica que ha puesto en venta esas filiales en Rusia, que estuvieron en el foco en abril del año pasado, tras una alocución de Zelenski a los diputados españoles semanas después de la invasión rusa.

Maxam recuerda en ese documento que en ejercicios anteriores “formalizó un plan de retribución con determinados directivos del grupo” supeditado a determinados rendimientos para su accionista de control, el fondo estadounidense Rhône Capital. No precisa esos requisitos, solo que su dueño “deberá obtener, como consecuencia de las desinversiones, una retribución y una rentabilidad mínimas determinadas”.

A 31 de agosto el grupo ya había provisionado 99,1 millones por ese plan de incentivos, frente a los 9,3 millones del ejercicio anterior, “con un gasto en el ejercicio de 83.555 miles de euros”.

Esto se ha traducido en un bonus multimillonario para la alta dirección del grupo, que ha multiplicado por diez su retribución, hasta 62,243 millones. Ya en el ejercicio 2022 Maxam quintuplicó los pagos a su cúpula en pleno plan de desinversiones de activos, tras vender en febrero de ese año de su negocio de munición deportiva para caza y tiro a la francesa Nobel Sports por 46 millones. 

El plan de retribución se formalizó durante ese ejercicio, como aperitivo para la gran operación de venta, la de la filial de armamento. Según explicaba Maxam en sus cuentas de 2022, esa rentabilidad y retribución “mínimas” para Rhone debían obtenerse “como consecuencia de las desinversiones hasta su salida final del accionariado”. Esta todavía no se ha producido.

Rhône, fundado por el multimillonario estadounidense Robert Agostinelli, controla casi un 75% de Maxam a través de un vehículo en Luxemburgo que, como suele ocurrir en el mundo del capital riesgo, está controlado por sociedades del paraíso fiscal de Islas Caimán. 

Bien relacionado con el expresidente español José María Aznar (hace años contrató a uno de sus hijos, Alonso Aznar), Agostinelli es desde 2021 consejero de Maxam Holding, matriz del grupo, que en los últimos años ha fichado a numerosos ex militares y a algún gurú de la ultraderecha de Vox

En estos cinco meses de 2023 también ha crecido de manera importante la retribución de los miembros del consejo de administración del grupo, todos ellos hombres, encabezados por el presidente, José Manuel Vargas, ex ejecutivo de Vocento y ex presidente de Aena cuando el PP privatizó parcialmente el operador de aeropuertos.

En este caso, los pagos han pasado de 1,834 millones a 3,136 millones. Las cifras comparan con el periodo de cinco meses cerrado en agosto de 2022.

La venta de Expal Systems fue acordada en noviembre de 2022 por un importe que, explica Maxam en sus cuentas, ascendió a 1.215,5 millones, de los que todavía había “pendiente de cobro” un pago de 23 millones a 31 de agosto de 2023. 

Rheinmetall, el mayor fabricante de armas de Alemania, cerró la transacción ese mes, tras recibir la autorización de, entre otros, el Consejo de Ministros español. El grupo alemán se comprometió a mantener todo el personal y las fábricas de Expal en España, situadas en Trubia, Burgos, Navalmoral, El Gordo, Albacete y Murcia, y el emplazamiento en Texas (Estados Unidos).

La actividad de producción de armas, con unos 1.000 empleados, suponía una cuarta parte de la facturación de Maxam. Era la que canalizaba su participación en la española Defex, una empresa semipública de exportación de mayoría estatal (Maxam era el principal socio privado) que fue disuelta tras un gravísimo escándalo de corrupción. Este caso sentó en el banquillo de los acusados a, entre otros, una filial de Elecnor, una de las principales empresas españolas de ingeniería, que acabó absuelta.

La venta de Expal puede facilitar la adquisición de Maxam por parte de inversores que rechazan sectores problemáticos como el armamento o el petróleo por los llamados criterios ESG, propiciando la salida de Rhône Capital. Este fondo controla Maxam desde 2020 y es accionista desde 2018, cuando compró su participación a otro fondo, Advent. 

Salida de Rusia

En sus cuentas, Maxam revela que se ha “comprometido” a desinvertir sus sociedades en Rusia, sin que prevea “ningún impacto negativo patrimonial para el Grupo. En consecuencia, las operaciones de estas sociedades se presentan como actividades interrumpidas y los activos (y pasivos asociados) se han clasificado al 31 de agosto de 2023 como mantenidos para la venta”. 

elDiario.es preguntó a la empresa si ha pactado ya esa venta, pero no obtuvo respuesta. El grupo valora en libros estos activos en Rusia en 19,529 millones y les atribuye una facturación de casi 45 millones en solo cinco meses. 

Maxam mantiene su actividad allí a través de 4 filiales “dedicadas exclusivamente al negocio de explosivos civiles. Estas compañías actúan de forma autónoma, proveyéndose localmente y dando servicio a clientes locales. La inversión en estas sociedades no es significativa”, explica. También subraya que ha cumplido “escrupulosamente con el régimen de sanciones vigente” impuesto por la UE y EEUU contra Rusia por la invasión de Ucrania. 

La salida de ese país se produce después de que Zelenski señalase a esta compañía en esa intervención televisada en el Congreso de los Diputados de España. Tras esas palabras del presidente de Ucrania, Maxam estuvo en el foco de los medios de comunicación y la web de la compañía pasó luego meses fuera de servicio. 

En esa región del planeta, Maxam también tiene dos filiales de producción de fertilizantes y productos químicos en Uzbekistán, con el Gobierno local como socio mayoritario (51%). La relación no es pacífica y, según explica en sus cuentas, el grupo español acaba de denunciar al Estado uzbeco ante un tribunal de arbitraje “reclamando, entre otros aspectos, el incumplimiento del plan de retribución de dividendos acordado en el pacto de accionistas y los daños ocasionados por determinadas inversiones realizadas por las sociedades participadas”.

La compañía ha remitido estas cuentas al Mercado Alternativo de Renta Fija (BMERF) español, donde tiene en circulación una emisión de pagarés. En esa documentación no figuran donaciones a la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), el principal lobby a favor de las armas en Estados Unidos, al que ha realizado varias aportaciones en el pasado.

Con unos 3.500 empleados y filiales en más de 30 países, en Maxam, además de Rhône, también participa un destacado nombre de la aristocracia empresarial española, el financiero Santiago Bergareche, expresidente de Vocento y de Cepsa y actual vicepresidente de Ferrovial.

El grupo tiene como presidente de su fundación al gran artífice de su expansión, José Fernando Sánchez-Junco Mans, que la dirigió durante más de 20 años. Sánchez-Junco es hermano del jurista y fiscal anticorrupción en excedencia Javier Sánchez-Junco, abogado contratado por Juan Carlos I para las causas judiciales abiertas por sus escándalos.

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