Más autonomía eléctrica para los BMW i3 e i3s
La firma alemana BMW ha anunciado que los modelos eléctricos i3 e i3s dispondrán a partir del mes de noviembre de baterías de mayor capacidad gracias a la incorporación de nuevas celdas de 120 Ah (amperios hora). Gracias a ellas, la autonomía eléctrica aumenta en un 30% con respecto a la generación anterior del coche y se sitúa entre 285 y 310 kilómetros en el modelo básico (antes 235-255 km) y entre 270 y 285 kilómetros en el ‘s’ (antes 235-245 km), cifras todas ellas que atienden al nuevo ciclo de homologación WLTP.
En la práctica, ambas versiones tendrán una autonomía de unos 260 kilómetros (60 más que el modelo precedente) siempre que se cumplan una serie de requisitos: alrededor de 20 grados de temperatura ambiente, preacondicionamiento térmico del habitáculo, calefacción o aire acondicionado en funcionamiento y modo de conducción Comfort. BMW se cura en salud al advertir que ese alcance máximo puede variar en función del estilo de conducción, las características de la carretera, la temperatura exterior y aquella a la que se encuentra el habitáculo cuando ponemos en marcha el coche.
Con las nuevas baterías, que alcanzan una energía bruta de 42,2 kWh (kilovatios hora), el i3, de 170 caballos, acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, y el i3s, de 184 CV, lo hace en 6,9. Sus recuperaciones de 80 a 120 km/h son de 5,1 y 4,3 segundos, respectivamente. En cuanto al consumo de energía, el primero necesita 13,1 kWh para recorrer 100 kilómetros y el segundo, 14 kWh.
El aumento de autonomía de los nuevos BMW i3 no se ve acompañado de un incremento de peso ni una mayor necesidad de espacio para las baterías. Estas se mantienen, por tanto, en el mismo tamaño y la misma posición, en la parte baja del vehículo. Producidas en la planta de la marca alemana en Dingolfing, constan de ocho módulos, cada uno con 12 celdas de almacenamiento.
En la primera generación del i3, comercializada en 2013, las celdas eran de 60 Ah y la batería tenía 22,6 kWh de capacidad total. En la segunda generación, lanzada en 2016, aquellas pasaron a tener 94 Ah y la energía bruta de la batería llegó a 33 kWh.
El coche se venderá con un cable de carga estándar que permite recuperar el 80% de la batería en alrededor de 15 horas. Haciendo uso de un wallbox de carga rápida trifásica, ese 80% se consigue en 3,2 horas, según BMW. En una estación de recarga con corriente continua y 50 kW de capacidad, ese porcentaje se obtiene en 42 minutos.
Coincidiendo con la incorporación de estas mejoras en el esquema de propulsión de su modelo 100% eléctrico, BMW pondrá a disposición de los clientes nuevos acabados de la carrocería, un nuevo color opcional para el interior (Loft) y faros led adaptativos con función de apagado automático y selectivo para la luz de carretera.
BMW tiene previsto lanzar también un paquete deportivo que incluye una suspensión específica –de serie en el i3s– con amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras especiales, suspensión rebajada en 10 milímetros, vías ensanchadas, llantas de aleación ligera de 20 pulgadas y bordes negros en los pasos de rueda.
