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Sobre este blog

Un espacio dedicado a conocer historias y experiencias reales a las que se enfrentan los inquilinos al alquilar una vivienda. Si tienes algo que contar, escríbenos a alquiler@eldiario.es y hablaremos sobre tu historia.

“Cuando pedí que pararan de molestar me contestaron: 'Es lo que pasa por vivir bajo un piso de alquiler vacacional”

Calle de Málaga

Isabel

  • Si quieres contarnos tu experiencia en primera persona en plena burbuja del alquiler, envíanos tu historia a: alquiler@eldiario.es

Hola, me llamo Isabel y tengo 28 años. Vivo en Málaga centro, comparto un piso y somos cuatro personas en total. Gente joven con sueldos que no llegan ni a los 900 euros. Me gustaría contar una de tantas historias que se sufren viviendo bajo un piso de alquiler vacacional.

Domingo a las diez de la noche. Un grupo de chavales llega al piso liando follón. Subo y les digo que no hagan ruido a partir de las doce de la noche, que trabajamos, a lo que me responden que no nos preocupemos.

A las dos de la mañana vuelvo a subir, ya que habían puesto música, y eran ya más de quince personas en el piso. Les vuelvo a decir que corten el rollo y uno de ellos me contesta: “Es lo que pasa por vivir bajo un piso de alquiler vacacional”.

Esa noche no pudimos dormir ninguna de mis compañeras de piso. Vivo con gente trabajadora de mi edad y con nuestros sueldos no nos podemos permitir vivir solas por la subida tan grande de los alquileres. Aquí pagamos unos 200 euros por persona. No obstante, siempre vivimos con el “miedo” de si algún día la propietaria (de nuestra casa y de todo el bloque) nos subirá el alquiler o nos echará del piso, aunque de momento la situación parece estar tranquila.

Nuestro gran problema es el piso de arriba. Es un piso grande y lo alquilan (desde hace año y medio) sobre todo turistas en grupo (españoles o extranjeros). Hacen muchas fiestas entre semana con todas las molestias que eso conlleva, no sabemos ya qué hacer para que respeten las horas de descanso entre semana, desde llamarles la atención numerosas veces, hablar con los responsables del alquiler e incluso pegar carteles con un lenguaje que roza el límite de lo ofensivo.

El caso es que desde hace un par de años o año y medio, el aspecto de la calle donde vivo ha cambiado drásticamente, bares nuevos de comida barata y bebidas “dos por uno”, casi todos los edificios ya son apartamentos turísticos, apenas hay vecinos, he visto como amigas abandonaban su casa del centro por los alquileres vacacionales.

Ahora nos dicen que ese piso de arriba lo van a alquilar a alguien fijo para larga temporada, pero, ¿quién puede pagar 1.000 euros de alquiler en Málaga? ¿una pareja con buen trabajo? o lo que más me temo... erasmus. Mis compañeros de piso y yo solo queremos vecinos normales para tener una buena convivencia en la comunidad.

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