
CaixaResearch Health Meeting: ciencia e innovación convergen para cambiar el futuro de la medicina

En los últimos años, la ciencia se afana en forzar sus puntos de vista para dar solución a las necesidades terapéuticas más acuciantes de la actualidad. Y lo hace de la mano de los avances en medicina que trae consigo la cuarta revolución industrial. En paralelo, subyacen varios debates de calado. Por un lado, aquellos investigadores que dan el salto a la empresa exigen que se les valore al mismo nivel que aquellos que continúan indagando y publicando en revistas científicas. Por otro, continúa la sempiterna necesidad de aumentar la implicación de pacientes y ciudadanos en pos de lograr impactos mayores y obtener mejores resultados.
Sobre todas estas cuestiones se debatió en la última edición del CaixaResearch Health Meeting, encuentro celebrado entre los días 21 y 22 de septiembre en los Jardines de Cap Roig y que congregó a 40 científicos procedentes de todos los puntos de la península ibérica. La cita, organizada por la Fundación “la Caixa” y enmarcada como parte de su programa CaixaResearch, con el que promueve la investigación y la innovación en salud, se articuló en torno a dos jornadas en las que participaron los titulares de los proyectos seleccionados en la convocatoria de hace cuatro años.
Así, durante el primer día, los expertos analizaron el grado de complejidad que ha alcanzado la investigación en estos momentos y que ha llevado a la comunidad científica a hablar de revolución médica. Conducidos por Quentin Cooper, periodista y divulgador científico de la BBC, los participantes pusieron en común sus experiencias e ideas. Para Mariona Graupera, representante del Institut de Recerca contra la Leucèmia Josep Carreras de Barcelona, “lo más sorprendente es que los ocho proyectos que se han presentado hoy aquí son muy innovadores con una manera de pensar realmente out of the box, lo que revela el éxito de este programa”, aseguró.
Por su parte, Miguel Soares, de la Fundação Calouste Gulbenkian de Lisboa, subrayó las dos líneas principales que, desde su punto de vista, tuvo el debate: “Por un lado, se abordaron las ideas fundamentales sobre cómo pensamos en los sistemas biológicos complejos, mientras que, por otro lado, se adoptó un tono más pragmático sobre la curación de enfermedades”. “El tema común —continuó el especialista portugués— fue cómo pensar de una forma diferente. Por ejemplo, el cerebro cambia la composición de nuestra microbiota, es algo extraño, pero este hecho nos hace preguntarnos si se pueden generar medicamentos que se dirijan a mutaciones específicas en individuos que padecen enfermedades causadas, precisamente, por esas mutaciones”, explicó.

Solo en la última convocatoria, correspondiente al año 2022, se recibieron 546 proyectos de investigación básica, clínica, traslacional y de innovación, de los que fueron seleccionados un total de 33 y recibieron una financiación de 23 millones.
El emprendimiento, al mismo nivel que la teoría
El segundo día contó con tres paneles. El primero de ellos giró en torno a una doble pregunta —“¿Está la ciencia preparada para la medicina personalizada? ¿Cuál será el papel de los pacientes en el futuro?”— y estuvo moderada por Helena Florindo, investigadora de la Universidad de Lisboa. En sus palabras, “Es interesante estudiar cómo podemos cerrar la brecha entre los investigadores y los médicos. En este contexto, el mensaje clave es que el paciente debe estar en el centro. De hecho, en la mesa redonda hemos visto varios ejemplos al respecto, relacionados con la enfermedad del Ébola o cómo cambia el cerebro de las madres durante el embarazo”. Florindo también precisó que los expertos se afanan en dilucidar “cómo podemos generar conciencia en la sociedad sobre estos temas y aumentar los resultados, así como la aplicación de nuestros descubrimientos en la vida de los pacientes”.
La segunda cita de interés de la última jornada recogió el guante de la anterior y se planteó cómo maximizar el impacto social en la investigación en salud y qué nuevos enfoques se deben adoptar. En este caso, la conductora de la sesión fue Michela Bertero, directora de Estrategia del IDIBAPS, quien destacó “la importancia de que los institutos especializados apoyen a los investigadores en su compromiso profesional. Estos deben estar abiertos a nuevos tipos de colaboraciones con diseñadores de juegos, educadores y asociaciones de pacientes. Al mismo tiempo, todas estas actividades deben ser reconocidas en sus carreras”.

Finalmente, de nuevo Quentin Cooper dirigió el último panel de expertos, centrado en el rol de los investigadores y las instituciones a la hora de fomentar la innovación y la transferencia de conocimientos. En el debate participó Luis Serrano, del Centre de Regulació Genòmica de Barcelona. Desde su punto de vista, la conversación dejó tres lecciones importantes: “La primera es que no hay ciencia básica o aplicada, hay ciencia de excelencia. La segunda es que debe existir apoyo de las instituciones a la transferencia de tecnología. No puede quedar todo en manos del investigador, tiene que haber profesionales competentes y una financiación adecuada. Y la tercera es que en las evaluaciones de los científicos se debe considerar al mismo nivel publicar un paper en una revista de alto impacto que haber montado una startup. Es decir, puede haber investigadores que sean excelentes porque publican muy bien y otros porque han creado compañías de éxito”, concretó.