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Las tensiones en el comercio mundial se suavizan pero se mantendrán durante 2022

Icíar Gutiérrez

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Hay señales de que las cadenas de suministro se están reajustando a la enorme demanda, aunque todavía quedan meses con tiranteces. Anabel González (Costa Rica), directora general adjunta de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya tenía marcadas dos fechas en el calendario que podrían suavizar la escasez de productos espoleada por un exceso de demanda tras el gran encierro que provocó la pandemia del coronavirus.

La directiva de la OMC, en una entrevista conjunta con varios medios en la que participó elDiario.es, explica que cuando pase el fin de año en el hemisferio occidental y cuando pase el nuevo año chino, es decir, el 1 de febrero, entraremos en un paulatino descenso de las tensiones en las cadenas de suministro. “Empezamos a ver algunos indicadores de que los precios de los fletes marítimos están empezando a bajar y estimamos que una vez que pase el periodo festivo de fin de año y cuando pase el nuevo año chino la demanda irá bajando”, señala.

En los mercados ya se está apreciando que los precios de los chips para ordenadores DRAM de gama baja, el transporte de mercancías a granel y la energía han bajado precios desde sus máximos recientes, señales que se interpretan como un reajuste por la enorme demanda y las dislocaciones observadas este año, aunque todavía es pronto para esperar una mejora en los sectores más afectados, como el comercio minorista o el automovilístico.

Ahora bien, esta luz que aparentemente se ve al final del túnel todavía va a suponer un viaje de meses. Ante los avisos del impacto de las variantes de la COVID, la representante de la OMC advierte de que “algunos de los aspectos asociados a las disrupciones propias de la pandemia van a continuar hacia el año entrante. Por ahora vemos que estas disrupciones no van a desaparecer de inmediato, sino que se van a mantener en los próximos meses, pero las vemos aligerándose en el transcurso del año 2022”.

La fuerte demanda tras el gran encierro o problemas coyunturales de falta de mano de obra en algunos sectores logísticos son los motivos que los responsables de la Organización Mundial del Comercio achacan a los problemas de suministros. Anabel González explica que se “han dado disrupciones importantes en la cadena de suministro y sobre todo un incremento en los costos de los fletes marítimos que, sin embargo, recientemente empiezan a mostrar una cierta tendencia hacia la baja. Esto ha sido provocado, según nuestros análisis, por el incremento de la demanda de bienes de consumo duradero, sobre todo en las economías desarrolladas y, especialmente, en EEUU. Y a este incremento se ha sumado otra serie de problemas provocados por la pandemia en los puertos o cuestiones más coyunturales de cada país como la escasez de camioneros”.

A pesar de que muchas voces han puesto en duda el actual sistema de comercio global debido a los problemas de suministros que están afectando a las principales economías, la directora general adjunta de la OMC defiende la buena salud de las rutas comerciales. “Cuando comenzó la pandemia, se hicieron estimaciones de que el comercio podría caer entre un 13% y un 30% en 2020. Al final, resultó no ser el caso y cayó alrededor de un 7% y eso de alguna manera refleja la resiliencia del comercio, que a pesar de que estuvo sujeto a una serie de shocks del lado de la demanda y de la oferta, luego logró recuperarse, sobre todo en el tercer y cuarto trimestre”, añade.

Para este año 2021, las proyecciones de la OMC para el comercio global son mucho mejores. Anabel González apunta a “crecimientos del 10,8%, una aceleración que se ha visto ya en el primer y segundo trimestre de este año. El comercio de bienes ha tenido una recuperación muy rápida y el comercio de servicios todavía continúa impactado, sobre todo en aquello que requiere la presencia física como el turismo, aunque hemos visto la aceleración del comercio digital de manera muy importante”.

Las buenas previsiones para el comercio no esconden que el mundo va a seguir un restablecimiento desigual por zonas geográficas. La directiva de la OMC admite que “la recuperación tiene una forma de K: con unos países en fase de recuperación más rápidamente –lo hemos visto sobre todo en Asia, con un crecimiento muy acelerado del comercio, en Norteamérica, en Europa y en América Latina–, pero es más lenta en los países africanos y en el sur de Asia”.

Anabel González recuerda que ahora se están observando las consecuencias de la fuerte desigualdad de los países a la hora de luchar contra la pandemia. “Hay dos claros factores diferenciales: la vacunación y el apoyo de políticas fiscales y monetarias que han puesto en marcha los países avanzados. La combinación de estos dos elementos determina la capacidad de recuperación de las economías. Dicho esto, el comercio puede jugar un papel aún más relevante en esta recuperación, y todavía hay mucho más que se puede hacer (fomentar el comercio digital, abordar barreras que obstaculizan los flujos comerciales…)”.