Mucho más que música: el ‘Rototom Sunsplash’ se prepara para una edición que celebra la diversidad y el pensamiento crítico
La filosofía de un festival siempre marca su espíritu, y el festival internacional de reggae más importante de Europa siempre ha sido algo más que un sitio en el que disfrutar de música en directo. Lleva tres décadas construyendo un espacio de convivencia, pensamiento crítico, debate y un sinfín de proyectos relacionados con la conciencia social. El festival Rototom Sunsplash celebra su 30 edición del 16 al 23 de agosto en Benicàssim, con dos días más de actividades para acoger más de 200 conciertos en siete escenarios.
Con el lema Celebrating life por bandera, el festival se propone este 2025 reivindicar su historia pero también mirar hacia el futuro como espacio de reflexión que permite pensar un mundo mejor. Una cita para “celebrar la diversidad y sumergirse en esta atmósfera única que hace posible cada verano Rototom Sunsplash”, explica su director, Filippo Giunta.
Pues “Rototom es un espacio donde la cultura y la conciencia social se encuentran; una combinación de música, pensamiento crítico y espíritu comunitario”, que este año celebra un aniversario en el que “todos estos valores vuelven a confluir”. Y por supuesto, con un ‘line-up’ lleno de talento internacional y artistas de primer nivel con multitud de estilos que, partiendo del reggae, se proyectan hacia el dancehall, el hip-hop, el ska o la cumbia.
De Cuba a Jamaica con música hasta en la playa
El Rototom Sunsplash lleva 30 años invitando a sus escenarios a lo más florido del reggae a nivel mundial, pero es esa larga trayectoria lo que ha hecho que haya descubierto y sido testigo de un sinfín de estilos musicales nacidos o emparentados con aquellos sonidos nacidos en Jamaica en los sesenta.
El reggae sonará en los siete escenarios del Rototom con artistas como la joven jamaicana Koffee, y otros representantes del estilo más contemporáneo como Tarrus Riley o Morgan Heritage, junto con formaciones clásicas como Steel Pulse, Misty in Roots o Third World. Sin olvidar el legado de Bob Marley, que este año cumpliría 80 años, con la actuación de sus hijos Julian Marley y Ky-Mani Marley, pero también con los directos de The Wailers, la banda de Marley, e incluso con la voz incomparable de Marcia Griffiths, pieza clave de las I Threes, que acompañó a los coros a Bob Marley & The Wailers.
Otros estilos y sonidos como los de Burning Spear, representante del reggae más místico, o grandes exponentes del dancehall como Shaggy o Spice; junto con voces africanas como Tiken Jah Fakoly o talento nacional como Morodo o Pure Negga, compartirán con la audiencia sus mejores temas. Todo en un cartel, que se completa con la banda cubana de hip hop Orishas, y cuyas vibraciones se sentirán hasta en la playa castellonense del Gurugú, con sesiones diarias de dj y música en directo en el escenario SunBeach.
Solidaridad y pensamiento crítico para toda la familia
Por si los más de 200 conciertos fueran pocos, el Rototom Sunsplash trae consigo este agosto una serie de propuestas diseñadas para llenar las tardes previas a los conciertos con actividades arraigadas en la conciencia social y el compartir debate y pensamiento crítico, a través de diversas áreas culturales.
La inclusión y la diversidad, con actividades pensadas para grandes y pequeños, reafirman el compromiso del festival con su público abierto y familiar. Por ello contarán con el espacio Discovery Lab impulsado junto al centro de investigación CERN para divertirse y aprender con la ciencia. También se celebrarán sesiones de baile solidarias con Gaza, teatro contra el racismo e incluso reggae en familia con Teen Yard, la africana Jamkunda y el espacio Magicomundo dirigido a público infantil.
El espacio más zen del recinto, Pachamama, abrirá cada día con los talleres de agroecología y semillas junto a colectivos como Llavors d’Ací, Demente Sostenible o Cuarzo Verde, además de sesiones de yoga y danza.
Y, por supuesto, el Foro Social, el lugar donde el Rototom celebra sus encuentros para reflexionar sobre temas de actualidad, trae este año a ponentes de todo el mundo para hablar de temas tan variados como la solidaridad y autoorganización ciudadana y campesina tras la dana, o la sabiduría ancestral con personas como Agustín Ostos de Soy Tribu, así como la crisis medioambiental con la líder indígena y ministra de Brasil, Sonia Guajajara. También se abordará la crisis humanitaria en Gaza en un debate por la paz y la dignidad del pueblo palestino en el que participará Raquel Martí, directora ejecutiva de UNRWA España.
Con el lema Celebrating Life, esta edición reactiva la vertiente más solidaria de la fiesta con iniciativas que contribuyen a financiar proyectos sociales. El Rototom, a través de las aportaciones de sus abonos inclusivos, que permiten el acceso al precio único y simbólico de 10 euros a los 8 días de festival a las y los menores de 13 años, mayores de 65 y personas con discapacidad, destinará íntegramente a las acciones de cuatro ONG y proyectos.
En su trigésimo aniversario, dichos proyectos son: la iniciativa de atención médica a refugiados palestinos en Líbano con la Asociación Human Call, que irá destinada a dotar de medios al Hospital Al Nida’s, el único centro sanitario en el campo de refugiados palestinos de Ein El Hilweh. El Rock A La Par de la Fundación A La Par, que trabaja para la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual y el fomento de su participación activa en la sociedad. El proyecto de apoyo a profesionales migrantes del hogar y cuidado de la entidad valenciana AIPHYC, enfocado en empoderar y dignificar la labor de las profesionales del hogar y del cuidado y garantizar los derechos de estas trabajadoras, en su mayoría mujeres migrantes de países del sur. Y, finalmente, el proyecto de investigación para la distrofia muscular de Conquistando Escalones, impulsada por afectados de Distrofia Muscular de Cinturas tipo LGMD-1F, que lleva al Rototom una acción solidaria para recabar apoyos y fomentar los ensayos clínicos y la investigación científica.
Rototom: una historia que celebrar y compartir
El festival Rototom nació en 1994 impulsado por la Asociación Cultural Rototom en la pequeña localidad de Gaio di Spilimbergo y en el entorno del parque natural de Rivellino de Osoppo, a los pies de los Alpes. Pero en 2009, en un contexto de políticas contrarias a la interculturalidad, el certamen aterrizó en Benicàssim: un lugar que ha acogido al festival desde hace más de diez años, transformando el encuentro de los 1.000 asistentes de la primera edición, a la comunión de los más de 200.000 de cada año actualmente.
“Hay un sentido de identidad, de pertenencia, que se mantiene y refuerza con el paso de los años; el público se identifica con la filosofía que promueve el festival”, explica el director del Rototom, Filippo Giunta. “Una suma de factores culturales, musicales, sociales y logísticos”, que convierte al festival de reggae más famoso en “una experiencia cultural y social, única y global”, como describen desde la organización.
“El compromiso con los derechos humanos y la sostenibilidad que abordamos en los espacios de diálogo y que plasma el modelo de gestión de la cita, ligada al territorio; los valores de respeto y paz y la diversidad que se respira en cuanto uno accede al recinto; y el perfil abierto, inclusivo y familiar que hemos construido entre todos y todas durante todos estos años”, hacen del Sunsplash una cita imprescindible 30 años después.
