Buscando a los inversores
Un auditorio lleno de amigos, socios y compañeros pero sobre todo de posibles inversores. Después de seis meses de formación llegaba la hora de poner en práctica todo lo que los 10 finalistas de Momentum Project habían aprendidoMomentum Project en ese tiempo. La cita era el pasado 16 de octubre y por delante tenían cinco minutos de un vídeo de presentación y otros diez subidos a un escenario para contar por qué su emprendimiento social merecía ser financiado.
Comenzó Gonzalo Goizueta, de la Fundación Pharos, una entidad que ofrece terapia y rehabilitación a personas con adicciones, aportando un dato a quienes le escuchaban: dos millones y medio de personas están en riesgo de padecer una adicción en algún momento de su vida. Se movía por todo el escenario relatando cuál era el trabajo que realizaban y cuál es la inversión que necesitaban para seguir creciendo. Otros, como Javier Salas, de Inihealth, una plataforma orientada a la gestión de los servicios de la salud de cada personas, hablaban desde el atril.
Huertos de Soria, un proyecto de economía social que emplea a personas en riesgos de exclusión social y recupera tierras en desuso, desgranaba a continuación sus proyecciones.“Queremos generar más puestos de trabajo, triplicar la superficie cultivada y aumentar por tanto la producción, producir huevos ecológicos, organizar recorridos didácticos, poner en marcha una tienda de productos ecológicos y a partir de 2016 salir de Soria”, explicaba Joaquín Alcalde uno de los responsables del proyecto. Tras la exposición, los mentores destacaban sus valores y hacían las recomendaciones: “Si salís fuera de Soria debéis crear un producto diferenciado que os haga destacar sobre el resto”.
Uno de los mayores aplausos y vítores de la tarde se los llevó Soulem, una empresa de inserción laboral dirigida por y para mujeres que se dedica a fabricar pantallas de lámparas para el sector de la hostelería fundamentalmente. Su gerente, Macarena López-Cordón, se acercó al atril con una de las lámparas que fabrican y la encendió. “Con esta acción tan sencilla creamos impacto social”, comenzó su exposición. En los más de 10 años que lleva la empresa en marcha han podido llegar a más de 1.100 familias en riesgo de exclusión. “Es una realidad que muestra su rostro más duro en las mujeres”, afirmó. “Uno de vuestros valores es que hacéis un producto artesano y de calidad”, le aplaudieron los mentores.
Medio ambiente, inclusión y salud
Uno a uno el resto de participantes fueron presentando sus proyectos, como Mass Factory, un empresa que ofrece aplicaciones móviles para personas con movilidad reducida, o Coshop, una iniciativa de economía colaborativa impulsada por dos mujeres de Barcelona que agrupa a una red de diseñadores y creadores que elaboran sus productos bajo los criterios de producción local y sostenibilidad medioambiental y social. De los 10 finalistas que ha participado en la cuarta edición de Momentum Project, el 40% trabaja por la mejora del medio ambiente, otro 40% por la inclusión sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social y otro 20% tiene por objetivo la mejora de la calidad de vida o la salud de las personas.
El programa, una iniciativa impulsada por ESADE y BBVA que elige los mejores proyectos para ofrecerles formación especializada y financiación, tiene por objetivo “promover y dar visibilidad al sector del emprendimiento social en el mundo”. Los proyectos sabrán a partir de enero si sus presentaciones lograron el impacto necesario para conseguir las inversiones que habían planteado.