Principales ventajas de los planes de pensiones como alternativa de ahorro tras la jubilación

J. Durich

Las pensiones contributivas subirán un 8,5 % el año que viene. El dato definitivo actualizado confirma las previsiones que hizo el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), y supondrá un gasto de casi 20.000 millones más que el año anterior. Por su parte, las pensiones no contributivas mantendrán para el próximo ejercicio la subida del 15 % que se les aplicó el pasado mes de julio en virtud de una enmienda pactada por el Gobierno con Bildu en el marco de la negociación presupuestaria.

Sin embargo, todo hace indicar que en un horizonte no tan lejano las prestaciones que recibirán los pensionistas serán más bajas que las actuales. El envejecimiento de la población y el incremento de la esperanza de vida son dos factores que están marcando un cambio de paradigma en el actual Estado del bienestar. En este contexto, planificar la jubilación a través de una estrategia a largo plazo parece una idea razonable que permite complementar los ingresos tras el retiro y garantiza que no se pierde poder adquisitivo para disfrutar de una vida tranquila y sin sobresaltos. Y un modo de tener éxito en el ahorro para la jubilación es contar con asesoramiento profesional.

Ventajas de los planes de pensiones

Entre las alternativas de ahorro para la jubilación, la más popular en España es, sin lugar a duda, el plan de pensiones, que además ofrece una serie de ventajas:

  • Ahorro a largo plazo: Gracias al interés compuesto que generan las aportaciones periódicas y a un asesoramiento profesional, es posible poner el dinero a trabajar de manera constante y optar a lograr un ahorro a largo plazo. 
  • Beneficios fiscales: Según Esther Pichardo, directora de Ahorro y Pensiones de BanSabadell Vida y Pensiones: “Los planes de pensiones son los únicos productos del mercado que permiten disfrutar de reducciones fiscales por el importe aportado en la declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) del ejercicio en el que se realiza”. Desde el 1 de enero de 2022, una persona puede aportar, como máximo, 1.500 euros al año a su plan de pensiones privado con derecho a deducción en la declaración de la Renta.
  • Disponibilidad: Se pueden cobrar, además de en la jubilación, en casos excepcionales de invalidez, fallecimiento, dependencia, paro de larga duración y enfermedad grave propia o de un familiar directo. A partir de 2025, se podrán rescatar también las aportaciones con más de 10 años de antigüedad. Estas restricciones “evitan el uso del capital acumulado para la jubilación en otro tipo de gastos”, afirma Pichardo.
  • Flexibilidad: Las aportaciones a los planes de pensiones pueden realizarse de manera periódica o extraordinaria, y se puede invertir según un perfil estático de inversión o de manera dinámica.
  • Transmisibles a los herederos. Los planes de pensiones también contemplan la posibilidad de legarlos a los herederos, y tributarán por rendimientos del trabajo cuando se cobran y no por sucesiones en el momento del fallecimiento, como el resto de productos financieros.

Tipología de planes de pensiones 

En la actualidad, se comercializa una gran variedad de planes de pensiones, cada uno con sus características y su perfil de riesgo. Esther Pichardo, directora de Ahorro y Pensiones de BanSabadell Vida y Pensiones, explica que “los planes de pensiones tienen una amplia gama en cuanto a inversiones: desde los más agresivos, con el 100 % en renta variable, hasta los más conservadores o, incluso, garantizados, como los Planes de Previsión Asegurados (PPA). También es posible encontrar una gran variedad de planes mixtos, que incluyen diferentes porcentajes de combinación de diferentes activos”.

A la hora de escoger el plan de pensiones que mejor se adapta a las necesidades del ahorrador, la directora Ahorro y Pensiones de BanSabadell Vida y Pensiones destaca los planes de pensiones de ciclo de vida. Este tipo de planes de pensiones se adapta al momento vital de cada cliente, ajustando las inversiones en función del plazo que falta hasta el momento de cobrarlo.

Según Pichardo, “permiten una gestión adaptada al plazo que le queda a cada cliente para cobrar el plan, ajustando automáticamente las inversiones con el transcurso de los años y reduciendo el riesgo cuando se está cerca de cobrarlo”.

Además de los planes de pensiones individuales, existen también los planes de pensiones de empresa (PPE). Se trata de planes que las empresas ponen a disposición de sus empleados para que, de manera voluntaria, tengan un complemento a su pensión cuando se jubilen. Asimismo, la reciente subida de los tipos de interés ha propiciado el relanzamiento de los planes de previsión asegurados (PPA). Son productos con idéntica fiscalidad a los planes de pensiones, pero con una rentabilidad garantizada, lo que los hace idóneos para personas cercanas a su jubilación, que prefieren la tranquilidad de una rentabilidad garantizada y conocida previamente, a las oscilaciones que presentan los mercados.