El jefe negociador de la UE viaja a Argel para discutir las restricciones

El jefe negociador de la Unión Europea (UE), Ignacio García Bercero, viajará el próximo jueves a Argelia para iniciar conversaciones con las autoridades del país sobre las medidas proteccionistas que limitan las importaciones.

Ante la visita del diplomático europeo, John O'Rourke, jefe de la Delegación de la UE en Argelia, evitó revelar el contenido de este encuentro durante una conferencia de prensa celebrada hoy en la capital con motivo del 19 Festival Europeo.

“Estamos a la espera del señor Bercero. Creo que ahora es el momento de dejar a los expertos dialogar”, zanjó O'Rourke ante las preguntas de la prensa sobre la posibilidad de que Bruselas active el artículo 100 del Acuerdo de Asociación que implicaría un procedimiento de arbitraje para solucionar discrepancias.

Tampoco quiso hacer declaraciones sobre las recientes críticas de la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, ante la Asamblea Nacional francesa que aseguró que “estas restricciones no se ajustan al cuerdo de libre comercio” y que “dichas medidas favorecen, casualmente, a China”.

Por su parte, la patronal argelina y el principal sindicato, UGTA, respondieron a las acusaciones defendiendo la actual política del gobierno que “no trata de restringir los intercambios comerciales” y pidió a la UE “apoyar los esfuerzos de Argelia en sus reformas para reforzar su rendimiento económico”.

El acuerdo de asociación entre Argelia y la Unión Europea, en vigor desde el 1 de septiembre de 2005, prevé crear un tratado de libre comercio a través de la desaparición progresiva de los aranceles aduaneros para el año 2017.

El plazo para su cumplimiento fue pospuesto a 2020 a petición del gobierno argelino que pidió un plazo adicional para que las empresas nacionales pudieran prepararse ante la competencia.

La UE, principal socio económico del país norteafricano, representa el 60% de los intercambios comerciales que, entre 2005-2015, se tradujeron en 14.000 millones de dólares de exportaciones (al margen de hidrocarburos) mientras que las importaciones alcanzaron los 220.000 millones de dólares.

A principios de 2017, el gobierno argelino decidió limitar las cuotas de importación debido al aumento del déficit comercial, que alcanzó los 15.000 millones de euros el pasado año, y aplicar una estrategia económica proteccionista para impulsar la industria nacional frente a la producción externa.

Argelia está sumida en una aguda crisis económica desde 2014, cuando se desplomaron los precios del crudo, junto al gas la materia que sostiene su economía, ya que ambos suponen el 97 por ciento de sus exportaciones.

El descenso de los ingresos, sumado a la decisión de mantener un sistema de cariz socialista basado en los subsidios y en el empleo público, ha hecho que Argelia haya perdido en tres años más de la mitad de sus reservas de divisas, calculadas en más de 179.000 millones de dólares al inicio de la crisis.