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“Naturalmente que es posible hacer banca con valores y ser rentable”

Marcos Eguiguren, director general de la alianza global para una banca en valores

Marta Garijo

La alianza global para una banca con valores (conocida por sus siglas en inglés GABV) nació en 2009, en medio de la crisis financiera. Bajo este paraguas se agrupan unos cuarenta bancos de los cinco continentes (ninguno es español) que, en palabras de su director general, el barcelonés Marcos Eguiguren, busca “anteponer el bienestar de las personas, de las comunidades en las que operan y del planeta, a la consecución de beneficio como objetivo principal”.

Eguiguren ocupa este cargo desde junio de 2015, después de haber sido miembro del holandés Triodos Bank desde 2008 (el único banco que opera en España y que está dentro del listado de esta alianza). En su carrera profesional, ha ocupado puestos de dirección en el BBVA y Barclays Bank, y ha trabajado como consultor en España y a nivel internacional.

La imagen de la banca en los últimos años ha estado muy relacionada con la crisis y con atropellos financieros, ¿es posible otro modelo de banca?

Naturalmente, los bancos de la GABV son una prueba viva de ello. Cada uno de nuestros bancos tiene un modelo distinto, aunque basado en los mismos principios, para prestar servicios bancarios que bien faciliten la inclusión financiera, el desarrollo de comunidades más humanas, promuevan la energía limpia o un mundo más verde o a la emprendeduría y empresas que promueven determinado tipo de valores sociales.

Al ser bancos centrados en la economía real, con un claro sesgo social y/o medio ambiental y con una política de relación con el cliente más orientada al largo plazo, son bancos que provocan cambios positivos y que no generan riesgos sistémicos de ningún tipo. Los tres elementos que debe inspirar a ese 'otro modelo' de banca deseable y que defienden los bancos de la GABV son: transparencia, sostenibilidad y diversidad.

¿Qué se pide a las entidades para poder estar dentro de esta alianza? ¿Cómo eligen a los socios?

Se les pide que sean entidades financieras reguladas con licencia para tomar depósitos y prestar, que sean entidades independientes (no pertenecientes a otros grupos financieros) y que en sus estatutos o en su misión hagan clara referencia a principios éticos, de sostenibilidad y/o de inclusión financiera. Además de esos tres elementos, deben practicar una banca basada en los seis principios de la banca sostenible. Eso es algo importante que monitoreamos cada año en todos nuestros socios.

Los seis principios son: practicar banca cercana a la comunidad en la que el banco opera y muy centrada en financiar a la economía real; con un sesgo social o medio ambiental y que vele por la prosperidad a largo plazo de las comunidades en las que opera; centrada en buscar una relación humana y a largo plazo con el cliente; de forma excelente, consiguiendo credibilidad y solidez financiera, alta solvencia y una rentabilidad sensata y estable; practicar la transparencia en todos los sentidos y que la cultura bancaria de la entidad, desde el presidente hasta cualquier empleado de base, refleje esos principios y refuerce su práctica.

Entre sus socios hay bancos de países muy diferentes; aunque todos se engloben bajo la etiqueta de banca con valores habrá diferencias entre el negocio que desarrolle un banco en un país o en otro, ¿me puede poner algunos ejemplos?

Efectivamente, todos responden a los principios que he detallado antes pero, lógicamente, cada país tiene sus prioridades en función de su nivel de desarrollo y del papel de su sistema bancario. Así, tenemos bancos que se especializan en microcréditos para facilitar la emprendeduría social (Latinoamérica), otros que apuestan más por la banca móvil para facilitar la inclusión financiera (Asia o África) y otros que están más centrados en la banca comunitaria o en la banca con criterios medioambientales (Europa o Norteamérica).

Todos los bancos en todos los países tienen una clara misión de desarrollo social y medioambiental. Lo que diferencia a cada modelo de banco en cada país en particular es el nivel de intensidad con que se practica la una o la otra en función de la situación del país en cuestión y a la especialización histórica de cada entidad.

Una de las características es que haya cierto porcentaje de créditos, ¿a qué proyectos están destinados?

Por término medio, en el balance de los bancos de la GABV entre un 75 y un 80% de los activos del balance están destinados a préstamos a la economía real. Ese porcentaje es altísimo. Si a ello le sumamos la liquidez requerida por los reguladores y algún pequeño activo más (inmuebles de oficinas, etc.), tenemos el 100% del balance.

La GABV realiza cada año una investigación en la que se comparan los bancos de nuestra alianza con los grandes bancos sistémicos (los too big to fail, que se traduce como demasiado grande para caer), y hacemos la comparación en términos puramente financieros. Pueden descargarse el informe completo desde nuestra página web. En ella podrán comprobar que ese mismo porcentaje en los grandes bancos sistémicos, oscila alrededor del 40%. Casi la mitad que en los bancos de la GABV. La pregunta es, ¿dónde está invertido el resto?

Pero no solo hay que invertir en la economía real sino en proyectos que tengan un especial impacto social y/o medio ambiental. La media de los préstamos concedidos a ese tipo de proyectos, comparado con el total de préstamos concedidos, está por encima del 65%.

¿Es posible hacer banca con valores y ser una entidad rentable?

Naturalmente, lo estamos demostrando cada año. No hace falta centrarse en objetivos de beneficio para ser rentable. Nuestro modelo de negocio es muy cercano a la economía real, a las 'cosas de comer' y, por tanto, incorpora menos riesgos y es más estable. En el informe que he mencionado antes, se compara también la rentabilidad tanto año a año, como en medias, de los bancos de la GABV comparada con la de los bancos sistémicos.

Solo por compartir un dato. La media de rentabilidad sobre activos (ROA) entre 2006 y 2015 de los bancos de la GABV fue de un 0,65% contra un 0,53% de los bancos sistémicos. Además, la volatilidad del ROA de los bancos de la GABV fue mucho menor (desviación estándar del 0,26%) que la de los bancos sistémicos (del 0,35%). Por tanto, beneficios en el largo plazo, ligeramente mayores y más estables.

¿Cuáles son sus objetivos a corto y a medio plazo?

En el corto plazo, mantener el crecimiento en el número de miembros de una forma equilibrada a nivel geográfico y mejorar los servicios a nuestros bancos y el nivel de experiencias compartidas para que nuestros miembros tengan más inspiraciones al conocer también los modelos de banca de otras entidades de la alianza.

En el medio plazo, incrementar nuestra visibilidad, nuestra presencia en medios y nuestra influencia en el sector financiero y en los reguladores para promover a nivel mundial un modelo de banca basada en valores. Para ello será muy importante evolucionar en los próximos años hacia un movimiento con un sello mundial común que nos identifique.

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