7 lugares que necesitas conocer en México

De Cancún a Oaxaca: siete lugares que no te pues perder en México.

Elisabeth G. Iborra

Siendo realistas, haría falta un año sabático para recorrerse México de punta a punta, así que, ateniéndonos a los cortos períodos vacacionales que solemos tener los simples mortales trabajadores, vamos a restringirnos a una zona asumible por las regiones de la Quintana Roo, Chiapas y Oaxaca.

1. El Caribe nunca sobra en una ruta por México

Seguramente lo más inteligente es volar al aeropuerto de Benito Juárez en Cancún porque es la capital de Quintana Roo, y la más turística, con todo lo que ello conlleva en cuanto a oferta hotelera. Claro que la comodidad del alojamiento no te impedirá conocer el México real; no tienes más que ir al parque de las Palapas, en el centro de Cancún, a rebosar de gente bailando, niños jugando, pintando… Pero, sobre todo, comiendo en los baratísimos puestos de especialidades mexicanas y bebiendo licuados, rayados, jugos o aguas de frutas naturales. Lo cierto es que como epicentro está fenomenal para después moverse a Isla Mujeres.

2. Playa del Carmen y Cozumel, ideales para bucear

Si lo que quieres es fiesta, boutiques de moda y postureo, Playa del Carmen satisfará todas tus expectativas. Pero si prefieres aprovechar su situación privilegiada en el medio del Caribe, puedes cruzar en ferry a Cozumel, una isla maravillosa cuyos 46 km de costa puedes cruzar también en bicicleta para descansar después en sus salvajes playas, como las de Mezcalitos o Punta Morena. Un consejo gastronómico: en cuanto tengas ocasión, prueba los tacos de caracol. En El Camarón Dorado los sirven exquisitos.

Y después, prepárate para una inmersión de buceo nocturna en el segundo arrecife más bello del mundo. Te recomendamos el centro de buceo Babieca, dentro del hotel El Cid La Ceiba (llamado así por sus árboles característicos). Y ya que estás, si te apasiona el submarinismo, aprovecha para bucear en un cenote como el Angelita o The Bat’s Cave.

3. Isla Mujeres en bicicleta

Desde Punta Sam se coge el ferry barato y nada más desembarcar puedes alquilar una bici para recorrer la isla e ir parando donde te plazca. Por ejemplo, en Playa Tiburón, a la que se entra atravesando el patio de un hotel, donde seguro que te puedes apuntar a hacer un tour de snorkel por los arrecifes que bordean la isla.

También tendrás la tentación de parar en el cabo de Garrafón, donde hay un parque acuático natural impresionante. Ahí, en el cabo más occidental del Caribe, han reproducido un típico pueblo caribeño de colores vivos con su faro accesible para observar el paisaje desde arriba, una ruina maya y unas esculturas custodiadas por paisanos vendiendo carne del coco con chile y limón.

Si prosigues hacia el otro lado de la costa de Isla Mujeres, más escarpada y por tanto con menos playas, encontrarás alguna calita con suficiente arena como para estirar la toalla y darte un bañito refrescante a solas. Para comer, qué mejor que un ceviche de pescado fresco en el Mininos con una michelada.

4. La colorida San Cristóbal de las Casas

Se trata de una ciudad colonial (ubicada también en Chiapas) con preciosas fincas de colores y patios interiores ajardinados. Imprescindible el mercado de artesanías, donde hay artistas que hacen verdaderas virguerías con hilos y piedras preciosas como el ámbar, muy abundante en esta zona.

Dos puntos de interés son el mirador de Guadalupe, y la ermita del Mirador de Sancristobalito, aunque lo ideal en San Cristóbal es dejarse llevar, pasear, parar en sus bares, ir a sus conciertos, probar sus vinos y sus botanas (tapas), ir al centro cultural y restaurante Kinoki... Y hacer el ritual del temazcal guiado por un chamán. Para que respires bien las hierbas medicinales y te cures por dentro y por fuera.

5. Palenque: historia a raudales

Las ruinas de Palenque, en el estado de Chiapas, son de otro mundo y, de todas las del país, son las que no te puedes perder. Se puede imaginar perfectamente cómo era la vida allá, con sus teatros, los patios de las casas, el Palacio donde los dirigentes mayas daban sus charlas a sus ciudadanos, en lo alto para estar más cerca del cielo… Pero lo mejor es que todas las ruinas están inmersas en un área verde preciosa para pasear gracias a su refrescante vegetación, sus cascaditas, etc.

6. Oaxaca, la ciudad más bella y cultural

En el zócalo de Oaxaca te vas a prendar de su plaza central, por la cantidad de actividades que realiza la gente en ella y por sus mercados de las calles circundantes, ideales para probar la gastronomía oaxaqueña. El quesillo de Oaxaca, los chapulines, las quesadillas rellenas de flor de calabaza, los amarillos de elote, las mamelas, las cecinas enchiladas… Todo delicioso, pero nada comparable con las tlayudas, la auténtica especialidad oaxaqueña.

Con todo lo que comas, tendrás energía de sobra para pasear por la Colonia Reforma y por el parque Paseo Juárez, muy próximo a la meca cultural oaxaqueña, el Convento de Santo Domingo. Tampoco debes perderte Monte Albán, ruinas declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Ni te vayas sin ver el árbol del Tule, el más ancho del mundo, una brutalidad que ha desarrollado en su ramificado tronco protuberancias mórficas que la gente se empeña en asociar con animales y cosas identificables.

7. Una ruta diferente: Chamula y Los Altos

Si existe un tour interesante en la región, ese es el de Chamula y los pueblos indígenas de Los Altos (igualmente en Chiapas), que muestran su fervor religioso mezclando los rituales mayas con los cristianos. Desde ahí se parte hacia los caracoles autogobernados de los pueblos zapatistas de los Altos de San Cristóbal, aislados en las montañas, dejados de la mano de Dios y… sobre todo del Gobierno, según explica el portavoz del movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a los visitantes que lo quieran escuchar.

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