“Dada la excesiva mercantilización de un bien necesario como es la vivienda en las grandes ciudades, es aconsejable huir”

Me llamo Santiago, en el año 2006 marcho al exilio, de nada ha servido la educación y los conocimientos adquiridos en mi país, solo hay trabajo en la obra y el supermercado para alguien que carece de influencias. 

Me han concedido una beca para estudiar en Asia. He presentado un proyecto para unificar los conocimientos científicos de occidente con los conocimientos tradicionales de Oriente (soy licenciado en biología especialidad molecular).

Allí comienza la burbuja en inmobiliaria en 2010, deja vù. Además, mi hija empezaba a crecer, había que escolarizarla y no queríamos criarla en un ambiente de obsesión por la competitividad como el que hay en China.

En el año 2012 vuelvo al país de Plus Ultra con mi mujer, mi hija y con la ilusión de mostrar que otros mundos son posibles. Nos encontramos un país devastado (un solar con socavones, comentaba un vecino en la calle).

Vivimos en el Distrito Puente de Vallecas, el lugar más económico de la capital (por algo será).Trabajo en una academia, mi mujer en una tienda, no llegamos a fin de mes. 

Mi mujer queda embarazada, de nuevo, y huimos de la capital a un pueblo a 27 kilómetros (muy económico). Tras tres años de esfuerzo, emprendemos de nuevo la huida. El pueblo es un desierto, sin esperanza para nuevos proyectos.

2018. Volvemos a intentar regresar a la capital, pero es imposible, la presión económica del alquiler de la vivienda es brutal con unos salarios obscenamente mediocres que nos obligan a huir más lejos todavía.

Llegamos a un pueblecito de provincia con un entorno natural fascinante, montañas y ríos, puestos a morir de hambre mejor cerca de la naturaleza.

He empezado a mandar curriculums a Finlandia, Noruega, Suecia…países que tienen una mentalidad más abierta y donde quizá podamos desarrollar nuestro proyecto para personas mayores como envejecimiento activo.

España es un país bonito, pero los salarios son ínfimos para los precios que se piden por vivir aquí. Además, culturalmente es como si se hubieran cercenado las ideas innovadoras que no sean tecnológicas. Estamos alienados por el móvil, por Instagram, por lo trivial y lo vulgar. Ahora mismo veo Madrid como una ciudad muy degradada y para turistas.

La primera consigna del clásico de las 36 estratagemas 三十六计经, huye.

Lo primero es preservar la vida, protegerla.

Dadas las circunstancias y la excesiva mercantilización de un bien necesario como es la vivienda en las grandes ciudades, es aconsejable huir.

Hay más allá de Madrid y Barcelona.

Estrujen su cerebro y busquen otras formas de vida acorde a su especial naturaleza.