El transporte público madrileño se pone a prueba en la fase 1

Este lunes todos los madrileños estrenan la fase 1, y también lo hace su transporte público, que desde primera hora de la mañana ha comenzado a poner a prueba varias medidas de cara a una mayor afluencia de viajeros durante la desescalada, con un sistema automático de cierre de tornos para evitar aglomeraciones o controles de aforo.

La estación de Sol ha amanecido con un poco más de afluencia de viajeros que en las últimas semanas, pero con mucha más seguridad, controles de aforo y oferta de transporte, como confirman a Efe los trabajadores de seguridad de Metro y Cercanías, y también los puestos de venta rápida de café, que han sumado más clientes de lo habitual.

Eladio era de los pocos usuarios que esperaban en los andenes de la línea 2 de esta estación a las 8 de la mañana. Es la segunda vez que coge el Metro durante esta crisis sanitaria y la primera vez que lo hace para trabajar y lo ve “muy cambiado”.

“Está muy cambiado, hay muchas marcas para asegurar la distancia de seguridad, mucho control, está bien, la verdad. La primera vez que lo utilicé había una persona con la mascarilla, pero quitada, y otras no la llevaban”, comenta mientras se acomoda en la marca orientativa sobre el suelo del andén.

Hasta las 9 de la mañana el número de viajeros de Metro creció un 16 por ciento con respecto a la semana pasada, confirma horas más tarde el consejero de Transportes, Ángel Garrido, que también recuerda que la oferta de transporte público ha aumentado un 90 por ciento este lunes en hora punta.

En la estación de Menéndez Pelayo la afluencia no es mayor, pero esta es una de las estaciones que hoy ha estrenado el control de acceso, un sistema para evitar la acumulación de pasajeros a los andenes y que hoy ha realizado esos “microfiltros” en 128 ocasiones.

Consiste en formar una cola única -con distancia de seguridad de dos metros- en los tornos de entre 10 y 15 personas, que será el máximo a las que se les permitirá pasar cuando queden dos minutos para que llegue el tren. Una vez que el tren se va, el control de acceso desaparece hasta que vuelvan a quedar dos minutos para que llegue el tren, explica a Efe la responsable de este control, María José Fuentes.

En los vagones de la línea 1 de Metro no se ven aglomeraciones, de hecho hay mínimo un asiento libre a cada uno de los lados de cada pasajero, como así lo establecen las marcas en los asientos. Desde el vagón, este lunes también es frecuente ver a equipos de seguridad en los andenes, realizando el conteo de viajeros y trenes.

En Atocha, Hector Hugo, uno de los trabajadores de la red de Cercanías, comenta a Efe que, como ya estamos en fase 1, se está haciendo también un control exhaustivo para que las personas que entren lleven mascarillas, y señala que ha habido más afluencia de viajeros de Renfe.

Las vías de los trenes no muestran aglomeraciones, sí marcas orientativas en el suelo y bastante personal de seguridad, asegurándose de que todos los viajeros cumplen las normas.

En el Metro de Atocha se encuentra el responsable de la división de Operación de Metro de Madrid, Fernando Rodríguez, que asegura a Efe que el sistema de control probado este lunes “está funcionando” y adelanta que en las siguientes semanas se tratará de automatizar.

“Queremos que estos controles hagan automáticamente el control de peaje, apoyándonos en la pisada de los trenes, y en la afluencia de viajeros de tal modo que, coordinando estas dos variables, regulamos la ocupación de los trenes”, explica, en alusión a un sistema que automáticamente paralizará los tornos si se supera la ocupación.

Desde el Consorcio Regional de Transportes, el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, resumía que la “nota general” de este lunes en fase 1 ha sido de “normalidad en el transporte”, donde no ha habido “grandes aglomeraciones”, y que ha contado con unas 200 personas “garantizando” que esta primera prueba saliese bien.

Marta Moreno